Animal Love (Buscando amor en un mundo animal)

Capítulo 44: El ataque

Mientras que los campistas se instalaban en las cabañas, perla, Irene, cristina, alba y Noa se encargaron de prepararles la cena, al terminar, hacen sonar la campana del comedor para llamarlos a todos. Mia habló con Noa para mover el campamento a la zona de nieve, lugar donde ella iba cuando era una niña. Una creatura continúa asechando en los alrededores.

Ya han pasado dos semanas, son las tres de la tarde del día martes veintiocho de enero. Todos los campistas usaban suéteres y estaban en el comedor, comiendo un tazón de chocolate caliente y algo de pan, afuera estaba cayendo una nevada no tan fuerte. Ale, en su modo asalto, Jenny, María, Iris y Arthur estaban sentados juntos en la misma mesa.

–muchachos, ¿han visto a la creatura que está asechando el campamento? –preguntó Arthur.

–¿Cuál creatura? –preguntó María, escéptica.

–he estado escuchando a unos chicos que dicen haber visto algo en la nieve, otros dicen que eran observados por la ventana.

–de seguro solo es la profesora queriendo asustarnos –dijo algo seria, mientras comía su chocolate.

–¿Te estás burlando de mí? –le preguntó Mia a maría.

El pelaje de maría se esponja del terror, luego ella se da la vuelta, después empieza a buscar con la mirada, pero no encuentra a Mia por ninguna parte.

–je je je caíste –le dijo Arthur a María, imitando al voz de Mia, antes de volver a s voz normal.

–¡estúpido, casi me da un infarto! –le exclamó maría, molesta, a Arthur.

–pero, ¿ves lo fácil que es para ella asustarnos?

–la verdad que sí, si la profesora quisiera asustarnos, lo habría logrado hace mucho tiempo, aunque una bestia de las nieves es demasiado, de seguro es otro guardabosques que está patrullando –explicó Jenny.

–ale, ¿tú has visto algo? –le preguntó a ale.

–no –respondió ale.

–¿y tú, Iris?

–lo lamento, pero tampoco he visto nada raro –respondió Iris.

–supongo que tendré que ir y buscar pruebas. Cambiando de tema, ¿quieren venir a la montaña para esquiar en trineo?

–Iris, María y yo pensábamos ir al bosque para bañarnos en el pozo que esta rodeado de arbustos copo de nieve –contó Jenny.

–ah, ¿y tú, ale?

–yo sí puedo ir contigo –respondió ale.

Mia llega caminando a la mesa en donde estaban los ellos cinco.

–ale –le dijo Mia a ale, parándose a su lado tras haber llegado con ellos.

–hola Mia, ¿qué pasa? –le preguntó a Mia.

–después de que te termines tu chocolate, ¿te gustaría venir conmigo?

–¿para qué?

–es una sorpresa –respondió sonriendo.

–después de comer iba a ir a esquiar con Arthur.

–puedes ir con él después, además, ya e muy tarde para esquiar y está cayendo una nevada.

–cierto, se me había olvidado que estaba nevando –comentó Arthur, dándole la razón a Mia–. Supongo que solo buscaré las pruebas.

–¿ya no vamos a ir? –le preguntó ale a Arthur.