Después de la boda

Divide y vencerás

Adrien estaba rastreando a Félix. Lo que no sabía era que Marinette estaba también cerca de encontrarlo. Habían encontrado a la misma figura borrosa en varias cámaras de seguridad y estaban trazando su trayectoria desde su último ataque.
Después de unas horas, todavía cubierto por el velo de la noche, llegó por fin a un laboratorio clandestino. Dentro, quien una vez fuera la viva imagen de Adrien, lucía demacrado, desaliñado, concentrado en un extraño dispositivo.
Adrien lo miró preocupado, podía intentar razonar con él.
-Hola Félix.
-Querido primo....así que me has encontrado... Cómo? No, no me digas, mi tío Gabriel sigue lo suficientemente cuerdo como para hablar? Entonces estás aquí para detenerme supongo.
-No, quiero hablar contigo. Sé que debes estar haciendo esto por tu madre, y sé mejor que nadie el dolor que su pérdida te causa. Pero los prodigios no te la devolverán. No sin quitarte algo. Probablemente tu vida...
- ¡¿Y crees que me importa?! Felizmente pondría a todo París a dormir si eso me la trajera. Si solo puede vivir partiendo yo no me importa el costo. Era lo más preciado para mí y es mi culpa que no esté.
- ¿Tu culpa? Murió de cáncer.
- Sí, y yo estaba trabajando en un medicina para salvarla. Pero el laboratorio para el que trabajaba no me escuchó de los peligros de saltarse pruebas, vieron los efectos milagrosos en unos monos y ya quedaron convencidos. Solo para dársela a un político corrupto que les había pagado una considerable suma...Y lo salvó. Convencido la llevé a mi madre, tan débil ya en el hospital...Y pensé que lo había logrado pero días después de su recuperación tanto ella como el político fallecieron, solo hacía desaparecer temporalmente la enfermedad, después triplicaba su fuerza y mataba instantáneamente. Por supuesto escondieron las evidencias, cerraron el programa y me despidieron. Así que sí, fue mi culpa que mi madre muriera.
-No, no es cierto. Fue culpa de ellos, puedes desvelar lo que pasó. Eres brillante, puedes trabajar en una nueva cura, estabas cerca...Y cómo tributo a ella salvar millones de vidas.
-No me importan millones de vidas, solo una. Dame tu prodigio primo.
-Por favor Félix, solo quiero el antídoto, te ayudaré a exponerlos y saldrás adelante... Por favor.
-No, la tregua ya casi expira y tengo planeada una sorpresa para ustedes.
- Por favor, detente.

En eso llegó Ladybug con las tropas especiales, rodeando el lugar.
-A-Adrien? ¿Qué haces aquí?
- Te explico luego amor.
-De acuerdo, arresten al Dr. Félix.
-No, esperen.

Ladybug duda por un momento y Félix saca un control remoto para liberar el gas del dispositivo, iba a presionarlo cuando un soldado le dispara en la mano y se lo impide.
-Aghhhh, intenten lo que quieran. Pero no me detendrán. Ya está en marcha la sorpresa Ladybug... ¡Y no salvarás a tus amigos ni a nadie más!