Capítulo 36

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LEA

Después de que Alexander se fuera, comencé a buscar la forma de salir de la casa, pero Anders se me pego como mosca y me era imposible separarme de él

—¡Anders dejame en paz! — dije con cierto fastidio

—Me temo que no puedo hacer eso señora

—Deja de llamarme así, yo no soy la señora

—Hagas lo que hagas no me separare de ti, Lea

— Simplemente iré al baño

—Vamos, te acompaño

—Recuerdo muy bien el camino no te preocupes

— De acuerdo, puedes ir

—Gracias

Afortunadamente Alexander no me había arrebatado mi celular, en cuanto entre al baño me di cuenta de que tenía demasiadas llamadas de todos, así que regresé una de esas tantas llamadas

—¡Lea! — Arthur hablo en cuanto respondí — ¿estas bien?, ¿dónde estás?, ¿a dónde te llevo?

—Estoy bien, trata de calmarte

—¿Cómo me pides eso?, en cuanto Nick nos contó lo que Alexander hizo, todos estamos alterados, ¿dónde estás?

—Estoy en su casa

—Stefan llamó

—¿Qué?, que fue lo que le dijiste

—Lo primero que se me ocurrió, que estabas en juntas muy importantes y no sabíamos a que hora estarías libre

— Perfecto, también le dirás eso a Marie y a papá

—¿Qué les diré para justificar el que no llegues a dormir?

—No lo se, encárgate de eso

—Perfecto, me encargaré de esto — dijo en tono amenazante

—¿Qué?, ¿Arthur que vas a hacer?, no quiero que te metas en probl... — termino la llamada — ¡maldición!

Salí del baño y regresé a la sala pero ya no había nadie ahí, así que opté por salir al jardín y quedarme ahi por un momento

—¿Necesitas algo? — después de varios minutos Anders aparecio

—Lo que necesito es salir de aquí, estoy harta de que Alexander decida hacer con mi vida lo que le venga en gana, detesto tanto estar en esta situación, en esta casa — levante la voz

—Creí que cuando nos viéramos de nuevo todo sería increíble — Anders se sentó

Hasta ese momento caí en cuenta de que por mi gran enojo con Alexander, también había tratado mal a Anders, cuando lo único que hace es su trabajo, tratar de apoyarme y procurarme

Me acerqué a él y le tomé la mano

—Perdóname, de verdad lo siento. He estado tan metida en mis asuntos que no me doy cuenta de que también lastimo a las personas a mi alrededor. Anders eres una persona increíble, el tiempo que estuve aquí fuiste incondicional y me cuidaste, no creas que me he olvidado de eso, simplemente que esto me esta afectando mentalmente

—¿De verdad ya no lo amas?

— No Anders, ya no

—¿Estas segura?

—Escucha, te voy a contar algo muy personal, pero debes prometer que no dirás absolutamente nada, ¿me lo prometes?

—Tienes mi palabra

Entre Sus Brazos (ESM2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora