𝐃𝐞𝐥𝐭𝐚 [en edición]

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Shotaro y Sungchan se encontraban frente a la puerta de la casa de este último.

Sungchan no quería que sus padres molestaran al omega, ni le hicieran preguntas fuera de lugar. Ya que, bueno, esta sería la primera vez que llevaría a alguien a su casa.

Sin más, abrió la puerta tratando de no llamar mucho la atención, aunque eso sería algo difícil por el aroma del omega. 

Y si, no iban ni a la mitad del pasillo para llegar a su habitación cuando un omega mayor le llamó.

—Channie, ¿por qué huele a...?—Jisung dejó de hablar cuando vio que su hijo era acompañado por un chico. Se sorprendió, era muy raro verlo con alguien, mucho más con un omega.

Shotaro se sintió muy nervioso, por lo que su rostro comenzó a sonrojarse.

—B-Buenas t-tardes, soy S-Shotaro— se presentó mientras hacía una reverencia.

—¿Eres... amigo de Sungchan?— preguntó Jisung aún sorprendido mientras lo señalaba.

Shotaro se quedó pensando unos segundos, ¿eran amigos? Bueno, él no lo veía así, él y su omega querían ser más que eso, pero ¿y Sungchan? ¿Mínimo lo consideraba su amigo?

Los pensamientos de Shotaro fueron interrumpidos por el delta.

—No lo molestes. Es mi compañero de clase, solo vinimos a hacer un trabajo.

El padre miró a ambos chicos para después sonreír, estaba comenzando a entender que sucedía.

—Está bien, vayan a hacer su tarea. Si necesitan algo no olviden en decirme.

Shotaro asintió para que luego Sungchan tomara su mano y lo llevara a su habitación.

Jisung solo observó como ambos jóvenes se alejaron. Se sentía muy feliz de ver cómo su hijo había encontrado a alguien que no lo molestara.

Mientras ambos se dirigían hacia la habitación del delta, Shotaro no pudo evitar mirar hacia sus manos unidas.

Sus mejillas comenzaron a sonrojarse.

Le gustaba el tacto.

Le gustaba que Sungchan sostuviese su mano.

Pero poco le duró el gusto ya que no tardaron mucho en llegar a la habitación del joven delta y de inmediato este soltó su mano.

Su omega se sintió triste.

—Perdón si mi papá te hizo sentir incómodo.

—N-No para nada—negó.

—¿Seguro?—preguntó a lo que el omega rápidamente asintió—Bueno, pongámonos a trabajar entonces.

Después de decir eso, Sungchan se dirigió hacia el escritorio que se encontraba frente a su cama. Shotaro simplemente se quedó parado a pocos centímetros de la puerta, se dedicó a observar todo lo que había en la habitación.

—Shotaro ven aquí—el nombrado volteó hacia donde estaba el delta, el cual señalaba a un banquito que se situaba a un lado de él.

El omega poco a poco se fue acercando hasta quedar a un lado de Sungchan y así, ambos comenzaron a hacer su tarea.

Estaban por terminar su trabajo cuando Minho tocó la puerta, interrumpiéndolos.