13. Una bomba de tiempo que suena entre decibeles y destrulle la posibilidad de

185 27 41
                                        

13. Una bomba de tiempo que suena entre decibeles y destrulle la posibilidad de amistades

 Una bomba de tiempo que suena entre decibeles y destrulle la posibilidad de amistades

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El calor, la música y el ambiente solo me incitaban más y más a bailar y divertirme. Amaba estos momento de libertinaje que podía conseguir vivir debes en cuando, ser el pilar fuerte de mi hogar y padres siempre ha traído consigo estrés y responsabilidades que me han hecho dejar de ser lo que realmente soy.


Una chica joven menor de 25 años que debería salir más a menudo a fiestas como estás.

Mi tío Enji acababa de retirarse por una llamada entrante del que creo era Touya. Así que pude dejar de comportarme tan bien y me desate una poco, me quite mi prenda abrigada y dejé al descubierto mis brazos y espalda gracias a al escote de la camisa de esa noche.

El bochorno disminuyó gracias a que tire lejos de mi esa prenda que antes me daba calor de la fría noche. Ahora sólo me estaba acalorando y por ello decidí retirarla.

—¿No deberíamos llevarla a casa?—, la voz sería y caballerosamente preocupada de Iida-kun sonó a mi costado derecho.

—Deja que se divierta un rato, por algo decidimos tener la junta en un lugar como este. Para divertirnos y celebrar la posible alianza entre empresas que si se dió. —Su hermano me cae bien referente a su forma de pensar es menos intensa que la de su hermano menor por mucho, y cabe decir que hace poco tuvimos un encuentro cercano que estoy segura hoy consumaremos si es que no interviene Iida-kun como la última vez.

—Esta bien, hermano. —Se inclino sobre la mesa y tomo el control de la televisión para comenzar a buscar algo en la pantalla dactil. —¿Uraraka-kun quieres cantar algo?

Dejé de bailar y procedí a enfocarlo preguntándome si quería cantar sabiendo que arrastró las letras por el alcohol. Pero dado que ya estoy un poco ebria descarte rápidamente las dudas y asentí, tomando el micrófono de la mesa de centro.

—¿Con que canción nos deleitaras, señorita?—prenuncio la última palabra con un tono elocuente, como el de la última vez que me atrajo mucho.

—Dejame ver...— Me acerque a su hermano y busque entre la lista de Miles de canciones, hasta que di con una perfecta para como me sentía esa noche y como era mejor pasarla, aunque de si se me daba una compañía no la negaría.

La tonada comenzó a sonar y el nombre en la pantalla apareció tras empezar el murmullo de acordes. La puerta se abrió dejando ver a ese bicolor que aún me podía colocar a su merced con una sola mirada y el adorable chico que me trataba como nunca nadie ma había tratado.

Clave mi mirada en Todoroki y comencé a cantar.

—Lo siento si parezco desinteresada o si no estoy escuchando, o si me muestro indiferente. La verdad es que no tengo nada que hacer aquí, pero ya que mis amigos están aquí, —camino tratando de tener equilibro y lo logro para llegar a estar al frente de Midoriya. —Solo intento divertirme, pero en realidad prefiero estar en casa yo sola. No en esta habitación con gente que ni siquiera se preocupa por mí bienestar, yo no bailo, no preguntes, ¡No necesito un novio!

El asistente [GRUDGES] ✔️〽️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora