3. No me dejes

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Me desperté por el sonido del despertador, lo apague y vi que a mi lado no estaba Melen y pensé que se habría ido para su casa y en eso veo que la puerta se abre:

Melendi: Buenos días, princesa.

Yo: Buenos días, ¿cómo me has llamado?

Melendi: Se me ha olvidado.

Yo: Calla bobo que me encanta lo que me has dicho, cielo.

Melendi: A mi cielo pronunciado de tus labios me encanta. Aquí tienes el desayuno, espero que te guste.

Yo: No hacía falta.

Melendi: Si que hacía falta.

Desayunamos entre besos, caricias, haciéndonos cosquillas y riendo. Luego él bajo lo del desayuno mientras que yo arreglaba la habitación, me vestía y me maquillaba. Después baje.

Yo: Amor, ¿que va a pasar con lo nuestro?

Melendi: A mi me gustaría repetir no quiero dejarlo en una noche, me ha gustado muchísimo pero no me gustaría perder nuestra amistad.

Yo: Seguiremos siendo amigos y yo también quiero volver a repetir lo de anoche. Quedaremos cuando podamos y no diremos nada a nadie y cada uno sigue con sus parejas.

Melendi: Perfecto, mi niña.

Nos abrazamos y nos besamos con mucho amor. Luego nos despedimos de las macotas y salimos a la calle y nos despedimos con un abrazo y dos besos en la mejilla. Melen se fue para su casa y luego a su estudio y yo me dirigí al parquin, subí a mi choche y puse rumbo a mi discográfica.
Por la tarde...

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