9. Todo el día junto al chico de mis sueños (III)

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Melen me mancho la camiseta.

Melendi: Hay perdone, señorita. Dijo con ironía.

Yo: Serás idiota, ven aquí.

Se puso a correr por la  habitación y yo detrás de él, como no habia manera de alcanzarlo hice ver que me tropezaba y me caía al suelo. Melen vino corriendo hacia mi.

Melendi: Mi niña, ¿estás bien?

Yo no conteste y le manche su camiseta.

Melendi: Serás mala.

Yo: Muchísimo.

Y antes de que se levantara le tire de su camiseta hacia mí para que callera encima mío y luego con un ágil movimiento me puse encima y empezamos a hacemos cosquillas y a revolcarnos por el suelo uno encima del otro y Melen como están largo movió la pierna y dio una patada en la silla donde había el bote de pintura y se le cayó encima.

Yo: Ostia Melen, que desastre que llegas a ser. Pero suerte que había poca pintura en el pote porque si no la que lías.

Melendi: Pues sí, pero esto también es por tu culpa porque me provocas y entonces yo me animo y mira que pasa.

Me reí.

Ambos nos sacamos la camiseta y acabamos de pintar un trozo de pared y después pusimos las pegatinas. La pared la pintamos de azul cielo y luego por el medio de dos paredes pusimos coches de la película de Cards que ha marco le encanastaban y en las otras dos paredes pusimos en el medio pegatinas de peces que a Carlota le gustaban mucho. Luego subimos arriba y Melen se sentó en el sofá y yo encima de sus piernas. Y de repente note algo.

Yo: Melen que tu amiguito se levanta y estoy muy cansada entre las veces que hemos hecho el amor esta mañana, las persecuciones y pintar ya no puedo más. Dije poniendo cara de pena.

Melendi: Es que estando sin camiseta me pones.

Me mordió sensualmente el cuello.

Yo: Para que cuando haces esto no puedo con mi alma.

Melendi: Por eso lo hago.

Yo: Bueno veo que tu amiguito pide guerra y como es él lo haré pero por ti no eh, Melen.

Los dos reímos.

Nos quitamos la ropa y entre besos, caricias, lametazos, mordiscos y masajes, Se adentro en mi aumentado el ritmo y juntos llegamos a la meta. Luego nos vestimos uno al otro y pedimos una pizza familiar para comer. Pusimos la mesa y cuando llamaron al timbre Melen fue abrir, pago, cerro la puerta y se dirigio a la cocina y saco la pizza de la caja y la corto y la puso en un plato y lo llevo a la mesa y yo prepare una ensalada. Comimos entre charlas, risas, caricias y besos.

Después de comer recogimos todo y nos dirigimos al…

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