Parte 1

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Hogwarts una emblemática escuela de magia y hechicería reconocida a gran nivel por todo tipo de magos, justamente el período para entrar había llegado trayendo tanto nuevos como viejos alumnos consigo.

-¿hmm?- La rubia limpiaba la sala hasta que de la puerta por la pequeña abertura donde entra la correspondencia llega una carta blanca- ¿qué es esto?- no dio mucha importancia al sobre y lo dejó en la mesa pensando que era para sus padres.

-¡Anna!- gritó su hermana mayor llegando a la casa- ¿qué tal? Hoy fue un buen día ¿no lo crees? El sol brilla, los pájaros cantan y el cielo está depejado- respiro profundo.

-no me digas, padre te compró aquella escoba mágica ¿verdad, Emma?- sonrió y su hermana asintió con una gran sonrisa- que bueno.

-ah ya quiero volver a la escuela y presumir mis jugadas en el quidditch- hizo un movimiento con la mano asimilando como si estuviera jugando.

-¿quidditch?- ladeo la cabeza confundida.

-si, ya sabes donde se usan las escobas mágicas y vas a toda velocidad y- fue interrumpida.

-¡ya recuerdo!- chasqueo los dedos- perdón, no estoy muy relacionada con esto jeje.

-no importa, pero al menos acuérdate de lo que le gusta a tu hermana mayor- guiño el ojo y la rubia sonrió.

-ya llegamos- abrieron la puerta sus padres- nos quedamos comprando unas cuantas cosas- mencionó la rubia.

-si y tratar de traer esto- el azabache sacó la escoba y se la dio a su dueña.

-nos tardamos un poco ¿nos echaste de menos?- la rubia mayor se agachó a la altura de su hija menor acariciando su cabeza a la que está solo sintió su caricia.

-un poco, pero yo también soy fuerte- rio y su padre la alzó.

-¿con que si? Intenta derrotarme- el azabache empezó a "atacar" a Anna.

-¡oh no Emma sálvame!- la llamo como pidiendo auxilio.

-tranquila pequeña doncella, yo el caballero de brillante armadura, Emma, te salvare- alzó los brazos y fue a rescatar a la menor de su padre, mientras que Diana veía la tierna escena de lejos.

-que lindos- sonrió hasta que en la mesa vio una carta que decía: "Howgarts"- no puede ser...

-¿eh?- Yuugo paró el juego al ver a su esposa un tanto asustada- ¿sucedió algo Diana?

-mira esto- le entregó la carta y Yuugo la abrió leyendo todo-...

-¿qué pasa, qué pasa?- la pelinaranja se asomó y vio la carta y luego a su hermana- ¿Anna estudiará conmigo?

-¿qué?- mientras que la oji celeste no entendía del todo.

-esto no puede ser, pensamos que Anna era una persona sin magia- Diana se puso a pensar todo.

-pero en realidad no es así- resonó una voz, todos miraron a todas partes sin encontrar a nadie más aparte de ellos.

-... Vamos Isabella sal de tu escondite- dijo Yuugo y del fuego de la chimenea salió alguien.

-un gusto, Isabella Grace- se presentó a ellos- se que ustedes conocen la existencia del mundo mágico, pero al parecer no conocían la existencia de la magia en su niña.

-pues claro, Anna no presentó nada como Emma- Diana se cruzó de brazos encarando a la azabache.

-tal vez para usted que no está inmersa en este tipo de cosas- sonrió a la mujer.

Entre magia y varitas [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora