Gilbert
Cuando tenía 3 años le temía a la oscuridad, creía que saldría algún monstruo, una especie de gigante que comiera niños, me mataría y no podría seguir con mi joven vida.
Pero yo amaba los superhéroes, quería ser uno, me veía salvando vidas y ayudando a la gente, para mí siempre fue algo increíble, algo sin explicación, la reacción de las personas cuando recibían buenas noticias me dejaba realmente satisfecho, por ejemplo cuando un grupo de estudiantes cree que está a punto de morir en un elevador que no hace más que bajar desde el piso más alto a toda velocidad, todos estarían muy asustados, pero entonces llega alguien que pueda ayudarlos, tal vez Batman, Spiderman o hasta Thor, entonces los salva.
Un día jugaba con Anne en mi casa, nos encontrábamos solos, teníamos 4 años; jugábamos a que yo era un caballero que rescataba a la princesa Anne del Dragón que la tenía cautiva.
- Usted no podrá vencerme Dragón, me llevaré a Anne y usted morirá -exclamaba un pequeño Gilbert vestido de un muy apuesto caballero apuntado a una caja de cartón con su espada.
- Ayúdeme noble Caballero, no soporto sufrir un día más en esta oscuridad -interrumpió una dramática Anne con su cabello suelto adornado por una corona de flores y un lindo vestido blanco.
Y entonces comenzó la lucha entre el caballero y el Dragón, pero se fue la luz y todo quedo en penumbras.
- AHHHHHHH -gritó un pequeño de pelo oscuro.
-¡Gil!, ¿Estás bien? -pregunto la pelirroja muy preocupada.
- N-no Anne, tengo miedo, mucho miedo -contesto el pequeño mientras se arrinconaba y se abrazaba a si mismo.
- Espera aquí, iré a buscar una linterna a tu habitación.
-No puedes dejarme sólo Anne, por favor.
- Estarás bien súper héroe, lo prometo.
La pequeña dejó a un muy asustado Gilbert contra el suelo y llorando.
-AHHHHHHHH ¡GILBERT! -gritó su pequeña amiga desde el piso de arriba.
- ¡ANNE! ¡¿Qué pasa, estás bien?! -un alarmado Gilbert comenzó a gritar.
- No Gil, me caí de la escalera, mi tobillo me duele mucho -decía entre sollozos la pequeña.
-Aguarda, subiré y te ayudaré.
El pequeño se limpio las lágrimas y corrió en busca de su amiga, se encontraba en el suelo de su habitación a oscuras.
-Gil, ayúdame, me duele mucho
-Lo haré, sólo estira tu mano y yo la buscaré.
Ese fue mi primer rescate, esa noche logré vendarle el tobillo a Anne, esa noche salve a mi futura esposa cuando teníamos 4.
Fue ahí cuando entendí algo, el miedo desaparece, el sabrá en qué momento lo hará, y eso te hará más fuerte.
El miedo me invadió cuando Anne despertó, sabía que ella no me conocía, pude verlo es sus ojos, y eso termino por romperme. Podría haberme ido y dejarla, algunos lo hubiesen hecho, pero yo jamás podría. Le prometí a Anne sostenerla en sus peores momentos, le prometí amortiguar su dolor y yo la amo, y aunque no me llegue a recordar yo seguiría amándola. Porque no puedes dejar de amar a una persona de la noche a la mañana sin explicación.
No me asustaba el hecho de que no me recordará, me asusta el hecho de que no me quiera en su nueva vida y entonces termine por perderla.
Y el hecho de que confíe en mí para pedirme que le cuente su historia, me da esperanzas de que no me termine echando.
Porque yo no pienso irme de su vida.
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Como si fuera la primera vez (Anne & Gilbert)
RomanceAnne Shirley Cutberth, vida perfecta, amigos perfectos, chica perfecta, novio perfecto, familia perfecta. Ningún rastro de tristeza, todo era felicidad. Era. Todo cambia en un solo segundo, su vida dio un giro de 360°, pero si ella estaba rodeada d...