Después de la boda

La verdadera sorpresa

Bombas desarmadas, ya no había peligro y todos suspiraron aliviados. Félix también entregó el antídoto y por su colaboración le reducirían la sentencia, había una famosa empresa farmacéutica que ya lo tenía en la mira por sus habilidades y consideraría requerir su colaboración para una mayor reducción en su sentencia.
Marinette al principio no estaba del todo convencida, pero vio en él algo que ya no quedaba en Gabriel Agreste, la esperanza de comenzar de nuevo, eso la alivió, lo menos que deseaba era más dolor para su esposo.
Todavía no se habían reconciliado del todo, pero no le guardaba rencor, ella sabía de lo difícil de su situación en el momento. Tenían cosas que hablar...
Ambos se miraron, estaban en la panadería de los Dupain-Cheng. Sus amigos los miraban tensos, hasta que alguien rompió el silencio.

- ¿Van a decir algo o los puedo saludar?- Era Luka sonriente. A su lado Alya, también recuperada plenamente.

-¡Amor! No me dijiste que hoy era el alta.- Nino la abrazaba fuertemente- ¡No me vuelvas a dejar solo así! ¡Hablar solo yo es aburrido! Dale, di algo.- tenía una mirada de adoración por su esposa. Todos se reían. Kagami estaba del brazo de su marido y los traviesos gemelos con sus abuelas, que no podrían ser más diferentes.

-Aquí Alya Cesaire reportando desde la panadería de los Dupain-Cheng. ¿Algunas palabras de nuestros héroes y amigos?
Todos reían. Marinette sonrió y dijo: sí, bienvenidos de vuelta, los extrañé.
Chloe miraba el teléfono: Dice Lila que los verá esta noche en el club, está visitando a Félix.
Todos se miraron extrañados: ¿Lila y Félix?
Adrien sonrió satisfecho. Ellos sabían lo que era estar solo, habían pasado por momentos difíciles y los afrontaron con ayuda de sus amigos, se entenderían muy bien. Cuando Adrien le preguntó más temprano sobre la repentina amistad vio a su primo sonrojarse y decir que no era nada, que le pareció interesante.
-Bueno, lo diré yo, son tal para cual lo que pobre de quien le dé clases al hijo de esos dos- Chloe se reía pensando en eso y todos tuvieron una rara imagen mental del niño y agradecieron por no ser maestros.
-Yo creo que será mejor que sus padres. Ambos aprendieron de sus errores- Dijo Rosita optimista y Juleka le contestó: no son ni novios y ya ustedes los están casando.
Todos reían felices de lo bien que había resultado todo. Marinette miraba a Adrien en silencio sin saber qué decir.

-Marinette- Dijo algo tímido- ¿Vendrías esta noche a las once al club de Nino?
-Sí, por?
-Es que...tenemos una sorpresa para tí.