Y ahí estaban los dos, con el corazón a mil y caminando hacia la cafetería que estaba a unas cuadras del edificio de Jungwon.
Ambos estaban en sus propios pensamientos, que lo único que se escuchaba era el sonido de los autos y la gente caminando.
Sin darse cuenta, ambos llegaron a la cafetería que quedaba cerca del edificio.
Ninguno sabía qué decir o hacer, era una situación un poco incómoda.
Al entrar a la cafetería, ambos se sentaron en una de las mesas cerca de la ventana del lugar.
— Buenas tardes, me podrían decir sus órdenes.
— Amm, me gustaría pedir un pastel de fresas y un batido de chocolate — habla Jungwon, y Jay rueda los ojos.
— Y, ¿Usted caballero?.
— Un café amargo, nada más — dice Jay y la chica se aleja. Mienta Jungwon lo mira curioso.
— En serio, eres un amargado, hasta tus gustos son amargos, poste andante.
— Sabes niño, deberías tenerme más respetó, soy mayor que tú.
— El respeto se gana, poste con patas.
— Da igual, no tengo muchas ganas de discutir con un niño caprichoso — Jungwon lo mira indignado, haciendo un tierno puchero que a Jay le pareció una de las cosas más tiernas que pudo aver visto en sus 20 años de vida. Pero claro, nunca lo mencionaría en voz alta.
— ¿Yo? ¿Caprichoso?.
— Te sorprenden que te digan la verdad — habla el rubio en tono burlón.
— ¡NO SOY CAPRICHOSO! — reclama Jungwon haciendo un mini berrinche.
— Como digas — en eso llega la mesera y les entrega sus pedidos.
— Disfruten su comida.
— Muchas gracias — agradece Jungwon y agarra una porción grande de pastel y lo come.
— No puedo creer que comas todo eso, te va a doler el estómago, y más con lo que tomaste ayer — habla Jay viendo cómo Jungwon se devora su rebanada de pastel.
— Y a ti, no te duele el estómago de ser tan amargado — dice Jungwon con los labios llenos de crema de fresa. Ignorando lo último dicho por el rubio.
— Eso ni siquiera tiene sentido — Jay mira como Jungwon tiene todos sus labios con crema.
— Creo que deberías usar un babero, comes como un bebé.— Mejor cállate — dice Jungwon con un leve sonrojo.
Luego de eso, se quedaron en un silencio incómodo.
— Sobre lo de hoy en la mañana... — dice Jay un poco nervioso.
— Ohh, si... Amm — Jungwon no sabía qué decir, o sea, ¡FUE UN MOMENTO MUY VERGONZOSO!, A DEMÁS, ¡NI SIQUIERA SE ACUERDA QUE PASO A NOCHE!. ¡SU CUARTO ERA UN DESASTRE EN ESE MOMENTO!, POR AMOR A DIOS, ¡TENÍA SU ROPA INTERIOR TIRADA POR TODO EL PISO!. ¡NI SIQUIERA SE CONOCEN LO SUFICIENTE Y EL ESTABA ABRAZÁNDOLO COMO SI FUERA UN OSO DE PELUCHE GIGANTE!.
— No piensen mal, y-yo te había llevado a tu departamento, y como no te querías levantar, yo te lleve... Tú no me querías soltar entonc-.
— No es necesario que sigas, está todo bien... — Jungwon lo paro antes de que él se empezará a poner de todos colores por la vergüenza.
— Bueno, eso te quería decir para que no creas nada raro...
— Está bien, en parte fue mi culpa, estaba muy b-borracho, perdón por no haberte soltado.
— Está bien, te perdonó...
Jungwon lo queda mirando esperando algo más.
— ¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara o qué? — dice Jay confundido por como lo mira Jungwon.
— Eso solo vas a decir, "Te perdonó" — Jungwon lo mira con el ceño fruncido.
— Y sí, que más podría decir.
— Creo que no estaría mal un" Perdón por interrumpir en tu casa sin tu permiso".
— ¡HEY!, Tú no me querías soltar, que esperabas que hiciera, ¿Qué te tirará o qué? ... Pensándolo bien, pudo haber sido una buena idea.
— En serio, eres odioso, poste con patas.
— Más que tú, no lo creo — dice Jay en tono burlón.
— Eres increíblemente, demasiado irritante.
— Sabes, mejor me voy niño, tengo mejores cosas que hacer, con permiso — habla Jay mientras saca unos billetes de su cartera y las deja en la mesa.
— Nos vemos niño.— ¡HEY!, ¡ESPÉRAME POSTE CON PATAS! — Jungwon lo sigue, dejando dinero para pagar la cuenta.
Al salir de la cafetería, Jungwon va corriendo al lado de Jay para no perderlo de vista.
— ¡AY!, ¡NIÑO!, TEN MÁS CUIDADO — grita Jay al sentir como Jungwon choco con su espalda por la velocidad con la que corría.
— Se supone que deberías acompañarme a mi departamento.
— ¿Acaso soy tu niñera?.
— Nop, pero la señora Park se enojara contigo por dejarme en las frías calles de Seúl solo — habla fingiendo tristeza.
— Que dramático.
— Es un don.
Luego de eso, ambos fueron al lugar mencionado en silencio. Ambos estaban metidos en sus propios pensamientos como al principio.
Al llegar, ambos suben por el ascensor y llegan a la puerta del departamento de Jungwon.
— Bueno, me voy — dice Jay dándose media vuelta para irse.
— ¡PERO QUE GROSERO!, SE DICE “ADIÓS” O "NOS VEMOS MAÑANA", IDIOTA.
—Sisi, como sea, adiós niño — habla Jay y se mete al departamento de su abuela.
— EN SERIO ES MUY IRRITANTE, LO DETESTO — grita Jungwon pataleando como un bebé mientras entra a su departamento.
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CUPIDO SE ENAMORA
Fiksi RemajaDónde jungwon es conoció como el "cupido" de su universidad, pero lo más curioso es que el nunca supo que se siente estár enamorado. Hasta que parece un tal rubio, que hace que su corazoncito lata como loco cuando lo ve, pero este solo lo ignora. ¿J...