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Al llegar a la casa del mayor de los cuatro, empezaron a ver que podría ponerse, para su “cita”, no cita, como decían ellos.
Estuvieron más de una hora sacando ropa del closet, tirándola a la cama.

Luego de unos minutos. Sunghoon está listo para ir a la casa de Jake.

Jungwon, Ni-ki y Sunoo lo acompañaron hasta la entrada de la casa del castaño, para que Sunghoon no se escapara, y se vaya corriendo como siempre hacía, hoy no iba a ser como esos días; estuvieron parados, hasta que Sunghoon entrara.

— ¡VAMOS SUNGHOON HYUNG! ¡TOQUE EL BENDITO TIMBRE! — grita Ni-ki desesperado.

— ¡NO NOS VAMOS A MOVER, HASTA QUE LO HAGA!.

— NO ME GRITEN, SOY MAYOR QUE USTEDES MOCOSOS DE MI-.

En eso, se abre la entrada de la casa y aparece un lindo castaño.

— ¡Oh!, Sunghoonnie, ¡Hola! — lo mira con una hermosa sonrisa.

— J-jake.

— Oh, hola chicos — los saluda a los demás, que estaban mirándolos con una sonrisa de oreja a oreja.

— Hola hyung— lo saludan al mismo tiempo sin dejar de sonreír mirando a sus dos mayores.

— ¿Quieren pasar chicos?.

— No hyung, estamos bien; solo vinimos a dejar a Sunghoon hyung sano y salvo hasta su casa — le responde Ni-ki.

— Si hyung, nos vemos después, adiós tengan linda tarde — dice Sunoo sonriéndoles.

Los tres chicos se despidieron de sus mayores, y se fueron riendo por la cara del pelinegro, mientras él los maldecía.

Los tres chicos se despidieron de sus mayores, y se fueron riendo por la cara del pelinegro, mientras él los maldecía

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— Ahh... ¿Creen que le va a ir bien a Sunghoon? — pregunta Sunoo, mientras iban caminando a la parada de autobús.

— No solo le va a ir bien... ¡LE VA A IR MUY BIEN! — responde Jungwon con confianza.

—Hay que rezar por eso. Por cierto, se acerca tu cumpl- — Ni-ki fue interrumpido por su novio.

— ¿Mi qué?.

— Ehh .... se acerca... ¡TU CUMPLIMIENTO DE TAREAS!, SI ESO— dice Sunoo, apretando al brazo de Ni-ki.

— ¿Ah?... ahh ¡CIERTO!. Won, ¡SE ACERCA SAN VALENTÍN!, de seguro va a estar muy ocupado toda la semana, planeando todo eso de las parejas, que es lo tuyo. Era a lo que me refería, jejeje — hablo nervioso el japonés, mientras su novio lo fulminaba con la mirada.

— ¡TIENEN RAZÓN! ¡SE ACERCA SAN VALENTÍN!, ¡CASI ME OLVIDABA!... ¡Y YO SOLO COMO UN PAN VIEJO!, gracias por recordármelo — les dice Jungwon con un lindo puchero.

— Hyung, deja de quejarte.

— Ustedes ni me hablen, que un poco más parecen una pareja de casados.

— Bueno, tú, nos juntaste, así que te aguantas — lo mira burlón el peli rubio.

— Ash... da igual. Hablando de San Valentín... tengo que organizarme para ayudar a los chicos y chicas queme pidieron ayuda... Al parecer muchas personas planean declararse el 14 de febrero.

— Bueno, vas a estar muy ocupado wonie.

Los tres jóvenes habían llegado a la parada de autobús, el primer autobús que paso, había subido la pareja del coreano y el japonés. Se despidieron de su amigo y subieron.

Jungwon se quedó un rato sentado en la parada revisando su teléfono, hasta que llegue el autobús. Estuvo un rato esperando, hasta que alguien se sienta a su lado.

Cuando voltea, ve a la persona que menos pensaba encontrarse hoy a la tarde, viendo su teléfono, hasta que levantó su mirada, al sentir a alguien viéndolo fijamente, y Jungwon en ese momento, quiso que la tierra se lo tragara y lo escupiera en Marte.

— No puede ser. ¿Acaso me sigues niño?.

Sí, no estaba alucinando, era el mismísimo, Park Jong Seong.

CUPIDO SE ENAMORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora