Contigo

48. El parto (I)

Me levanto porque me dolía muchísimo la barriga, voy al baño y rompo aguas. Me dirijo a la habitación y despierto a Melen dándole golpes al brazo.

Yo: ¡Melen, despierta!

Melendi: Mi amor, ¿qué pasa?

Yo: ¡Que rompí aguas!

Melendi: Esto es que ya va a nacer.

Yo: Vámonos ya. No aguanto el dolor, vámonos.

Melendi: Si pero debemos vestirnos. Tú ves inspirando y expirando.

Yo: Vale.

Melen se vistió, luego me ayudo a mí y me acompaño al sofá y él subió para coger la bolsa de la habitación del bebe donde había sus cosas y al lado una con ropa mía. Bajo y  llamo a mi hermano para que vaya al hospital con mi madre. Después salimos de casa y me ayuda a subir al coche. Y Melen pone rumbo hacia el hospital.

Yo: Mi amor, acelera.

Melendi: Voy lo más rápido que puedo, cielo.

Narra Melendi

Finalmente llegamos al hospital, aparco el coche y entramos dentro. Nos dirigimos  a recepción y explico lo que le pasa a mi mujer y la sientan en una silla de ruedas y se la llevan a la sala de partos. Y yo me quedo allí rellenando unos papeles y luego viene una enfermera que me lleva hacia la sala de partos. Una vez allí:

Melendi: Vamos mi amor, empuja.

Mi chica inspira, expira y empuja todo lo que puede. No para de sudar, empuja otra vez. Se escucha un llanto y yo y Malú nos miramos y sonreímos. A mi mujer le ponen a la niña en los brazos y empieza a llorar de emoción al igual que yo. Ambos no nos podemos creer que ya tengamos a nuestra princesita con nosotros. Es hermosa, se parece mucho a Malú, pero también se parece a mí. A Malú se la llevan a una habitación y a la niña se la llevan a hacerse las pruebas para comprobar que está todo bien. Y yo salgo de la sala de partos y allí estaban la madre y el hermano de ella. Al cabo de un rato viene un médico y les explica a Pepi y a José que el parto ha ido muy bien y que ambas se encuentran perfectamente y nos dice en que habitación esta Malú y la niña. Vamos hacia la habitación y…