Zach Ashdown desapareció un 21 de febrero, nadie lo vio, nadie sabe qué sucedió ni cual fue el motivo. La policía no tiene pistas ni nada que les ayude a dar con su paradero aumentando la desesperación en su grupo de amigos quienes deciden buscar la...
—¿No te parece curioso? —inquiere Lex sujetando con fuerza el brazo de Lin.
Ella voltea a mirarlo intrigada.
—Ese pájaro de ahí canta como si estuviera pronosticando un mal augurio.
Lin suelta una risa.
—No digas eso, esas cosas no existen.
Luego de que un extraño mes ha pasado en Felmor, las cosas entre este grupo de chicos no han mejorado. Entre Dan y Pam hay una gran tensión que bien podría cortarse con una tijera, Lex hace micos y pericos por mantener un ambiente normal cuando todos se reúnen, quizás pensando en que es lo mejor para que Lin no se percate de la situación real. Pero lo cierto es que Lin, lo sabe todo y no le queda más que fingir que vive en la ignorancia, probablemente porque no quiere separarse de ellos.
Les he seguido la pista a todos estos chicos, sé dónde viven, las rutas que toman para ir a sus casas, sus rutinas, sus personalidades... casi todo menos sus pensamientos porque no soy lector de mentes.
¡Oh! Y hablando de ello, tú, si tú, tienes una tarea pendiente conmigo. ¿Aún no la sabes? Bueno, estoy arriesgando mi vida al narrarte todos estos acontecimientos. ¿Qué tal y si alguno me descubre? Lo menos que tú puedes hacer es averiguar quién soy, pues, porque... la verdad alguien tiene que hacerlo.
Aunque, eso puede esperar.
En un principio pensé que Lex y Lin se habían reunido en el parque de la ciudad para eso que ustedes les llaman «citas», no lo sé, es que hay cierta química entre ellos que resulta un tanto atrayente. A lo mejor es porque Lex siempre busca proteger a Lin y ella, pues ella siempre busca ser protegida. Sin embargo, el motivo de su reunión no era para ninguna cita.
Me pareció extraño que ambos llevaran carpetas en sus manos y que además de ello Lin sacara de su bolsón un gran tarro de lo que parecía ser pegamento. Cuando ambos se encontraron se sumieron en un tierno abrazo y luego de ello con un asentimiento de cabeza empezaron a caminar. Con sigilo, comencé a seguirlos pues veía que se detenían en ciertos lugares, pero no alcanzaba a distinguir que era lo que hacían.
Hasta que me detuve en un lugar en el que ellos lo hicieron.
Un poste, con el siguiente cartel:
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Al parecer la desaparición del chico se había tornado algo más serio, ya que en un principio se especuló pudo haber sido algún desliz, pero viendo que ya pasó un mes, esto ya pinta a algo más preocupante.
Miro con tristeza el cartel y continúo siguiendo a la pareja que se detienen frecuentemente a colocar los carteles.
—Aún no entiendo por qué seguimos haciendo esto —murmura Lin tomando asiento en unas bancas luego de casi inundar toda la ciudad con carteles de búsquedas—. La policía tendría que encargarse, nosotros solo somos sus amigos, no estamos especializados en búsqueda y rescate.
