The Call - Harco

5

Estaba por terminar la clase de Transformaciones y Draco esperaba impaciénteme la hora de que se acabara.

Al sonar las campanadas de cambio de clase Draco recogió pronto sus pertenecientes y junto con Pansy se acercaron a Blaise.

—¿Y?— fue lo primero que dijo Pansy cuando llegaron junto a él.

—¿Qué?— respondió el moreno.

—Ay ¿cómo que qué Zabini?, ¿qué te dijo McGonagall?, ¿qué pasó allá? ¿por qué volviste tan sonriente?— preguntó Draco a toda prisa.

—Que chismosos son— les respondió riendo mientras salían del aula.

—Pues tú nos dejaste con la duda, ahora nos dices— le respondió Pansy mientras se cruzaba de brazos con su mochila entre ellos.

—Pues, solo dire una cosa, tengo un castigo de dos semanas— les dijo al fin sonriendo, los otros dos los miraron con la cara desencajada y la boca abierta.

—¿Esa es tu grandiosa noticia?— le pregunto la chica.

—Pues si, el castigo lo tendré junto con Ron...el idiota de McLaggen hará un castigo diferente junto con Potter y Seamus.— al escuchar al penúltimo mencionado por su amigo Draco alzo las cejas rápidamente.

—¿Ah si? ¿qué les dijeron a ellos? ¿qué tendrán que hacer? Espero sea algo que les duela...

—Pues por lo que escuche, ellos y McLaggen tendrán que limpiar el aula de pociones dos semanas después de que la usen los Gryffindor, y con los desastres que hace Neville, te aseguro será mucho que limpiar.— diciendo eso se echo a reír.

—Mmm, y ¿Weasley no te dijo nada?—pregunto de nuevo Pansy.

—¿Como que?

—Mmm no se tal vez...¿por que golpeaste a su novio quizá?— le respondió sarcásticamente esta vez Draco.

—Oh vamos, ellos no son novios, se lo dijeron a McGonagall, que el idiota de McLaggen aprovechó que todos veían a Harry y Seamus para besar a el chico de mis sueños.— cuando acabo de decir eso se vio cierta fluiría en los ojos de Blaise que luego fue remplazada por una chispa especial y una sonrisa.— Haré que me quiera, y haré que me quiera mucho...quizá algún día nos casemos, vayamos a Francia, tengamos algún hije, o dos, ¡o tres!— hablaba muy emocionado mientras que Pansy y Draco se dedicaban a "escucharlo" mientras rodaban los ojos y se dirigían a su clase de Adivinación.

—Y podremos tener una casa en Estados Unidos, en Rusia, en Francia en...— iba a seguir hablando hasta que chocó con el que según el, sería su futuro esposo.

—Hey Zabini, ¿todo bien?— preguntó el pecoso con una enorme sonrisa.

En ese momento Blaise palideció y tenía la boca abierta, intentando formular alguna palabra pero sin conseguir que alguna saliera.

—Eh...tú...Francia...casa...boda— fue lo único que dijo para después salir casi corriendo.

—Em, Malfoy, se que no te hablo mucho pero, ¿todo bien con tu amigo? ¿Crees que prediga el futuro?— le preguntó el pelirrojo después de ver a Blaise irse corriendo.

—No tengo porque responder a eso comadreja...pero si te casas con el, tal vez si— le susurro lo último en un oído para después alejarse junto con Pansy, disfrutando del sonrojo y la confusión de el Weasley.

Llegaron a sus asientos habituales en adivinación y se encontraron con Blaise sentado con su cabeza escondida entre sus brazos.

—¿Lo arruine todo verdad?— pregunto aún en su "escondite".

—Si así es que lastima.— le respondió Pansy con sarcasmo recibiendo un librazo en la cabeza por parte del moreno.

Luego de eso Pansy comenzó a reclamarle cosas sobre su cabello y lucir bien para una chica y luego Blaise sobre que el amor de su vida lo odiaba o cosas así.

Draco sonreía por las acciones de sus mejores amigos para luego dedicarse a observar el aula, su mirada se cruzó con una mirada color esmeralda y estaba dispuesto a sonreír, ya casi había alzado su mano para saludar.

Cuando el las imágenes de esa mañana azotaron su mente y con un sentimiento amargo solo rodó los ojos y se dio la vuelta para observar a sus amigos, orgullosamente.

Estos habían terminado de pelear y ahora compartían un caramelo que habían encontrado en la mochila de Draco.

Llegó la profesora Trelawney y comenzó su clase.

No había clase más aburrida que esa, solo veía a Blaise cabecear y a Pansy observar y hacer ligeros gestos a una morena que se sentaba junto con otros dos Gryffindors. Que al igual que el y su mejor amigo, están muertos del aburrimiento.

La profesora gritaba como loca sobre futuras cosas y sobre que la abuela de Neville sufriría...ajá...

Terminó la clase y al salir, Draco y sus amigos se dirigieron hacia el gran comedor.

Al llegar estaba por entrar cuando el ojiplata sintió cómo alguien lo jalaba del brazo.

Al gritarse vio a un chico de Ravenclaw que ya conocía, lo saludó y le preguntó si necesitaba algo.

—Pues veras, necesito ayuda con una tarea de pociones, y ya que eres el e mejor en pociones, quería ver si tú...

—Com gusto te ayudaré, Matt— le respondió con una gran sonrisa.

—Genial, tengo horas libres después de la comida, deberíamos ir por un par de panecillos y luego ir hacia la biblioteca ¿te parece?— le decía ese chico con una linda sonrisa.

—Me parece perfecto— Draco también sonrió y de ahí se dirigieron hacia el gran comedor, para después hacia la biblioteca, sin percatarse de que alguien los observaba.

Harry y sus amigos también iban llegando al comedor para ver la interacción entre Draco y el Ravenclaw.

Cuando Draco y Matt se fueron, Harry se quedo mirando por donde se iban, cuando sintió una mano pasar delicadamente por sus hombros y una boca acercarse a su oreja.

—Mmm, parece que mi amigo Dray ya tiene pareja...lástima Potter, pero ¿eso que importa, no? Después de todo, tú tienes a Finnegan, ¿o no? Si no es así, pues eso es lo que cree Draco— Harry giró, sabía que era Pansy , pero aún así se sorprendió un poco de que supiera lo que estaba pensando.— y bueno... ¿vas a dejar que te lo quite?— se hizo un silencio.

—Claro que no, Draco es de mi...digo— se ajusto la voz— me da igual, es libre de hacer con su vida lo que quiera.

—Por todos los cielos, ¿por que los hombres son tan difíciles? Vámonos Granger— y sin decir más, tomó la mano de la castaña y se fueron juntas con una Hermione notablemente sonrojada.

Harry miro a su izquierda y vio a Blaise totalmente quieto mirando fijamente a Ron que charlaba con Neville... se veía pensado... estaba a punto de tocarle un brazo al pelirrojo para hablar con el cuando este comenzó a caminar junto con Neville y se fueron de ahí.

Dejando a Zabini solo.

—¿Por qué siempre yo?— se dijo al aire y luego se fue hacia el Lago Negro.