Entre Sus Brazos (ESM2) ©

Capítulo 59

ALEXANDER

No había palabras para describir lo que todos sentíamos

El color negro era el protagonista desde el funeral. Había sido una pequeña ceremonia donde sólo los más allegados a la familia estuvimos presentes

—No tengo palabras para describir el como me siento — Lea comenzó a hablar mientras trataba de contener las lágrimas, pero le era imposible. Me partía el alma verla de esa manera, parte de mi quería quitarle todo ese sufrimiento pero yo sentía lo mismo — durante años me fui preparando para la llegada de este día pero el dolor es incomprensible. Agradezco a todos por estar aquí — el llanto le impidió el seguir hablando y Stefan le indicó que no era necesario seguir

Todos regresamos a la casa donde vivió Jim los últimos años para estar con ella

Habían pasado escasas dos semanas desde el fallecimiento de Jim y Lea parecía sumirse más en una profunda tristeza

—¿Como está? — me acerqué a Stefan

—Mal, paso una mala noche. Marie tuvo que darle un tranquilizante para que pudiera descansar. La esta pasando muy mal. — me miro — Tú tampoco luces muy bien

—De hecho nadie a podido descansar — dije mirando a todos los presentes

—Es verdad. Todos estamos muy conmocionados, pero sin duda los que más están sufriendo son Lea y tú

—En Jim por fin había encontrado a la figura paterna que siempre anhele tener y ahora ya no está

—La vida es tan injusta Alexander, pero no podemos hacer nada en su contra

—Totalmente de acuer...

El sonido de cosas rompiéndose y gritos llamaron la atención de todos

—¡Papá! — era Lea, el sonido venía de arriba — ¡papá!

Stefan y yo no perdimos más tiempo y fuimos escaleras arriba

El llanto de Lea venia de lado contrario a su habitación, Stefan inmediatamente supo de donde provenían

Corrio a mi derecha adentrándose por el pasillo que llevaba a las demás recámaras, así que fui detrás de él

Llego a una habitación y entro sin más

Pude observar que era la habitación de Jim, había muchos cristales en toda la habitación a causa de fotografías en el suelo y otros tantos artefactos que Lea había usado para liberar un poco de su dolor

—Ey —  Stefan le hablo con suavidad dándole a entender que estaba ahí, la tomó en brazos y la sacó de ahí llevándola a su habitación mientras ella lloraba desconsoladamente sobre su pecho — puedes quedarte con ella mientras voy por el botiquín

—Por supuesto, ¿esta bien?

— Tiene varios cortes en las manos, nada de que alarmarse

—No te preocupes, yo que quedo con ella

Entre a su habitación y la vi recostada su cama

—¿Cómo estás? — pregunte sentandome a un lado de ella — mira nada más como tienes las manos Lea

—Como se supone que continue después de esto, ¿cómo se supone que seguiré mi camino sin mi más grande acompañante?, ¿sin mi pilar?

Verla así, ver el como sus preciosos ojos continuaban llenándose de lágrimas.... no podía, simplemente no podía lidiar con ello

—No sabes lo que daría por que fuera yo quien absorviera tu dolor

—¿Dónde está Stefan?