Cuando Park Jimin se despierta de un accidente con amnesia, el exmarido llamado Jeon Jungkook del que él no recuerda haberse divorciado, le ayuda a entender por qué su vida es ahora un desastre.
~ Historia basada en la película "The stolen years" ~
...
Jungkook se encontraba en su trabajo terminando unos asuntos pendientes que necesitaban ser finalizados con urgencia cuando el tono de una llamada entrante le hizo pausar un momento lo que escribía en su laptop.
-Hola – hizo una breve pausa –él habla- de un momento a otro detuvo todo lo que estaba haciendo - ¿Qué cirugía? –
Y eso basto para que saliera corriendo de su oficina sin importarle la mirada de los demás y los gritos de su jefe preguntándole que pasaba.
-¿Tu sabias todo esto desde el principio verdad?- preguntó con rabia al hermano de Jimin quién se encontraba en la sala de espera en el hospital - ¿Cómo pudiste dejarlo hacerse la cirugía? ¡Puede morir! – grito el pelinegro.
-No grites – dijo el hermano de Jimin.
-¿Cómo quieres que no grite, eh? Mi esposo, el amor de mi vida, en estos momentos esta siendo sometido a algo donde su vida peligra- el pelinegro sentía que en cualquier momento iba a explotar, necesitaba controlarse, - ¿Sabes que? Mejor no me hables –
- Lo hizo por ti Jungkook, no pude detenerlo – al no llegar una respuesta del pelinegro, sacó un celular – Jimin me dijo que te dé esta grabación – le dijo extendiendo su mano hacia el más alto.
Jungkook tomó el celular y se alejó de su cuñado, se sentía demasiado enojado con él por haberle ocultado el hecho de que su Jimin se sometería a esa cirugía muy peligrosa.
Un poco más calmado se dispuso a ver el vídeo que su Minnie le grabó.
~Jungkook, no culpes a mi hermano ni te culpes a ti mismo.
Es mi decisión, sé que la cirugía es un riesgo, solo hay un veinte porciento de probabilidad de que viva, pero un veinte porciento es suficiente para aferrarme a la vida.
Porque me lo prometí a mismo, por ti debo mejorar.
Esa noche sabía que quizás sería la última vez que me entregara a ti en cuerpo y alma.
Pero no tengo miedo,
no tengo miedo de morir.
Solo tengo miedo de que jamás tengas la felicidad que mereces.
Si la operación falla no te desesperes, porque quería que supieras que me has hecho el hombre más feliz del mundo.
En esta vida, no tengo arrepentimientos, todos y cada uno de ellos los he enmendado, los momentos que pasamos uno a lado del otro no los olvidaré aunque me muera, te llevo en mi mente y en mi corazón.
Te amo por siempre y para siempre ~
El pelinegro no pudo evitar derramar sus lágrimas mientras sollozos salían de su boca, tenía tanto miedo de perder al amor de su vida y no se dio cuenta de los sentimientos de Jimin y de cómo este también sufría.
Ahora lo único que podía hacer era pronunciar cuanto amaba a su peligris y esperar a que le dieran noticias al finalizar la cirugía.
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-Hola, ¿Cómo te sientes? – preguntó el pelinegro a su hermoso esposo quién estaba despertando después de que el efecto de la anestesia se le pasara.
- El doctor Namjoon dijo que estoy paralizado del cuello hacia abajo ¿es verdad? – fueron las primeras palabras que escucho Jungkook decir de su marido.
- ¿Quién te dijo eso, eh?, ¿A qué hora fue?, Este hospital es importante pero los doctores dejan que desear y el equipamiento es terrible – Jungkook suspiro y paso sus manos por su cabello en un signo de frustración –Pero no te preocupes amor, tengo muchos amigos que conocen buenos neurocirujanos, seguro pueden curarte ¿sí? – y solamente vio como una lágrima por parte del peligris caía por su mejilla.
Pasan los días y me he acostumbrado al hecho de que ya no puedo moverme,
Jungkook viene todos los días a ayudar a limpiarme y estirar mi cuerpo.
Siempre fue tan gentil y cuidadoso conmigo.
Lamentablemente ya no siento sus manos ni su calor.
Mis pulmones comenzaron a deteriorarse.
Dependo de un ventilador para mantenerme vivo.
Al ver la máquina me pregunto: ¿esto es vida?.
Jungkook ha renunciado al mundo fuera de esta habitación, pero preferiría que renuncie a mí.
Desearía que viviera como las otras personas, que viva su vida, que sea feliz, pero no puedo hacer nada, él solo quiere estar conmigo.
Tirado en la cama, me pregunto todo el tiempo: ¿Qué más puedo hacer por Kookie?
