Cap. I Soy un híbrido como tú.

63 37 31
                                    


- Vamos Cristal -alaba mi amiga las sabanas para que me levantara de una vez.
-¿Eh? ¿Rinna? -mire su cara, yo aún estaba dormida, la asocié con uno de mis sueños.
-Estas hecha un desastre, tu pelo ha crecido también, y vas a llegar tarde si no espabilas, Akame-sensei te va a gritar otra vez -le escuche claramente tanto que salte de la cama desesperada directo a mi cuarto de baño.
Akame- sensei es en realidad el discípulo de mi padre; parece que inconscientemente trata de liberal todo lo que él le ha hecho en años y solo sabe buscar un pretexto para gritarme o hacerme realizar labores qué otros no quieren hacer; por suerte tengo a mi salvadora, Rinna, ella es mi única amiga y quien busca una escusa para ayudarme siempre, sin dudas es una chica admirable y realmente fuerte; sin contar que es bonita y su mirada apasionada es capaz de cautivar a cualquier chico; su cabello es extraño para un humano pues tiene un color azulado natural.
Termine lo más pronto posible de arreglarme y juntas nos fuimos a clases; el camino era algo corto ya que vivía en una de las residencias de la escuela, unos edificios bastante lujosos.
Nuestro salón esta en el tercer puesto del ranking de la academia, verdaderamente mantener ese puesto ha sido fácil, nuestra academia es un lugar lleno de personas con poderes de familias de fama y prestigio, los primeros dos puestos tienen en su mayoría chicos y chicas q su poder es una vergüenza, pero han pagado por ello, aún en este mundo es como en el antiguo; donde el dinero y el poder movían la sociedad. Y por tanto al sentir q era aburrido ellos fueron los q dejaron de ser vistos como "personas con poderes" para autodenominarse "magushumans".
- Mocosa -sentí la voz de Akame-sensei tras de mi, mientras hablaba con Rinna fuera del salón; era como siempre ese tono de su voz tan molesto.
-Si, sensei -respondí con una retorcida sonrisa y volteándome hacia él.
-No vayas a estropear la demostración en la selección de hoy, así que te estaré vigilando -parecía molesto por algo cuando dijo esa frase.
-Descuide sensei, no pienso fracasar como usted ante su antiguo profesor -dije molestándolo aun más.
- ¡Mocosa, serás... ! -alzó la voz molesto y queriendo golpearme.
-Oh sensei, el director lo esta buscando- apareció una chica de la nada, tenia unos lentes pequeños y vestía con uniforme de color negro, parece q era algún miembro de colaboración de la junta.
-S..si ya veo -parecía nervioso con aquellas palabras.
« El director, ¿ Eh ? » pensé al escuchar el tono nervioso «como puede alguien temer tanto de mi papá»
Akame tiene casi 27 años, de piel clara como si nunca tomara el sol en exceso, el cabello corto y ojos cafés penetrantes. Es el típico profesor molesto al que quisieras estrangular de una sola vez; salvo con Rinna, ella para él es verdaderamente importante. Puedo decir q el sensei lleva un pendiente que restringe el poder, un obsequio de mi padre justo cuando se graduó y que no se quita nunca.
-Cristal vamos de una vez al campo de batalla -mi amiga parecía muy emocionada.
El campo de batalla q se nos asignaba no siempre era el mismo, habían grandes cosas q los diferenciaban, el tamaño, el terreno, el ambiente... entre otras. Pero este campo de batalla era diferente a los q había visto antes, era un espacio pequeño donde cabrían dos casas bien juntas, el césped no era verde brillante como los otros, estaba algo reseco, en medio había una caja enorme de la que no provenía ni un solo sonido, estaban las tres primeras clases solamente y sus profesores; en el palco más alto observándolo todo los miembros de la dirección de la escuela. En un costado del campo había un estanque pequeño, no llamaba mucho la atención para decir la verdad; sin dudas estaba pasando algo extraño allí; algo q parecía tener que dar miedo.
Rinna y yo exploramos el terreno con la mirada esperando a q nuestros profesores nos permitieran estudiar el terreno entrando en él, como era de costumbre. Pero eso nunca sucedió, los profesores esperaban al anuncio de q comenzaba el torneo. Mi cuerpo sintió de la nada una presencia bastante imponente cuando el director se puso de pie; pero, no provenía del director, era de aquella caja, no sabía q tipo de monstruo había ahí, solo puedo decir q era una sed de sangre incontrolable; aun encerrado, parecía q sofocaba mi cuerpo. Rinna de repente me tocó al darse cuenta de mi estado, haciéndome salir del transe, ella también sintió algo ligero, y en mi estado habían otros estudiantes. Fuera lo que fuese que estaba dentro tenia un poder increíble, capaz de hacer desde aquella distancia que mi cuerpo se estremeciera.
-Esta escuela se creo para la elite de aquellos magushumans e híbridos, pero me he dado cuenta que hay personas demasiado débiles aquí, manchar el nombre y el porqué fue creada es imperdonable -se le escuchaba fríamente al director con una voz totalmente desconocida para mi, yo nunca escuche rudas palabras de él- así que entraran 20 estudiantes de diferentes clases al campo de batalla, de los 100 aquí presentes, por cada estudiante que muera o quede imposibilitado de luchar entrara uno en su lugar hasta q venzan el objetivo, sólo los más fuertes se quedaran en esta escuela.
Los estudiantes se alarmaron a nuestro alrededor, no podía comprender porqué del alboroto, la escuela era un lugar solo para entrenar a los futuros guerreros que derrotaran a las nuevas generaciones de monstruos e híbridos no humanoides que aparecían para exterminar a la humanidad. Era más que evidente que morir estaba en nuestro destino si eras tan débil. Rinna parecía tranquila como otros tantos estudiantes que sabían el porqué estaban allí. Pero, no solo los estudiantes se alarmaron sino también algunos de los profesores que eran comprados.
-Rinna das miedo -dije despreocupada mirando el alboroto a nuestro alrededor.
-Eso crees? -pregunto dudosa.
-Claro has empezado tomándote todo con calma- me cruce de brazos tratando de ponerme a pensar.
-Bueno si soy tan buena protegiendo a alguien tan fuerte como tú, esto no debe asustarme, y menos una presencia como esa, hemos lidiado con criaturas peores- me sorprendí al escucharla.
-Molestia -interrumpió mi sorpresa las típicas palabras del sensei, deje salir un suspiro.
-Si, ya se- le mire con ojos muertos mientras él estaba más serio que nunca -No deshonrar el nombre de nuestra clase.
-Más te vale mocosa -me miró enojado directamente a los ojos y de la nada se abalanzó sobre Rinna -Rinna tú puedes eres la más fuerte de mi salón, si no regresas me moriré, quiero que cumplas lo que me prometiste de pequeña, no mueras y cásate conmigo.
-¡¡¡De que hablas!!!- Rinna se puso tan nerviosa que lo alejo de ella de un sólo empujón, mi rostro dejo una expresión de repulsión de la nada hacia ambos- No me mires así Cristal, eso lo dije cuando tenia apenas 5 años
-No se nada de eso -dije avanzando hacia la tercera fila q había donde colocaron a nuestra clase
-Cristal regresa -me persiguió apresurada.
Escogían de cada clase una cantidad diferentes de estudiantes, hasta conformar entre las tres un equipo de 20 personas. La caja seguía sin hacer un solo sonido, el primer grupo se acerco y en ese momento el sonido de la cola de una cascabel comenzó a escucharse. Me sorprendí de inmediato, los estudiantes solo dieron dos pasos hacia ella y en ese momento la caja estalló.... las barreras se alzaron para evitar que la criatura saliera, pero con ello tampoco permitían salir a los alumnos. Alrededor del lugar donde estaba la caja había enroscada una gran serpiente verde, las escamas cambiaban la tonalidad de aquel color con rapidez, el sonido del cascabel de su cola advertía q era peligrosa, aquel sonido no era ordinario, te calaba los oídos; te metía el miedo en el cuerpo para que te congelaras. Muchos trataron de salir corriendo, pero estaba contra las reglas, la cabeza de la criatura no se veía, tal vez la ocultaba en el centro de tantas roscas de su cuerpo. La primera en acercarse a atacar fue una chica con poderes de fuego, envolvió a la criatura en un círculo de llamas capaces de hacer cenizas a un humano normal, pero aquello no era humano. El fuego se detuvo, el cuerpo de aquel ser no había sufrido ni una sola lesión, algunos parecieron asombrarse, pero no era para tanto, era normal que el cuerpo de un reptil de sangre fría se adapte a una temperatura cálida.
-Esa chica es tonta -dije mientras Rinna me escuchaba.
-Ya lo creo, solo le ha hecho un favor a ese ser -respondió a mi comentario.
La criatura comenzó a moverse, dejó su posición de descanso y se mostró ante todas aquellas personas, fue una sorpresa para todos, era un híbrido entre  un demonio serpiente y un humano, su parte superior era la de un chico humano de cabello verde y donde comenzaba su dorso iniciaba aquel cuerpo escamoso. Realmente no parecía estar motivado; los jóvenes esperaban que hiciera algún movimiento anticipado, su mirada se clavo por un momento en el director, un aura asesina salio de aquel híbrido, todos se quedaron congelados ante la presencia tan imponente. La chica q había causado su pronto despertar trato de lanzar otro ataque, pero esta vez en un parpadeo q pocos vieron; aquel ser le arrancó la cabeza. Fuera muchos se alarmaron, cuando el miedo corrompe el cuerpo solo se puede hacer una cosa, rezar por poder encontrar el valor una vez más.
-Crees q muchos salgan de ahí con vida? -escuché a Rinna fríamente.
-No, se cargó a la más fuerte de ellos primero -respondí igual de insensible y calculadora- ninguno de ellos sobrevivirá.
Me hice amiga de Rinna por esa forma tan tranquila que tiene para leer las situaciones, cuando cualquier otro humano solo gritaría, lloraría, o saldría corriendo. Como se dijo así sucedió, por cada imposibilitado a pelear hacían que otro entrara en su lugar. Parecía solo un purgatorio y no un campo de batalla, hasta q nos tocó a nosotras dos y otros tres chicos entrar, hasta ahora quedaban solo 30 estudiantes; pasamos el campo de energía y aquel ser tenia su cuerpo manchado de sangre y una gran sonrisa en su rostro, tanto que realmente daba repulsión en vez de miedo.
-¿ Qué planea Koh-sensei que los masacre a todos? -parecía un asesino maniático -Pues los mataré a todos y disfrutase teñir mi piel  escamosa del rojo de sus sangres.
-Eres una molestia -dije despreocupada en un impulso, mientras que los demás chicos me tildaban de loca.
-Cristal por favor -se le escuchó a mi amiga preocupada y regañándome- aprende de una vez a no insultar a los pobres enemigos a los q nos enfrentamos, es cruel de tu parte.
-Esta bien, pero es una molestia incluso se contiene a pesar de haber matado ya a tantos -se me escuchó desanimada.
Aquella criatura estallo en rizas al escucharnos, yo no comprendía esa actitud, pero tampoco me preocupaba. Sinceramente era rápido; pero, eran los movimientos de una serpiente. El sonido de su cola sonaba diferente cuando iba atacar, Rinna también se dio cuenta; ella era más hábil para seguir los movimientos rápidos. Mi meta era acabar de una vez con esa masacre sin sentido, aquella criatura atacó primero a Rinna, quien esquivó el ataque fácilmente, ella tomó una piedra en su mano y la disparo a gran velocidad hacia él, haciendo un pequeño corte en el lado derecho del rostro de ese monstruo.
-Parece que tendré q ponerme un poco serio- una sonrisa se clavo en su boca dejando ver sus colmillos
Una explosión bajo aquella criatura se escuchó claramente, pero esta apenas la sintió, había sido el chico q estaba a pocos metros en frente de mi. De aquella criatura salió un suspiro, movió su cola, e hizo el mismo sonido de ataque. En un segundo su cola se movió como un látigo hacia el chico frente a mi, sin esfuerzo levante un muro de hielo, usando el agua del pequeño estanque, q no le permitió hacerle daño al chico. Ambos parecían sorprendidos, menuda demostración de una tonta batalla estábamos llevando, movimientos rápidos o lentos no es el problema, el problema era que en cuanto entraban en su territorio él solo dominaba con sus movimientos las mentes de los demás.
Rinna caminó hacia mi, mis ojos se tornaron azules, mi mirada parecía más muerta que nunca, esta vez lo ataque con una lanza de hielo, q esquivo con dificultad. Parecía estar comenzando a enfadarse, primero lo herían, luego frenaban su ataque y ahora casi no puede esquivar el ataque de un enemigo; eso, sin dudas le molestó. Rinna comenzó a lanzarle ataques uno tras otro y por cada ataque yo levantaba en su contra un muro de hielo para q no pudiese escapar. Solo parecíamos ser nosotras dos y él, aunque el resto le atacaban esquivarles le era muy fácil, no podía perder tiempo distrayéndose con otros tenia que concentrarse en dos objetivos. Pero dejamos una cosa de lado y no la calculamos., olvidamos una ley que se aplica para todas las criaturas en este mundo; si un animal se siente acorralado, sólo hará una cosa, arremeter con más fuerza contra quien lo acorrala.
En un momento aquella criatura comenzó a lanzar fuego desde sus manos, sin duda el aura en él había cambiado, estábamos jugando a un juego peligroso. Levante un muro de hielo frente a mi en uno de sus ataques, era demasiado y de un momento a otro comenzó a derretirlo todo, Rinna usando la tierra de escudo se acercó un poco más a mi, estallaron dos explosiones una junto a mi y otra junto a mi amiga cuya espanción nos lanzaron, quedando la una junto a la otra sobre el suelo. Los pocos muros de hielo q quedaban en pie estaban derritiéndose rápidamente, sin darme cuenta la tercera explosión hizo q sobre mi cayera agua que empapó mi cuerpo. Rinna al darse cuenta nos encerró bajo una capa de tierra. Aquella criatura dejó salir su lengua viperina, y comenzó a percibir un olor y una presencia diferente bajo aquella capa de tierra. De la nada comenzó a vociferar para que todos le escucharan.
-Me encargare de los aburridos primero, eliminare uno por uno, hasta q ustedes salgan de una vez y dejen de esconderse como cobardes- miró donde estábamos tratando de percibir nuestro estado actual; pero, no logró nada con esas palabras.
-Cristal , ¿puedes volver rápido a tú forma humana? -pregunto escuchando los primeros gritos de agonía, a la vez q mi cuerpo había tomado su forma terrestre a medias; parte de mi cuerpo se llenó de escamas al costado de mía antebrazos salieron dos aletas dorsales, al igual q a partir del costado de a mediación de mis muslos; mis ropas habían dejado de existir y escamas cubrían mi cuerpo haciendo la forma de una ropa provocativa; mis ojos se tornaron azules; mi cabello q había crecido tapaba mi rostro terminando la punta recogida con la forma de una cola de pez. Mi amiga estaba acostumbrada, pero a pesar de todo no era un aspecto agradable.
-Dame solo un minuto para evaporar el agua a mi alrededor y en mi piel -dije haciendo a un lado mi cabello y concentrandome- odio transformarme en medio de una pelea y las pocas veces que lo he hecho frente a otros son enemigos y simplemente han muerto.
El último grito se escucho; exactamente 18 gritos en sólo un minuto, ningún profesor pudo hacer q otros estudiantes entraran, la entrada fue tapada por un enorme muro de piedra. La bestia se paró enfrente a donde nosotras, q aun permanecíamos bajo aquella capa de tierra. Su cola comenzó hacer función de martillo un golpe tras otro removía el techo sobre nosotras. Todos miraban pensando en lo cobarde q eramos al permanecer allí, pero no podía hacer nada más hasta terminar de volver mi forma humana. El último golpe q encestó dejó un orificio encima de mi, desde mi posición se veía perfectamente al director, su rostro estaba serio como siempre; desde que llegue a esa escuela siempre fue así nos cruzaramos donde fuese simplemente esos ojos no tenían mi imagen en ello. Su mirada actual desde aquel palco sobre mi parecía algo molesta; como regañándome, cerró los ojos y dejo salir algo de su aura. Fue entonces q me di cuenta de q me daba permiso de usar una parte más grande de mi poder.
-Rinna -le hablé seria- es hora de que nos dejes salir.
-Listo -dijo liberándonos, mientras ambas nos poníamos de pie.
-Creo q ya las niñas decidieron dejar de esconderse -se burló de la nada aquel ser repulsivo, de él salia ese aroma putrefacto a sangre.
-Hablas mucho, te contienes y crees q por ser fuerte pisotearas a los débiles -dije sintiendo aquella sed de sangre q provenía de él- eres una molestia, por tu culpa tengo que esforzarme más para contenerme.
De la nada un gran pedazo de hielo arremetió contra él haciéndolo caer al piso, me sentía molesta, aquella criatura comprendió de donde provenía el aura que había sentido anteriormente. Los profesores hablaron con la directiva para que detuvieran todo eso, pero el director se negó,  «quiero ver hasta donde llegan esas dos», esas palabras sorprendieron a todos. Rinna lo detuvo amarrándo a la tierra a ese ser, quien parecía tener dificultades para moverse, mi pelo se tornó de un color rojizo en las puntas, estendi mi mano derecha hacia la criatura y comencé a matar parte de las células de agua en su organismo, pero no iba a ser tan fácil, de tanto arremeter contra sus ataduras pudo liberarse. Golpeo con cola a Rinna y al verla tirada al suelo me distraje por un momento y sin saber cuando pasó mi cuerpo estaba sobre el suelo; era agarrada del cuello por esa bestia q me superaba en tamaño.
-¡Eres un híbrido! que sorpresa, entonces niña no te contengas- pasó su lengua larga por mi rostro- hueles como ese hombre tan molesto que siempre se contiene, pero no podrías ser nada de él porque odia a los no humanos.
-A... Apes... tas -dije con dificultad
-Aún puedes hablar parece que no aprieto lo suficiente- decía al tiempo que apretaba con más fuerza- mi misión es matar a la escoria débil de este lugar, pero esa otra chica q controla la tierra es fuerte, al igual que tú, solo q aquella no se contiene y tú si, quiero q dejes salir todo eso en ti, o sino morirás
- ¡¡Aléjate!! -alzó Rinna la voz al tiempo q lo golpeaba con una gran estaca de tierra haciendo q me soltara y cayera a una gran distancia- Es un acosador que asco, Cristal debiste asustarte.
-Relajate Rinna- se me escucho decir mientras me ponía de pie con su ayuda- relajate q después tu rostro se arruga y cierta persona querrá matarme, además no me dejaste darle el golpe final.
-Lo siento -bajo la cabeza- perdona Cristal no me portare más así .
Todos al escucharnos tan despreocupadas estaban realmente asustados, ningún estudiante entendía y los profesores tampoco podían comprender que clase de personas éramos, y eso les causó asombro, salvo por Akame-sensei, quien quería golpearme, eso es seguro, en su mente solo rondaba la idea de golpearme, el hecho de que permitiera q su querida Rinna se alterara ya le dejaba con los deseos de matarme a flor de piel. Pero en un impulso sin contenerse Akame dejo salir rudas palabras para mi.
- ¡CRISTAL DEJA DE JUGAR A LAS CASITAS! -aquello hizo que todos los profesores y los miembros de la junta se quedaran mirándolo fijamente, como quien mira a un loco cuando dice incoherencias.
-¿Cristal? -preguntó Rinna al ver q mi aura era un poco sombría y aquella criatura se levantaba lentamente- ¿estás bien?
-Escoria -se me escuchó molesta caminando hacia aquel ser formando un látigo usando las partículas de agua a mi alrededor- ¿ves lo que has hecho?
-Parece q sobro- Rinna tenia un rostro de "esto va a dolerle" e hizo q se levantara un bloque de piedra y se sentó como toda una espectadora emocionada.
-Vamos a ponernos un poco serios- dije al tiempo que hacia que el látigo de agua cambiara a una lanza de hielo que arrojé hacia él de inmediato.
Comencé a luchar en serio con él, podía esquivar mis ataques y yo los de él, Rinna también jugaba desde la distancia, tenia dos enemigos que no le iban a dar descanso. Él usaba su cola con movimientos muy ordenados, y sus llamas tenían el lugar completamente casi envuelto en ellas. Rinna espero mi señal y al verla le hizo una prisión de pierda a aquel ser, dejando libre solamente su cabeza y su pecho. Mi cabello en las puntas tomó un color rojizo nuevamente, apunté mi mano derecha a su cuerpo y me concentre para sentir cada molécula de agua de él, al hacerlo comencé ha evaporarlas de apoco, aquel cuerpo se retorcía, sentía como algo quemaba sus entrañas, era insoportable, su cuerpo se deshidrataba lentamente. Había llegado al punto donde la criatura pensaba q no debió haberse contenido tanto.
-ES SUFICIENTE- anunció el director haciendo que me detuviera; sentí su aura q aplacaba mis movimientos y concentración.
-Vaya parece q ganamos- Rinna se puso de pie y se acercó a mi- vamos Cristal ya hemos superado este examen.
-Si -en ese momento el director aparición frente a nosotros tres.
-Chica libéralo -ordenó a mi amiga, quien de inmediato lo hizo.
-Listo señor director -aquel ser estaba algo débil cuando ella le dejó libre, era fácil sentir q su aura era menos intensa.
-Vuelve a tu forma humana Arboc -le ordenó de la nada, mientras q caía el campo de fuerza, los directivos entraban al campo de batalla junto a los profesores y el director me vio de reojo- ¿ella usó todo su poder contra ti?
-No señor- respondió tomando forma humana y temeroso de la presencia de aquel hombre frente a él.
-Muy bien -afirmo- Akame-sensei pongase de pie junto a Arboc-sensei
Todos al escuchar aquellas últimas palabras se sorprendieron inimaginablemente; aquel ser que había puesto fin a la vida de mas de 30 estudiantes y herido a otros tantos era nada más y nada menos que un profesor. Sin duda las cosas eran difíciles de entender, el asesino maníaco era realmente un profesor. Eso si fue una sorpresa de las más grandes; parecía q la muerte de aquellos chicos no importaban.
-Akame y Arboc pueden escoger a cual de estas dos chicas van ha entrenar y tutorear- dijo con voz de mando.
-Si señor- respondieron al unísono.
-Bien adelante -dio vía libre a la elección.
-Yo escojo a Rinna- dijo Akame sensei con ojos enamorados.
-Yo escogere a la otra chica- dijo con mala cara y desprecio -será una molestia pero lo haré.
-Excelente -se volteo hacia los demás profesores- la próxima selección sera de forma más pacífica usaran los cristales de poder; lo que quería demostrar ya lo hice.
Todos acintieron, no entendíamos aun pero aquello parecía serio. Todos se fueron del campo de batalla dejándonos solos a nuestros tutores, al director y a nosotras.
-Señor director- dije mirándole seria -podemos saber que significa todo esto.
-Cristal cállate la boca y deja de preguntar tonterías -Akame se molesto.
-Este es el nuevo sistema, no más débiles, solo fuertes, el baño de sangre de hoy le dejó a los sobrevivientes claro que no deberían de estar aquí -hablo fríamente y terminando de hablar se fue
-Auch -sentí q golpeaban mi cabeza- eres idiota Akame-sensei? Eso duele.
-Cuando vuelvas ha atreverte, has que mi linda Rinna arrugue su cara que te mato mocosa insoportable -alzo la voz mientras tomaba a mi amiga de la mano y salia de aquel lugar de inmediato.
-Y entonces- se me escucho mientras miraba hacia aquel sujeto frente a mi.
-Akame, porqué no permitiste que Cristal fuera a quien entrenaras- le preguntaba mi amiga mientras él aun le agarraba y caminaba rápido.
-Has estado tanto tiempo a su lado que no puedes distinguir la clase de monstruos que son ellos dos- hablaba seriamente- hasta ahora ambos continúan conteniéndose, cada quien debe entrenar a su semejantes; tu poder y el de esa serpiente están a niveles muy diferentes, tanto q quizás podría aplastarte.
-Ella siempre va a contenerse, esas fueron ordenes de alguien a quien ama- al escucharla Akame se sorprendió.
-Dime, ¿qué tipo de híbrido eres? -preguntó aquel chico frente a mi sin ningún tipo freno.
-No es de su incumbencia sensei- respondí al tiempo q le daba la espalda y regresaba a la academia- tu tarea es como dijo el director entrenarme y tutoriarme, lo que soy o no, debería de dejar de importarle, solo soy un híbrido como tú.

La Vida de un Híbrido en Este MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora