Capítulo 62

3.9K 289 18
                                    




LEA

La estaba pasando realmente mal, esta agonía comenzaba a superarme, hasta el día de hoy había contabilizado seis días siendo retenida en este lugar.

Durante todo este tiempo Jason ya no había intentado acerarse más de lo necesario a mí, aun no lograba entender el porqué de la situación, él jura que lo hace como un acto de amor, pero vamos, esto no tiene nada de amor sincero, es sin duda una obsesión que podría llegar demasiado lejos.

En los últimos tres días había habido mucho movimiento, había visto como varios autos venían para después volver por donde habían llegado.

Los primeros días trate de mil maneras lograr salir de esa cabaña, pero simplemente era imposible, esto más bien parecía una fortaleza.

Del trato no podía quejarme, en ningún momento me trataron mal, a palabras de las personas que me atendían, "eran órdenes precisas del señor Jason"

—Veo que ya estás despierta — Jason entro a la habitación

—El insomnio ha sido mi compañero desde hace un par de días — no quitaba la vista del jardín, preferiría mirar a otro lado que mirarle al rubio que me acompañaba

—No has probado bocado — se enfocó en la mesa donde desde el día pasado había dejado la bandeja con la comida, la cual estaba intacta

—No he tenido apetito

—Estas embarazada, debes comer algo

—No es asunto tuyo

—De ahora en adelante todo lo que concierne a ti es asunto mío — guarde silencio — el desayuno esta por servirse, ¿esta vez sí me acompañaras?

—No — respondí sin más

—Tendrás que comenzar a acostúmbrate Lea — se colocó a mi lado, pero con cierta distancia

—No habrá forma, eso tenlo por seguro, ahora lárgate

Jason dio un gran suspiro demostrando que estaba tratando de controlarse — No te conviene hacerme enojar Lea, realmente nunca me has visto enojado, así que más te vale comenzar a mejorar tu actitud

—O si no ¿qué? — lo mire sin mostrarle miedo alguno

Tomo mi rostro con una mano con bastante fuerza —Créeme, no querrás saberlo

—Por más que te esmeres, nunca podrás hacer que deje de repudiarte

—No quiero lastimarte por el estado en el que estás, pero si sigues con esa actitud no me dejaras de otra más que tomar medidas extremas

Por fin me soltó — Diré que te traigan el desayuno

—Haz lo que quieras

—Otra cosa más — se detuvo antes de salir pasándose las manos por el cabello — esta noche nos iremos de aquí

—¿A dónde?

—Lejos, donde no puedan encontrarnos. A iniciar una nueva vida

—Estas mal de la cabeza — en mi voz se encontraba el repudio

—Partimos a media noche

—Yo no quiero irme de aquí

—Tendremos que hacerlo mi amor, te recuerdo que la policía está buscándome, gracias a tus amiguitos

—No puedo irme de aquí — no podía irme, no podía dejar a mi tía, a mis amigos, a Stefan. Ellos eran las únicas personas que me quedaban

—Nos iremos a media noche — repitió una vez más y después se perdió detrás de la puerta

Entre Sus Brazos (ESM2) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora