5 Seconds Of Love

Prólogo.

Prólogo.

— ¡Vamos, vamos hijo! ¡Es hora de levantarse o te retrasaras!

El chico de cabello rubio trigo se movía en su cama mostrando señales de que ya había despertado, gracias a los para nada fuertes gritos de su mamá.

— Ugh .. mamá .. ¿Que hora es?.— Se sentó con mucha pereza en su cama abriendo los ojos lentamente, revelando un hermoso color avellana.

— ¿Cómo que, que hora es? ¡la hora de ir a tu nueva escuela, amor!

— Sabes que me refiero a la hora del reloj.

Solo recibió como respuesta el sonido de la puerta cerrarse.

Suspiro y se volvió a tirar en su cómoda cama.

Su madre lo esperaba con el maletero del auto abierto, mientras él y sus dos hermanos cargaban su equipaje.

Lo que sucedía era que no iba a ir a un colegio cualquiera, sino que a un internado, jamás había estado en un internado. Se le hacía raro, pero el colegio tenía prestigio, no era que tuviera buenas notas mas bien el iba para mejorarlas, además le gustaban las nuevas experiencias, si no lo intentaba jamas sabria que tal era.

— Apurense niños, que ya vamos atrasados!.— La madre del trío ya tenia los pelos de punta.

Llegaron a tiempo, no sabían como lo habían logrado, aunque bueno... ¡su madre había conducido como una maniática! Tenía el corazón que se le salia.

— Mamá esta loca.— Lauren, su hermana se agarraba el pecho.

— Ya lo se, cuiden de ella cuando no esté.

— Los estoy escuchando!— Su madre se daba vuelta graciosamente desde su asiento.

Todos rieron divertidos, eran una familia muy unida.

Bajaron del auto y comenzaron a sacar las maletas del chico.

— Ashy, te extrañare muchisimo mi vida.— Su madre lo miraba algo apenada.

— Yo también te extrañare, Ashton.— Su hermano menor se acercaba a abrazarlo muy fuerte.

— Yo también lo haré Harry.— Devolviéndole un fuerte abrazo.

— ¡Abrazo familiar!— Decía Lauren provocando que los cuatro se abrazaran muy apretado.

Todos se despidieron emotivamente de Ashton, dándole abrazos y buenas energías para su nueva vida. Les hubiera gustado ir a dejarlo a su habitación pero los dos más pequeños también tenían que ir a su escuela y su madre a trabajar.

Así fue como cargado de maletas comenzó a caminar a la oficina de la secretaría donde esta le entregó las llaves y el número de su nuevo cuarto.

Iba caminando dificultosamente por una especie de parque dentro del recinto arrastrando dos maletas grandes y un enorme bolso cruzado. Se alegró de ver que no era el único que llevaba mucho equipaje, todos se asemejaban a sus condiciones.

— MIERDA.

Sintió como alguien caía estruendosamente a su lado, más bien alguien volaba al suelo luego de haber tropezado con sus maletas. Muchos chicos voltearon a ver y reían silenciosos.

Había visto el momento exacto en que el chico caía al piso y había sido realmente muy gracioso, intento contener una carcajada, pero no lo logro y estalló en una fuerte y contagiosa risa, la cual provocó que más chicos rieran a causa de lo chistosa que era su forma de reir.

Vio al chico rubio en el suelo fruncir el entrecejo con el rostro completamente rojo.

Lo mejor era disculparse, aunque no había sido su culpa, pero sus maletas lo habían votado.