VI

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Pedido por Dios-Ruso-Fyodor

○Akutagawa Gin○

No creía que formar parte de la Agencia involucrara sentimientos por el otro bando. Se ve algo contradictorio pero nunca se nos dice a quién no podemos hincarle el diente.

—Pobre de ti—dice Yosano a mi lado.

—Bueno... no le veo lo malo.

—Pero ni siquiera sabes si es hombre o mujer.

—Por eso soy bisexual, amiga mía.

—Oh, cierto. No recordaba ese detalle. Como nunca me cuentas nada de eso.

—Lamento ser una asocial de mierda.

—Al menos sabes cruzar la calle e ir sola a hacer tus actividades. Sería horrible que no pudieses pedir una leche en la tienda de conveniencia.

—Es un punto bueno, sí. Pero igual soy una asocial de mierda.

Gin, miembro de la Port Mafia.

Y yo miembro de la Agencia Armada de Detectives.

Igual nunca me importó lo que fuéramos para nuestras asociaciones. Haría mi trabajo. No involucraría nada personal en lo profesional.

...

O eso pensaba. Pero mis acciones decían todo lo contrario.

"—Denegado.

—¡Vamos, Fukuzawa-sensei! ¡Por favor! Es solo una relación que no involucrará mi trabajo o lo afectará, ¿si~?

—(T/n), eso dijiste de Guild y casi terminas teniendo un trío allí e incluso les brindaste importante información del gobierno.

—No es mi culpa que todos estén tan buenos. Por ellos me vuelvo Batman si me lo llegasen a pedir.

—Me seguiré negando.

—¡Sensei! Una cosa fue Guild y otra cosa es la Mafia. No es la misma cosa. No están las mismas personalidades o los mismos propósitos. ¿Puedo? Porfiiiis.

—Si veo algo entre manos no preguntes el por qué de tu salario."

—Me alegra mucho andar por mi cuenta.

Mientras pateaba una pequeña piedra para distraerme en el camino, ya que solo acompañaba a Yosano para dejarla en un sitio, la pequeña roca chocó contra unos pies. Eso me hizo buscar otra piedrecilla si no fuera porque simplemente me jalaron para esconderme en un callejón.

—¿¡Sabes quién es ella!?—me preguntó la rubia de la Port Mafia.

Miré en aquella dirección donde su dedo apuntaba.

Una chica de cabello largo y muy linda estaba al lado de Akutagawa.

—Puede no tener una buena delantera pero está buena—mencioné mientras analizaba todo de ella.

—¿¡Sabes quién es!?

Quito mi mano de mi barbilla y pongo ambas manos en mi cintura.

—Si te soy sincera, no. Aunque siento que ya la he visto antes.

—¿Dónde?

—Higuchi, ¿cierto?

Ella asiente.

—No lo sé. Pero su rostro... no. Quizás su altura...

Ella se distrajo conmigo un rato, pero igualmente estaba atenta a los chicos, y después me lleva del brazo siguiendo a los dos que estábamos viendo.

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