La lluvia había cesado, estoy días han sido lluviosos, seguro que un mal clima se avecina.
Estoy en mi capra que a la vez es compartida con mi hermana Bricia, cepillada mi cabello sentada en la cama mientras que ella afilaba su espada con mucha fuerza, pensé que iba a perder el brazo.
- Que es lo que te sucede? - cese mi cepillado para mirarla
- No permitiré eso Kaysa - aplicó más fuerza al afilado - no lo haré
Me levanté para acercarme a ella y delicadamente tomé sus manos haciendo que me mirara.
- Sabes que no podemos hacer nada respecto a eso - susurré sutil - es la desición de nuestro padre
- Haré lo posible por qué no cumpla su palabra - agarró con fuerza mis manos - aún eres una niña - me miró con dulzura - mi luz....
- Sabes que no soy una niña - dije sonriendo - ya cumplí veinte...
- Así cumplas treinta - río - seguirás siendo una niña para mis ojos - se levantó - ahora vamos a dormir - jaló de mis cachetes - ya es tarde
Sonreí para después acostarme en mi cama mirando hacia arriba, cubrí mi cuerpo con las mantas para esperar a que el sueño se apoderara de mí.
Sentía la lenta y calmada respiración de mi hermana, señal de que ya se había dormido, no sé cuántas horas habían pasado, tal vez ya era de madrugada, no sé, pero aún no podía consiliar el sueño, ni podía dormir.
Me fui incorporando en la cama para terminar sentada en ella, todo estaba en oscuridad total, desde aquí podía sentir los ronquidos de mi hermana, de seguro que estaba agotada por toda la caza y esas cosas.
Me levanté lentamente para evitar cualquier ruido que pudiera despertarla, agarró una manta para cubrir mi cuerpo, la noche estaba fría, abrí lentamente la carpa y salí de ella.
El frío viento golpeó mi rostro ondeando mi melena por todas partes, si que había frío. No había ni un alma en el pueblo, solo los vigías y los compañeros que les tocaba hacer guardia esta noche.
La resplandeciente luna iluminaba todo el lugar, dando una hermosa vista del panorama.
Caminé hacia portón principal custodiado por dos enormes hombres armados con espada y arco vigilando la entrada, uno de ellos me resultó muy familiar.
- Que haces aquí tan tarde Kaysa? - dijo preocupado
- No tenía sueño y decidí dar un paseo - dije mirándolo
- Sabes que me preocupo y te quiero - tocó mi mejilla - no me gusta que estés sola de noche
- Lo sé - me alejé de él mientras caminaba hacia la salida - no iré lejos
Las ramas de los árboles danzaban con el viento dejando un sonido natural en el ambiente, mis huellas de perdían en la tierra mojada.
Cerré los ojos mientras suspiraba el aroma a tierra mojada, me encantaba ese olor tan práctico de ella.
El crujir de unas ramas hizo que abriera mis ojos asustada, miré hacia todos lados buscando al causante de dicho ruido.
No obtuve ningún indicio de seguro que era algún animalito en busca de comida.
Desconfiada dí media vuelta dispuesta a regresar pero una vez más ese ruido hizo que me detuviera, está vez venía detrás de unos arbustos.
Nerviosa y temerosa me fui acercando a paso lento, no sabía lo que había detrás de dicho arbusto.
Una enorme sombra detuvo mi andar haciendo que cayera sentada en la húmeda tierra, una enorme figura de larga cabellera rubia hasta los hombros, con una brillante y dura armadura que cubría su torso y esos ojos...esos ojos azules que a pesar de la oscuridad de la noche pude mirar bien, era un griego y no cualquier griego.
Mi cuerpo no respondía, temblaba del miedo que me causaba este hombre, pensé que era un mito inventado por mi gente...pero no era así.
- Alejandro - susurré asustada
Él salió de entre los arbustos para acercase a mi de forma feroz, dobló sus rodillas para ponerse a mi altura, sus ojos me observaban intensamente yo simplemente lo miraba espantada. De sus labios se formó una media sonrisa mostrándome una hilera de blancos y perfectos dientes, su rostro se acercó al mío hasta que....
- Bu - susurró......
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"Nunca me Olvides"
De TodoLa antigua Grecia, lugar cumbre donde dió inicio la cultura universal, en sus rincones más recónditos oculta su antigua sabiduría. En sus bibliotecas, en cada uno de sus pergaminos están plasmados cada uno de sus logros a lo largo de la historia, pe...