Mozzafiato

II

○ Miyazawa Kenji ○

Hacía mucho desde que Kenji y yo habíamos comenzado a conocernos. Nuestras familias eran vecinas y cada una le daba a la otra lo que le hiciera falta cuando el día de las cosechas se acercaba.

Kenji era menor a mí por quizás 3 meses. Y aún así él lograba verse como el mayor de los dos.

Yo era alguien muy débil y tímida, él, en cambio, era alguien fuerte y alegre. Éramos tan opuestos que no supe en qué momento comenzamos a jugar juntos.

En mi familia había más que simples cultivos y ganado. Teníamos un par de búhos y dos conejitos que eran padres de otros 10. Tuvimos que separarlos por algunas razones.

—(T/n)—murmuró el rubio.

Con mucha dificultad logré decir "¿Qué pasa?"

—Ayúdame—pidió—No sé cómo empezar.

Asentí nerviosamente y le mostré cómo tejer las cestas.

—¡Ya veo!—exclamó—Era así de sencillo.

Sonreí tímidamente y regresé al mío. Continuamos así con unas cuantas risas traviesas.

○•••○

—La... perdimos.

—Sí.

Mis hermanos mayores eran muy sobre protectores. Me alejaban de cualquiera y me acompañaban a todos lados.

—(T/n), por favor. No nos dejarás, ¿verdad?

Ladeé la cabeza en confusión.

—Haji, idiota. Hermanita, nos referimos a que no te casarás y nos abandonarás, ¿cierto?

Parpadeé un par de veces y al no saber qué responder solo alcé los hombros con desinterés.

Pasé por su lado y metí las cestas donde debían. Saqué un vaso y me serví un poco de agua.

—El hijo de los Miyazawa es solo un amigo, ¿no?

Asentí ante lo dicho por mi hermano Kaito.

Lo escuché soltar un suspiro de alivio.

—¿Y mamá?

—Con las vacas—responde el mayor, Haji.

—¿Y papá?

—Con la leña—responde ahora el castaño, Kaito.

—Ya veo. Iré a alimentar a mis bebés.

Ambos asienten con desinterés para volver con sus cosas.

—Hola—sonrío tímidamente—¿Están hambrientos? Les traje su comida favorita, Keiji, Koutaro.

Abrí la rendija para que salieran. Se dieron unas cuantas vueltas mientras yo terminaba de servir su comida.

—¡Listo!—les grité.