𝐃𝐞𝐥𝐭𝐚 [en edición]

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Durante la última semana, a Shotaro se le estaba comenzando a hacer costumbre llevarle comida a Sungchan para la hora del descanso. De hecho, en varias ocasiones llegó a comer junto con él. En esos momentos, quien más hablaba era Shotaro, el cual le platicaba sobre cualquier cosa que le pasara por la mente mientras que Sungchan solo se dedicaba a escucharlo y de vez en cuando decía algo.

Pero esta vez sería diferente.

El delta se encontraba en la cocina de su casa pensando en qué cocinar. Solo que había un problema, el alto castaño no sabía cocinar y no quería pedírselo a alguno de sus padres, específicamente porque no quería responder a alguno de sus cuestionamientos.

Lo único que sabía preparar por su cuenta eran sándwiches y también sabía hacer cereal con leche, pero todo eso era muy simple para lo que Shotaro preparaba para él.

Estaba comenzando a enojarse consigo mismo por ser un inútil que no sabía cocinar, cuando su padre omega se detuvo en la entrada de la cocina sorprendido.

— Jung Sungchan, ¿tú? ¿en la cocina? — preguntó Jisung haciendo que Sungchan se asustara.

El joven Jung no sabía qué responder ya que sí, era raro verlo en la cocina, solo entraba ahí en busca de agua cuando tenía sed o cuando el hambre lo estaba matando y tenía que buscar algo que comer sin hacer mucho esfuerzo. 

En su caso, la cocina no se le daba muy bien.

— Bueno es que... quiero mejorar mi sazón. — su padre lo miró por algunos segundos, ¡claro que sabía que le estaba mintiendo! Pero no lo iba a presionar para que le dijera la verdad.

— ¿Quieres que te ayude? — preguntó con cierta ilusión en sus ojos, ya que este quería pasar más tiempo con su único hijo. El joven Jung asintió como respuesta, ya que, quería que Shotaro se llevara una buena impresión.

Y así, padre e hijo se pusieron manos a la obra. Ambos se habían puesto de acuerdo de preparar Lasaña.

En eso estaban cuando Minho llegó a su hogar después de trabajar, encontrándose a su omega y a su hijo cocinando juntos. Una escena que le pareció realmente linda. 

— Jung Sungchan ¿tú, cocinando? — preguntó su padre alfa mientras entraba a la cocina, para después saludar a su bello omega con un tierno besito.

— Eso estoy intentando. — respondió el delta mientras terminaba de acomodar la primera capa de las láminas.

[...]

Y nuevamente, el lunes llegó. 

Sungchan por primera vez llevaba consigo una lonchera en la cual estaba la lasaña que habían preparado su padre y él la noche anterior.

Ese día había decidido no utilizar supresores, como lo solía hacer a veces. Era común que un día a la semana, no los utilizara, más que nada para que su cuerpo descansara un poco de aquellas pastillas, ya que las que él tomaba eran todavía más fuertes que las normales y más difíciles de conseguir.