Prólogo

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—Midoriya—, el maestro Aizawa me llama desde la puerta del salón

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—Midoriya—, el maestro Aizawa me llama desde la puerta del salón.

Aún no se ha ido y algunos compañeros siguen aquí. Siempre me quedo a lo último para guardar bien mis cosas, ya que siempre las pierdo y soy olvidadizo.

—¿Si, profesor?—porfin termino de meter todo en mi mochila para dejarla en el asiento que me corresponde.

—Ven conmigo a la sala de maestros, tengo que hablar contigo. —Ordena, saliendo del salón sin siquiera esperarme.

Me apresuré a ir detrás de él, bajo la mirada de Kaminari, Iida y Tsuyu.

Kaminari junta las manos rezando por mi.

Iida me mira con el entrecejo fruncido.

Estoy seguro que cree que hice algo malo...

Tsuyu me regala una sonrisa tranquilizadora.

Les sonrió a los tres con algo de nervios y por fin corro a alcanzar a mi maestro con ojeras.

Cuando llegó a la sala de maestros me detengo antes de abrir la puerta, respiro profundo tratando de agarrar seguridad del aire.

Por fin abro, logrando que algún que otro maestro se detenga en mi persona.

—Permiso.

Me adentro en ese lugar con muchos cubículos como los de las empresas telefónicas, en el piso de servicio al cliente y busco al profesor Aizawa con la mirada.

Cuando lo encuentro, esta en su habitual saco amarillo de dormir, me lo pienso en si despertarlo o no. Pero al final, termino por despertarle.

—Aahm... ¿Maestro, Aizawa?—. Testereo su hombro y este en un santiamén despabila, mirándome con ojos irritados y venas remarcadas.

—Ah, eres solo tú. —Dice después de enfocarme, creo que lo asusté, debió creer que era el director que luego venía a despertarle, como cuando estábamos en hora de clase.

Parece ser que sucede de igual manera en la hora de almuerzo cuando decide echar un sueño en la sala de profesores.

—¿De que quería hablar conmigo, profesor Aizawa?—. Voy directo al grano, ya que queda muy poco tiempo para que pueda ir a la cafetería y comer algo, antes de la siguiente clase.

—Ah, si, tienes una propuesta de trabajo.

¿Qué yo qué?

Limpio mi oído con mi dedo meñique, creyendo que lo escuché mal.

—Perdón, profesor Aizawa. Creo que lo escuché mal, ¿Me dijo que tengo una propuesta de trabajo?—, parpadee repetidas veces, tratando de salir de mi asombro.

—Escuchaste bien, tienes una propuesta de trabajo de la empresa Endeavor. —Saca uno de sus brazos del futón de campamento, tomo unas hojas y me las tiende,— tienes tres días para darles tu respuesta.

El asistente [GRUDGES] ✔️〽️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora