Capítulo 63

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STEFAN

Llevábamos días buscándola, sin embargo, no había rastro de ella, ¡ni un jodido rastro que me pudiera llevar a ella!

Me detuve a orilla de carretera donde se encontraba un mirador que me mostraba gran parte de la cuidad, para despegar un poco mi mente, para tomar aire

Me pase las manos por el rostro con desesperación y frustración

—¿Dónde estás vida? — pregunte mirando la cuidad — ¿A dónde te llevó ese maldito bastando?

El auto de Alexander de igual manera aparco

Se veía demasiado agotado y de mi ni hablar, ninguno de los dos había parado durante estos días, aun con los regaños recibidos por parte de nuestras madres

—¿Nada? — pregunto bajándose del auto

—Ni un maldito indicio

—La paciencia se me comienza a agotar

—De todos los investigadores que contratamos nadie tiene nada, ¿es qué acaso ese imbécil es invisible o que demonios?

—Es una maldita rata, por eso sabe esconderse muy bien

—Regresemos a casa a darnos una ducha y después volver a salir

—¿Estás consciente que si regresamos a casa nuestras madres no nos dejaran salir sin antes haber descansado?

—Entenderán, no te preocupes

Y así ambos emprendimos a casa de Lea, ese se había vuelto el punto de reunión desde el primer día

Cuando llegamos, todos estaban ahí, en todos estos nadie se había movido de aquí

—¿Y es que tú no piensas descansar? — en cuanto entre mamá me interceptó

—Solo he venido a ducharme mamá

La madre de Alexander también había llegado a reprenderlo

—Leandros ¿no piensas decirle nada a tu hijo?

Mi papá suspiro antes de hablar — Esto va para los dos, tanto para ti Stefan como para ti Alexander — nos miro a ambos — hijo sé que se trata de Lea, tu prometida y de tu exesposa — miro a Alexander — a quien aún le tienes cariño, pero si no recargan energías, no podrán hacer mucho, no han dormido en no sé cuántos días y eso tampoco es bueno para su salud

—Dos horas — les dije — solo pienso estar aquí dos horas, después de eso seguiré con mi búsqueda

—¿Alexander? — papá esperaba su respuesta

— Dos horas estarán bien

Fui directamente a la habitación que había estado compartiendo con Lea los últimos meses

La cama aún hecha, me recosté en ella y su aroma aún se podía percibir

—Te voy a encontrar — mire la pulsera que estaba en mi muñeca — te lo prometo

— Veo que tampoco la estas pasando bien — se escuchó, me incorporé para averiguar de quien se trataba — toma, te traje un jugo y un sándwich — lo coloco en la pequeña mesa que había ahí

—Gracias Marie

—No es nada, tanto tú como Alexander no han parado de buscarla y se los agradezco

—Me gustaría poder hacer más, pero no puedo, no conozco la zona

—Te entiendo, no tienes que darme explicaciones. Lo único que pueden hacer por ahora es descansar, trata de dormir un rato. Te dejo descansar

Entre Sus Brazos (ESM2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora