Capítulo cinco.
14 de mayo, 2018.
La noche es fría y oscura, hay pocas personas en las calles y la únicas que se encuentran van o bien acompañadas o caminando con la mayor precisión posible, pues si bien antes Felmor era una ciudad segura ahora con las constantes desapariciones todo se ha tornado más inseguro.
Todos toman precauciones. Las chicas siempre van acompañadas, aunque según las autoridades estás no corren peligro pues quienes están marcados como blancos fáciles ahora son los hombres, sobre todo, aquellos con ojos de color porque sí, ahora la policía también lo sabe, lo descubrieron solo que un poco más tarde. Y debido a ello, es probable que descubran más sobre el caso, aunque claro siempre más tarde.
Los chicos también van en grupo y quienes se están beneficiando de esta situación son las ópticas con la venta impresionante de lentes de contacto que han estado teniendo últimamente, pues si antes presumías el tener ojos de color, ahora no lo haces, ahora ¡Lo detestas! ¡Lo ocultas! Porque nadie sabe quien es el asesino y por supuesto nadie quiere ser secuestrado, pues puedes estar siendo observado y tú aún no te has dado cuenta. En estos tiempos, no puedes confiar en nadie.
Sin embargo, hay una chica que no le importa mucho todos los rumores que circulan por las calles, pasa por alto las advertencias y a diferencia de las demás camina ella sola por sitios pocos transitados para poder llegar a su casa. Déjame describírtela, lleva puesta una bata banca y su cabello pelirrojo va atado en una coleta alta, sus ojos azules brillan a la luz de la luna y su rostro destila seriedad y arrogancia completa. Camina erguida, con elegancia como si todos están por debajo de ella.
Pam acaba de salir de la clínica, su turno ha terminado y será cosa del destino, pero usualmente las calles que ella transita siempre están llenas de personas, pero hoy, hoy están vacías, solo se escucha el ulular del viento y nada más. Si yo fuera ella, justo ahora estaría muriéndome del miedo, pero ella parece no tener, eso o no lo está demostrando, aunque, al ver sus manos hechas puños, mmm, yo creo que si lo siente.
Miro un poco más hacia delante de ella, está por llegar a un callejón con muchas gradas, tiene que atravesarlo para poder llegar al complejo de apartamentos en el que vive. Usualmente en dicha calle, las lámparas siempre están encendidas, pero hoy, hoy veo una total oscuridad y los focos hechos añicos.
¡Ah, era por eso!
A medida camina, creo que puede percibir la oscuridad que le espera más adelante por lo que con su mano temblando un poco la veo sacar su teléfono y llevarlo hacia su oído.
¿A quién estará llamando?
—¿Lex?
¡Ah! ¡Claro a quién si no!
—Espero no estar molestándote —dice ralentizando el paso—, es solo que necesito escuchar la voz de alguien.
¡Ah! Justo ahora desearía tener el oído un poco más desarrollado.
—Voy camino a casa, pero tengo que pasar por un sitio oscuro y... me da algo de temor —murmura mordiendo su labio inferior.
¿Cómo que te da miedo? ¡Pero si vas caminando despampanante! ¿Dónde quedó tu valor?
—Sólo háblame de cualquier cosa.
Observo como exhala un suspiro y asintiendo con su cabeza, empieza a caminar un poco más rápido cuando llega a la primera grada, conforme va bajando la luz de la luna que lograba iluminar ese espacio va desapareciendo dando paso a la oscuridad.
—Me faltan bajar unas gradas más y pasar por una calle angosta —susurra—. Quiero usar la linterna del celular, pero no quiero dejar de oír tu voz.
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Obsesión✔️
Misterio / SuspensoZach Ashdown desapareció un 21 de febrero, nadie lo vio, nadie sabe qué sucedió ni cual fue el motivo. La policía no tiene pistas ni nada que les ayude a dar con su paradero aumentando la desesperación en su grupo de amigos quienes deciden buscar la...