Reencarnación para proteger (Goku en mushoku tensei)(subida regular)

PRÓLOGO-LA MUERTE NOS PERSIGUE

Se puede ver una persona que apretaba fuertemente sus puños, su cuerpo posee heridas por todas las posibles zonas visibles, y sus ropas no eran ajenas a eso, ya que estaban completamente destruidas. A la vez una línea de sangre caía de su frente, una respiración agitada y pesada, demostraba el cansancio que podría en ese momento. Más un pelo en forma de punta en un imponente brillo dorado se hacía notar, dejando a la luz el llamado del reconocido guerrero dorado de la leyenda de la raza guerra de los saiyajin.

La persona que se encontraba ahí era uno de los pocos sobrevivientes de la raza saiyajin que quedaban en el universo, y ahora mismo entrenaba sin descanso en la extensa sala blanca que rodeaba todo el lugar, un sitio alejado de la dimisión normal de la cual todos están familiarizados. Viéndose que lo único cercano yacente en el sitio era el templo de al lado suyo, lo cuál era lo único que le permitía volver a su dimensión, aunque sus pensamientos estaban muy lejos de esa acción.

Cansando al igual que con una gran dolor por sus heridas, lanzaba golpes sin cesar, notándose en el aire leves gotas de sangre y sudor cayendo, aunque cada vez se hacía más presente la fatiga, notándose en la bajada de ritmo que tenía a cada paso del tiempo. Ya casi sin fuerzas parecía que caería al suelo en cualquier momento, pero a pesar de eso una expresión molesta se veía su cara, siendo ocultada detrás de su pelo azabache caído en sudor, mostrándose como su transformación había desaparecido, dejando entender la falta de fuerzas que conllevaba el usarla, pareciendo que perecerá en cualquier momento por el incesante cansancio que sentía.

¿Qué era lo que pasaba por la cabeza del guerrero?, tal vez las cosas más comunes que podía tener cualquier guerrero de su tipo, que se caracterizaban por el amar el entrenar. Irse a descansar para después volver con el doble de intensidad, o tal vez dejar el intensivo entrenamiento para llevar uno más suave y no decaer con el tiempo que mantenía, pero todo eso se encontraba muy lejos de lo que realmente pensaba, ya que en sus ojos y mente, sólo le venían los recuerdos de lo que había pasado en los últimos meses.

Así que con una determinación y resistencia increíble de inexplicable aparición, debido a lo sorprendente que era el ver que se pudiera seguir manteniendo de pie. Nuevamente su pelo se levanta, tomando ese color dorado de hace unos momentos, otra vez el destello dorado volvía a renacer, tomando una postura bastante agresiva, volvía a dar esa mirada de profunda concentración en una simple cosa. Viendo a dos siluetas aparecer enfrente suyo, no dudó en ningún segundo en lanzarse, haciendo comenzar de nuevo su entrenamiento demencial.

Combinaciones de técnicas y fuerza bruta en su estado puro, más el sudor seguido de sangre, era lo único que se podía apreciar en la sala. El tiempo se movía más lento de lo normal, o quizás esa sensación daba por lo rápido y excesivo que era su entrenamiento, pero ante todo esa expresión de no rendirse no se iba de su cara, haciendo parecer que el tiempo pasara más rápido de lo que realmente pasaba, ya que incluso el solo hecho de mantener esa motivación, le permitía al guerrero de las estrellas, seguir manteniéndose de pie sin rendirse.

Siempre estuve solo desde la muerte de mi abuelito... la verdad siempre pensé que seguiría así, nunca me imaginé otra forma de vivir, y todo eso era a lo poco que conocía del mundo. Debido a que pasé varios años de mi vida sobreviviendo con los recursos de la naturaleza, o al menos ese pensamiento tarde o temprano desapareció, todo a causa de que conocí a la persona que cambió gran parte de mi vida.

Su nombre es Bulma, es quién considero mi mejor amiga, bueno... en realidad es la única que tengo, me llevó a recorrer el mundo en busca de las legendarias esferas del dragón, conocí y viví muchas cosas, todavía lo recuerdo con mucha nostalgia, en verdad me divertí. Pero... recordar esos momentos de mi vida dónde me volvía cada vez más fuerte sin preocupaciones, y en donde cada vez conocía más personas, me hace arrepentirme fuertemente de no haber hecho algo más para no acabar en la situación actual.