Capítulo 5

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STEFAN...

—Como ya se lo habia dicho por teléfono, no está en mis manos, de nada sirve que me trate de convencer, yo no soy quien tiene la decisión final sobre esos proyectos

—Lo entiendo perfectamente señor Diamanti, pero a lo mejor usted pueda ayudar a que mi constructora tenga la posibilidad de...

—¿Me está pidiendo qué le de preferencia?, discúlpeme señor Matthews, pero supongo que me ha investigado así que debe saber perfectamente que yo no doy preferencias, más bien, analizo a todos los postulantes, entiendo su gran interés en nosotros, el proyecto que se viene es demasiado grande, tan grande que cualquier constructora haría lo que fuera por obtenerlo, así que le agradezco la invitación, pero como se le informó esta tarde en la llamada que tuvimos, siga los lineamientos para postularse — me puse de pie — son muchos los candidatos, pero si su constructora es la mejor, como usted mismo lo ha recalcado, no dude de que será llamado, que pase buena noche

Fui al baño para hacer unas llamadas, tarde aproximadamente diez minutos, al salir pude observar que él señor Matthews ya no se encontraba ahí

Desde que mi familia anunció la construcción de un nuevo complejo turístico varias constructoras han llegado a nosotros

Al salir del restaurante le pedí a mi chófer que me recogiera, me dijo que se demoraría un poco ya que estaba algo retirado del lugar

Usualmente no hago uso del chófer, pero estos últimos días han sido muy productivos y cansados, así que durante los trayectos era mi único momento para descansar en el día

Mientras esperaba pacientemente, escuché a alguien hablar en voz alta

—Mi amor que bueno que llegaste — una mujer llegó hasta mi y me abrazo — me da tanto gusto que hayas regresado, que bueno que ya estás aquí — yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo, cuando me disponía a pregunta, ella me besó

En un principio no supe como actuar, todo me tomo por sorpresa, pero sin mucho pesar, decidí corresponderle el beso

No se como explicarlo pero, en cuanto sus labios tocaron los míos una sensación extraña recorrió todo mi ser, me metí tanto en el beso que perdí la noción sobre cuanto duró

—Perdóname — dijo al terminar el beso y separarse de mi— de verdad — al separarnos pude observarla mejor, era demasiado hermosa, era alta pero un poco pequeña para mi estatura, su rostro era perfecto en cuanto a facciones, sus ojos eran de un color avellana, no pude evitar mirar sus labios, los cuales estaban un poco hinchados por el beso, tenían un color rojizo natural, su cabello era color negro, era largo y caía sobre sus hombros de una manera extraordinaria, me perdí en ella totalmente — perdón, lo que pasa es que me estaban siguiendo unos tipos y creí que me iban a asaltar y lo primero que se me ocurrió fue hacerte pasar por mi novio para...

—¡Ah!, ¿ahora soy tú novio? — intente sonar amigable — muy bien, me esta yendo muy bien

—No, bueno, lo hice para que ellos creyeran que no estaba sola

Reí al ver su desesperación por aclarar las cosas, así que intenté ayudarla — Okay descuida, no todos los días puedo darme el lujo de besar a una mujer tan hermosa como tú

—Perdóname — dijo apenada — muchas gracias

—No tienes nada de que disculparte, fue un verdadero placer

—Gracias — dijo antes de entrar al restaurante

De repente algo llamó mi atención en el suelo, lo recogí para poderlo observar mejor, era un colgante con una piedrita rosa, era simple pero muy bonito, seguramente era de la mujer que acababa de besarme, segundos después mi chófer había llegado, guardé el colgante en mi bolsillo y subí al auto

Entre Sus Brazos (ESM2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora