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Bueno, tenía pensado terminar en este episodio pero me iba a quedar demasiado largo así que este es el episodio Kiribaku, a lo mejor el próximo sea Shinkami y Tododeku, los dos juntos. Y con eso dicho nos vemos al final.

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Kirishima al fin había salido de la cárcel, de ese lugar oscuro y frío. Lo único que le gustaba de ese lugar eran sus amigos y Bakugo, ese rubio que a pesar de no sonreír mucho, le alegraba todas las mañanas con sol verlo. El estar con él, a Kirishima, se le aceleraba el corazón y se sentía seguro a su lado.

Llegó a su casa, estar de vuelta le agradaba mucho, junto a él entraron Todoroki e Izuku, celebraron el haber ganado el juicio, cenaron juntos y luego la pareja se fue. El pelirrojo se fue a acostar, ese día estaba agotado mentalmente, necesitaba una buena noche en su cálida y cómoda cama. Se puso su pijama y luego se acostó, no recordaba que se sentía tan bien. Pero, sentía que algo le faltaba... Bakugo... El solo pensar en él, le hacía sentir cosquillas en su estómago, sabía que estaba enamorado. No quería negarlo. Pero quería sentir el calor de su cuerpo junto a él, ahora que recordaba, nunca le había dicho sus sentimientos. Se había olvidado, lo que sería por él. Se lo diría, pero quería esperar el momento justo para decirlo, así que se le ocurrió una idea. Cuando el rubio saliera de la cárcel, le diría lo que siente, si este le correspondía, tendrían una cita y al llegar a su casa, le tendría una gran sorpresa. Si, estaba decidido. Así que con una gran idea en su mente, se durmió. Al día siguiente iría a visitar al rubio que le robó el corazón.

Al día siguiente.

Kirishima despertó, era algo tarde, esa noche tuvo el sueño muy pesado. Así que se levantó de su cama y fue a almorzar. Luego, recordó que tenía que comprar algunas cosas que le hacían falta, así que fue al supermercado. Tardó dos horas en salir de ahí, había mucha gente. Al salir se dirigió a su casa y acomodo todo en su lugar, cómo era mucho, tardo bastante. Así que llegó la hora de ir a visitar a Bakugo.

Fue a la prisión, nunca pensó que volvería a ese lugar. Se encontró con un guardia y este lo llevo a la zona de visitas, pasaron unos segundos y llegó el rubio. El pelirrojo lo recibió con una gran sonrisa en su rostro, Bakugo al verla, se sonrojo y le devolvió la sonrisa.

Kirishima: - hola Bakugo.

Bakugo: - hola Kiri, ¿Por qué viniste? Nos vimos recién ayer.

Kirishima: - oh, sobre eso, quería saber que día saldrías, entonces te vengo a buscar, se que todavía falta un año, pero quiero contar los días - dijo algo avergonzado.

Bakugo: - pues, falta un poco menos de un año, pero no te diré que día, es una sorpresa.

Kirishima: - vamos, dime, tengo curiosidad.

Bakugo: - tendrás que esperar.

El pelirrojo al escuchar esa respuesta hizo un puchero, a Bakugo le pareció muy tierno.

Bakugo: - te avisaré un día antes.

Kirishima: - pero... Está bien. - sonrió.

Así siguieron con una larga plática, hasta que terminó la hora de las visitas.

Kirishima: - vaya, el tiempo pasa rápido. Bueno nos veremos algún otro día, vendré a visitarte seguido a partir de ahora.

Bakugo: - bien, te esperaré, adiós.

Kirishima y Bakugo se despidieron uno del otro, ambos se sentían tristes al estar tan lejos. Pero solo debían esperar, solo eso.

Pasaron días, semanas, meses. Y al fin, el día llegó. Un día antes de que Bakugo se fuera, le permitieron una llamada, así que llamo al pelirrojo.

CárcelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora