2🖤

957 66 1
                                    

Pasan los días y yo sigo aquí sentado esperando que esos ojos me vuelvan a llevar a una dimensión desconocida.

🌧

Hoy cumples tu segundo mes en la misma habitación, ¿sabes? Baekhyun vino hoy; parece que aún no ha superado bien lo de su aborto, y el hecho de que no atrapen al culpable solo empeora las cosas.

En estos momentos, al ver el estado en el que se encuentra tu hermano, es mejor que sigas durmiendo. Aunque suene estúpido, sé muy bien que intentarías consolar a tu hermano, y al sentirte frustrado entrarías en un estado similar.

Después de la visita de tu hermano, me quedé conversando con tu madre. Ella me explicó que Baekhyun se siente culpable del accidente. Él dice que si no hubieras ido ese día al hospital a ver su estado, estarías disfrutando de tu embarazo en toda su plenitud.

Cuando hablábamos de ese tema, le recomendé a tu madre que sería una buena opción llevar a mi cuñado al psicólogo; su estado es deplorable, y a pesar de que su alfa está a su lado, parece estar perdido, y me da miedo que pueda hacer algo estúpido.

La hora de visita terminó, tu madre se fue dejándome solo contigo. Vi tu rostro pálido y me frustré bastante. Cómo desearía ser yo el que está en esa cama y que tú estés alegrando al mundo con tu maravilloso ser.

Mientras estaba inmerso en mis pensamientos, una enfermera ingresó en la habitación con un ramo de flores en la mano. Dijo que un chico lo dejó en la recepción y pidió que te lo entregaran. Después de decir eso, ella salió dejándonos nuevamente solos.

No me extrañó eso, ya que siempre has tenido muchos amigos, por lo que era probable que fuera uno de ellos.

Buscaba un jarrón para poner las flores cuando tomé el ramo para mirar quién te las envió. Encontré una tarjeta que decía: "Yo siempre esperaré por ti", y debajo de esa frase estaba escrito el remitente.

Ni bien leí el apellido, arrojé el ramo al piso. En esos instantes pasaba una niña de unos 8 años que, al verme hacer eso, se adentró en la habitación y me dijo: 

"Señor, no destruya estas lindas rosas; la madre naturaleza nos las da para admirarlas, no para estropearlas."

Cuando escuché esa voz tan delicada, llevé mi vista a la niña que estaba en la habitación. Me sorprendí al mirar a una pequeña niña con una tonalidad de piel algo clara, con ojos grandes de color negro. Su cabello era de la misma tonalidad de sus ojos, sus pequeños labios, que deberían tener una tonalidad rosada, estaban algo morados. La niña llevaba la misma bata que tú, con la diferencia de que debajo de esta llevaba puestos unos pantalones.

Iba a preguntarle a la niña qué estaba haciendo dentro de la habitación, pero ella se adelantó y dijo:

"¿Si no las quiere, me las puede regalar?"

Solo asentí con la cabeza. De hecho, estaba pensando en tirar ese ramo por la ventana, pero al ver la carita de esa niña, mejor decidí regalarlas.

Ella salió con el ramo en sus manos. Miré mi mano y aún tenía en ella el papel donde estaba la estúpida frase y el nombre de "Jeon Jungkook". Por eso, rompí el papel y lo tiré en el basurero.

El simple hecho de recordar cómo una vez ese estúpido entró en la habitación haciéndose pasar por tu alfa aún me molesta demasiado. Todo porque ese día tuve que ir a la empresa y no pude quedarme contigo. Por eso, cuando llegué a la habitación y vi a ese idiota sosteniendo tu delicada mano, me enfurecí, lo golpeé y le ordené a seguridad que lo sacaran de inmediato. Con solo recordarlo, me provoca molestia.

Consecuentemente, mejor me senté en mi lugar y tomé tu frágil mano. Sentía que en cualquier momento se podría romper. Posé mi mirada en tu bello rostro, para después ir bajándola hasta tu hermosa pancita que ya tenía un bulto algo crecido.

Si estuvieras despierto, apostaría todos mis ahorros a que esa panza estaría más grande. Conociendo lo goloso que eres, me hubieras hecho comprar un montón de comida con el pretexto de que es para el bebé, y yo, como un tonto, te las hubiese comprado sin oponerme.

Mi madre me llamó para preguntarme por tu estado. Yo le respondí lo mismo de siempre: "Los doctores dicen que no hay progreso, pero el bebé crece sin anomalías". Me da mucha rabia que ya me sepa el discurso completo, aunque sé que tú despertarás. De eso estoy totalmente seguro. Por eso, esperaré el tiempo que sea necesario con tal de verte saltar por toda la casa buscando llamar mi atención.

Mientras tocaba tu piel, el sueño se adueñó de mí, haciendo que sucumba ante él.

🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤

Estaba con Jimin, sentado sobre mi regazo, esperando la llegada de su mejor amigo y su novio. Según Jimin, quien era mi pareja desde hace mucho tiempo, él extrañaba mucho a su amigo, ya que no lo veía desde hace 3 años. Por mi parte, intentaba no mostrarme interesado, pero algo en mí me decía que esa espera cambiaría mi vida por completo.

Recuerdo cuando Jimin se me declaró. Me pareció extraño que un omega sea tan osado, pero yo le dije que estaba buscando a mi destinado, cosa que él tomó con gracia para luego decir:

" Eso es solo una leyenda, nadie asegura que puedas encontrar a tu destinado."

Yo, al escuchar eso, me molesté, ya que mis padres eran destinados, y ellos me contaron que estar juntos era la mejor experiencia que vivieron. Además, fruto de ese amor, nací yo, un alfa que anhela encontrar a su destinado. Por eso, con algo de irritación, miré a Jimin. Él cambió su semblante burlón a uno algo temerario, para después decir:

"Entonces, ¿qué te parece? Si tú y yo salimos, nos divertimos, y en caso de que alguno de los dos logre encontrar su destinado, pues nos separamos y ya está."

Escuché eso, me pareció una oferta justa, por eso la acepté. A los 9 meses de aceptar ese noviazgo, Jimin me comentó que debía conocer a su amigo que estaba de regreso en el país, por eso debíamos encontrarnos en el parque.

Estábamos esperando pacientemente la llegada de ese par. Yo me recosté en el pasto del parque y cerré mis ojos, cuando de repente sentí un olor a fresas con moras que me embriagó de inmediato. Alcé mi mirada con mucha rapidez y ahí estaba un chico de piel canela, con su cabello castaño. Sus ojos eran grandes de un color café que me hizo pensar que ese color era el más bonito del mundo. Sus labios eran de un rosa coral que me embobaron al instante. Lo único malo es que estaba sujetando la mano de un chico más alto que él, con cabellera rojiza de contextura algo ruda, con su piel de tonalidad clara, su nariz algo ancha y sus labios estaban fruncidos, de hecho, parecía que estaba enojado. En ese instante, mi lobo se alborotó demasiado y comenzó a dar saltos en mi interior. Fue ahí cuando supe que encontré a mi destinado.

Y le agradezco enormemente a la luna que mi destinado seas tú, Kim Taehyung.

Nota:

Esta historia es mi primer omegaverse, de hecho la tenía pensada y estaba en borrador, pero me olvide de publicarla por andar de pendeja.

Sigo editando :)

¿Él es mi hijo? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora