how we lived;; di angelo [ES]

happened

Último capítulo por un tiempo. Disfruten 💛

Happened

Will

—Oh, Nico se va a morir cuando te vea.

Sam sonrió con mis palabras apenas la vi.

—Gracias —dijo en voz baja—. Tú también te ves bien.

Le devolví la sonrisa.

—Gracias —Me acerqué un poco más a ella, intentando que Percy, quien veía por la ventana del pasillo previo a la terraza, no me escuchara—. Sabes que no te tengo ningún tipo de rencor, ¿no? Estoy verdaderamente feliz de que tú y Nico estén juntos.

Ella suspiró, asintiendo.

—Lo sé, Will, y significa mucho para mí.

Le di un corto abrazo antes de acercarme a la puerta.

—Estaré prestando atención a la piscina. Quizá puedan darme alguna señal para que encienda la música antes de que entren.

—Me parece una buena idea.

—Son muy afortunados, Sammy —le dije con cariño—. Todo va a salir bien.

Sam

—Cuando estés lista estará bien —había dicho Percy.

Quizá no contaba con el estado de nervios en que había estado sumida las últimas veinticuatro horas. Probablemente debería haber entrado varios minutos atrás, pero no lograba decidirme.

—No sé si voy a poder hacerlo —admití, viéndolo.

Él me devolvió una sonrisa y apretó mi mano con afecto.

—Dime, ¿quién es la persona que más te conoce en este mundo? —Nico, pensé—. ¿A quién tiraste al agua apenas lo conociste? ¿Quién te ha dado más dolores de cabeza que nadie más? ¿Quién se ha preocupado por ti los últimos diez años? —Nico, Nico, Nico—. Las respuestas a esas preguntas son un poco obvias, quizá. Ahora, intenta responder estas: ¿quién es la primera persona que viene a tu mente cuando cierras los ojos por las noches? ¿Con quién quieres despertar cada mañana? ¿Quién crees que va a cuidarte cuando estés embarazada y quién va a ser el padre de tus hijos?

Estaba decidida a no llorar aún, y cumplí con mi objetivo, pero no pude evitar rodear a mi hermano con los brazos.

—Vamos —murmuré—. Es el momento.

Nico

Al escuchar cómo la música comenzaba a sonar en los parlantes que Will había repartido por la terraza, mis nervios alcanzaron su punto máximo. Un segundo de la canción bastó para reconocerla; Sam me había hecho escuchar Lover, de Taylor Swift, más de una vez. Incluso habíamos bailado al ritmo de esa canción en la cocina una noche.

Reuniendo toda mi valentía subí mis ojos hacia la puerta. Tal como había dicho Jake, cualquier posible enojo entre nosotros desapareció, al tiempo que un escalofrío recorría mi cuerpo y una puntada en mi pecho indicaba que mi corazón se había detenido un segundo.

Lo primero que vi fueron sus tacones, brevemente apareciendo bajo la tela de su vestido cada vez que daba un paso más hacia mí. Estaba seguro de que no serían suficiente para que estuviera de mi altura. Nunca me había preocupado demasiado por que fuera más pequeña que yo, de todas formas. Eso permitía tener mejores abrazos.

Subí mi mirada por su vestido con lentitud, apreciando cómo la tela delicada y brillante lucía genial sobre su cuerpo. La falda caía perfectamente desde su cintura, la piel de su pecho cubierta además con un encaje blanco que no hacía más que darme unas incomprensibles ganas de abrazarla.