¿Él es mi hijo? (Omegaverse)

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Narra Taehyung

Me encontraba recostado bajo la comodidad y resguardo de los brazos de mi alfa,  al fin estaba en mi casa, Soobin se encontraba dormido en su cuna y eso era lo mejor que pude experimentar.

Yo sé que Yoongi es mi destinado, pero por alguna razón mi lobo también reconoce a Jungkook como su otra mitad, ahora que lo pienso tal vez él y yo no eramos destinados y solo nuestros lobos se llevaban bien, es lo que me obligaría a creer. Jungkook es un chico muy alocado, pero es muy buena persona, le gusta hacer las cosas de manera espontánea, disfruta de vivir el momento al máximo, cuando encuentra algo que le gusta no descansa hasta tenerlo, eso lo se muy bien. Yoongi en cambio es tranquilidad, seguridad, le gusta analizar todo antes des tomar desiciones importantes. Los dos son tan diferentes, pero por alguna razón a mi lobo le agradan ambos.

Recordé aquel momento cuando Jungkook se me declaró, yo acepte, porque en serio quería a Jungkook, su personalidad me daba vitalidad, pero cuando conocí a Yoongi mi lobo entró en una tremenda encrucijada, porque no sabía a quién elegir, es por eso que me dejo la decisión a mí. Se me hacía absurdo siquiera imaginar que tenía dos destinos, pero al ver como mi lobo reaccionaba ante los dos me era muy contradictorio, por eso solo pienso que es una tontería de mi lobo, así que dejé a un lado mi lado animal y me enfoqué en mi parte racional, quería, no mejor dicho anhelaba con todo mi ser tomar la desicion adecuada, hasta ahora no se si fue la opción correcta, pero al ver el rostro de Yoongi tan relajado durmiendo, solo me llena de felicidad y si a eso se le suma el tener a mi pequeño Soobin, todo estaba bien, tal vez no como me hubiera gustado que todo suceda, pero al menos estaba feliz y tranquilo.

Aunque el sueño se estaba apoderando de todo mi ser, no quería hacerlo, tenía miedo de seguir durmiendo y perderme momentos importantes, pero mi cuerpo necesita algo de descanso si no quería empeorar en mi estado de salud, por eso de apoco fui sediento ante el sueño.

Sentir unas manos pequeñas tocar mi cara, y besos esparcidos por mi frente, definitivamente era una manera muy agradable de despertar, al abrir mis ojos comenzaron a enfocar de apoco mi entorno, mi sonrisa surgió de pura inercia al ver a mi pequeño cachorro con sus manos estiradas tocandome, y a mi alfa con su rostro tan cerca al mío, si todas las mañanas iba a despertar así, ya tenía un motivo para querer seguir viviendo.

Después de compartir un momento tan cálido, Yoongi tuvo que levantarse para ir a la empresa y tener una junta, en verdad quería pedirle que se quedara conmigo, pero de algo debo alimentar a mi hijo y como ahora no puedo trabajar, dependo de mi alfa. Se que exagero, pero nunca me a gustado que la gente sea irresponsable y es por eso que no dejaré que mi alfa se convierta en uno.

Aunque la despedida fue dura, al fin Yoongi se marchó después de despedirse de mí y de Soobin, una vez que el salió de la casa, enseguida la puerta de nuestra habitación fue tocada, yo solo dije "adelante" mientras comenzaba a sentarme, con Soobin recostado en mi abdomen.

La puerta se abrió dejando ver a la empleada que Yoongi contrató desde que yo estaba en el hospital. Cuando ella ingresó, pude ver que se trataba de una señora de unos 50 o 60 años aproximadamente, no desprendía olor, por lo que supuse que era una beta, en su rostro eran algunas arrugas rodeaban sus ojos cafés, que demostraban amabilidad y serenidad, su nariz era respingada y sus labios estaban pintados con un labial rosa, para nada exagerado.

La señora con una sonrisa en su rostro me dijo:-

-- Buenos días señor Taehyung, yo soy Choi Jiwoo y espero que se sienta contento con mi trabajo y mi presencia.

Yo solo dije:- Tranquila y deja las formalidades a un lado, no me gusta que me traten de señor, usted puede llamarme solo Taehyung o Tae, como se sienta más cómoda, y espero que nos llevemos muy bien.