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—Para este trabajo, voy a necesitar que lo realicen en binas. Es para mañana, no se van a llevar mucho tiempo haciéndolo — terminó de decir el profesor de historia y junto con él, sonó el timbre anunciando el fin de la clase. 

—Taro... — canturreó Donghyuck mientras que volteó hacia atrás, donde se encontraba su mejor amigo, dándose cuenta que Shotaro tenía su mirada puesta en aquel delta —¡hey, Taro! — volvió a llamarlo pero ahora un poco más fuerte para así poder tener su atención, obteniendo éxito —¿Vas a hacer el trabajo con él?

Ante aquella pregunta, Shotaro se puso nervioso.

—¿Eh? Y-Yo n-no sé... si él- — no pudo terminar de hablar, ya que una mano se posó en sus labios, callándolo.

Sin darse cuenta, aquel omega castaño tenía una mirada sobre él por aquella acción. Claramente, había un delta celoso de Donghyuck y su mano. Sungchan giró su rostro en otra dirección, no quería verlo, ya que no era correcto lo que sentía.

—Sólo pregúntale — dijo su mejor amigo a la vez que retiró su mano de los labios contrarios.

—¿Y qué hay de ti? ¿Con quién vas a trabajar tú? — preguntó Shotaro viéndolo con preocupación, él no quería dejar solo a su Sunshine. Donghyuck se quedó pensando mientras observaba a sus compañeros, hasta que su mirada recayó en un beta chaparrito. El omega castaño sonrió con algo de malicia.

—No te preocupes por mi, tengo todo bajo control — después de decir eso, se levantó y caminó hacia donde se encontraba aquel beta.

Shotaro sintió como su corazón se aceleró, algo a lo que ya se estaba acostumbrando, ya que cada vez que hablaba o simplemente pensaba en aquel delta, este parecía que en cualquier momento se saldría de su pecho. Iba a acercarse a Sungchan pero la llegada de la profesora de matemáticas lo interrumpió. Igual le puedo preguntar en el receso, pensó.




[...]




Shotaro y Sungchan se encontraban almorzando juntos, como se había hecho costumbre. Ese día, el delta le llevó mochis rellenos de fresa, mientras que él le preparó hot cakes.

—Sungchan... — habló el omega haciendo que el nombrado dejara de comer y lo viera —¿ya tienes pareja para el trabajo de historia?

—No, aún no. ¿Por qué?

—Bueno, porque... yo tampoco tengo pareja de trabajo y p-pensaba que t-tal ve-

Esta vez, fue Sungchan quien lo interrumpió. 

—Está bien, hagamos el trabajo juntos.

 𝐃𝐞𝐥𝐭𝐚  [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora