"Nunca me Olvides"

Capítulo VII

Los pétalos de las flores caían como gotas de lluvia, los ciudadanos le regalaban aplausos a sus guerreros y sobre todo a su rey, algunos se acercaban hacia ellos y colgaban de sus cuellos collares hechos con flores.

Podía sentir la molestia e incomodidad de mi gente, estaban celebrando nuestra captura.

Los griegos nos miraban con odio, rencor, repúdio y gritaban cosas como: ¡ Muerte a los bárbaros!....¡Salvajes, animales! entre otras ofensas más que no me atrevo a decir.

De un momento a otro nos dividieron en dos grupos, las mujeres tomaron el camino hacia la izquierda y los hombres el de la derecha.

Mi cabeza se alzó un poco para poder tener visión de lo que sucedía al frente.

Un soldado estaba guiando nuestro grupo por una serie de complejos que no supe descifrar. Alejandro le estaba dando órdenes a uno de ellos antes de marcharse en su caballo para la dirección opuesta a la nuestra.

En cuanto pasó por mi lado nuestras miradas se cruzaron, se veía tan impotente desde su caballo que causaba un miedo en mi que no supe el porqué.

Su mirada mantuvo la mía hasta que fue desapareciendo de mi campo de visión.

Un jalón en mis manos atadas me trajo a la realidad, estábamos en otra parte de la ciudad, lo sé por la tranquilidad que habitaba.

Por lo que veo muchos soldados habitan está zona, parece que hay algo muy valioso por aquí para que haya tanta seguridad.

En la lejanía se podían ver unos hermosos jardínes adornados por arbustos y preciosas flores que nunca en mi vida había visto, en la cima de una colina habitaba un inmenso palacio que brillaba cuando los rayos del Sol impactaban contra él...a quién le pertenecerá?

- La Acrópolis de Atenas - gritó el soldado que nos guiaba - el palacio real...tengan la dicha de admirarlo aunque sea de lejos salvajes - río - bárbaros - susurró

Así que eso es la Acrópolis, es un lugar hermoso, mis ojos se iluminaron y una pequeña sonrisa asomó en mi rostro, ojalá lo hubiera conocido en otras circunstancias.

Hace minutos que llevamos caminando y mis piernas no aguantan un paso más, estoy agotada, una inmensa muralla se encontraba ante nosotros, sus enormes puertas se abrieron permitiéndonos el paso.

A las afueras de la ciudad, en un lugar apartado, con un montón de guardias por doquier se alzaba el lugar de nuestro destino final....la cárcel, la prisión.

El lugar estaba desolado, con un olor a moho por todo el lugar y el ambiente no era muy acogedor que digamos.

Cinco guardias se nos acercaron con dagas en sus manos, en ese momento quise desfayecer...nos iban a matar...este sería mi fin.

El soldado que era el encargado de guiarnos se acercó a mí empuñando su daga mientras me sonreía de una forma siniestra.

Cerré mis ojos fuertemente esperando lo peor, pero nunca llegó, solo sentí como desgarraban la soga que sujetaba mis manos para que está cayera a mis pies.

Miré a mi alrededor, todas las mujeres se hallaban dentro de las celdas, mi vista buscó a mi hermana hasta que la encontré.
Agarraba fuertemente los barrotes, está de más decir que estaba enojada, sus nudillos estaban blancos de tanto ejercer fuerza.

- Son unos malditos!! - gritó

- Cállate bastarda - un soldado la golpeó con un objeto de metal directo en la boca

Llevé mis manos a mi boca por el asombro, mis ojos estaban bien abiertos mientras que las lágrimas amenazaban con salir, como podían cometer tal atrocidad, esto es maltrato.

Mi hermana por el impacto perdió el equilibrio haciendo que cayera de espaldas contra el duro suelo, pude escuchar un quejido salir de sus labios.

Unos de los soldados se dirigía hacia mi a grandes pasos, parecía molesto, en cuanto estuvo delante de mí me miró con asco para después agarrar fuertemente mi brazo sacándome un quejido de dolor.

- Camina esclava! - gritó a centímetros de mi rostro

Una enorme mano se posó encima de la suya, deshaciendo el agarre que tenía en mi brazo, alcé mi vista nublada por las lágrimas para encontrarme al mismo soldado que nos había traído mirando con seriedad al otro.

- No - me jaló y me puso a su lado - ella viene conmigo...

- Para? - dijo desconfiado

- Debo llevarla a palacio, por órdenes directas del rey..Alejandro.....

- Que?...

WOW 😱....

Continuará......