21. Cámaras al descubierto

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21. Cámaras al descubierto

Me dirijo por las escaleras hasta el piso que tiene el otro elevador para poder llegar a mi oficina

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Me dirijo por las escaleras hasta el piso que tiene el otro elevador para poder llegar a mi oficina. Aunque mi tío y Shoto me hayan casi obligado a palabras que fuéramos al hospital para verificar que todo estaba en orden y en su lugar, les di la espalda y comencé a caminar al escuchar el diagnóstico del enfermero de la ambulancia que llego. Todo estaba bien conmigo, el que debía ir a un lugar más refrescante y a ventilarse era Midoriya.

Sudo mucho ahí dentro, yo me encontraba bien a pesar del calor porque estoy mas que acostumbrada a las saunas que Shoto me llevaba cuando queríamos tiempo a solas y, para consentirme en un spa de belleza.
Aunque hallamos terminado nuestra relación, regreso como cada fin de semana, porque me agrado y me es desestresante.

Estornudo atrayendo miradas de los demás empleados que siguen mi ejemplo para poder llegar a su área respectiva en lo demás pisos superiores, pido disculpas y al igual recibo algunos salud de los de mi alrededor. Cuando por fin llego a el elevador, este va algo lleno.

Entre el mar de personas que ahora se aglomereda a mi alrededor como peces en una gran red de pesca como la que sale en la película de Nemo, una pregunta aborda mi mente.

¿Estaremos bien luego de lo que paso?

El frio del aire acondicionado que fluye por todos lados de la empresa me recibe a través de la puerta que se abren frente a mí. Salimos por estas, me siento en la hora pico cuando es perfectamente tarde y las calles debes de estar vacías porque las personas deben estar sentados frente a un escritorio terminando algún reporte o inventario. Yo debería estar igual que ellos, ansiando la llegada de mi descanso para el almuerzo.

No tardó en llegar a el área precisa de mi piso, al doblar esa vuelta de esquina del pasillo dejo que mi figura se vea. Y todos los que, si pudieron llegar a tiempo a su lugar de trabajo, me abordan preocupados. Algunos tienen el atrevimiento de regañarme, con la excusa de que debería estar rumbo a casa para tomarme el día por el incidente que acabo de vivir y volver mañana.

A quien engaño, les agrada mas esa idea para que no me vean la cara… como si de verdad les importara mi bienestar, arpías y lagartijas hipócritas

Un grito agudo que parece sacado de un alarido de dolor y pena de una película de terror calla a todos que me han encarrado rodeándome contra la pared. Sé perfectamente a quien pertenece esa muestra de drama.
Si podrías ser la mejor drama Queen del mundo, Aoyama

—¡¿Estas bien, mochi?!—, aparta a todos de su camino con lagrimas que han hecho un desastre en sus pómulos, llega hasta mi y esconde su cara chorreante de tinta negra en mi pecho. —¡Estaba tan preocupado por que pasara algo!

Sus lagrimas son genuinas, algo dentro de mí se remueve conmovido. Me siento aliviada que aparte de mi tío y mi exnovio alguien realmente estaba mordiendo sus uñas hasta la cutícula por la preocupación por mí.  Me quedo estática un instante, y luego salgo de mi letargo para envolverlo con mis brazos y esconder la cara entre su cuello y llorar un poco.

Aunque si puedo aun ser sincera… no entiendo muy bien porque tengo unas grandísimas ganas de soltarme a llorar como una niña de kínder que ha perdido su muñeca preferida.
Entiendo que desde la noche del karaoke todo se descontroló, y fue precisamente por mi culpa. Y eso no lo hace menos doloroso, admitirlo es una de las cosas más difíciles, pero creo que se me hace mucho más fácil porque amo sentir el dolor y así, asumir mi culpa para poder hacer algo y tomar cartas en el asunto. Sin embargo, hacerme responsable de lo que yo hice que sucediera solo lo hizo peor y mas complicado.

Creo que lo único que he hecho bien en todo este tiempo que desate la tercera guerra mundial en mi vida, ha sido sincerarme con Izuku. Aunque yo no estaba segura de si lo que dije es totalmente cierto. En ese momento me percate de que estaba usando al pequeño chico de cabellos verdosos para mi estabilidad emocional y mental.

De nuevo estoy dependiendo de un chico para mi bienestar…

—Aoyama, estoy bien—salgo de mi escondite y enfrento a todos lo que nos rodean. —De verdad, lo estoy. Gracias por preocuparse por mí, lo aprecio mucho—, no entiendo de donde sale una sonrisa genuina para las personas que se la pasan hablando mal de mí, pero veo como se sonrojan por mi sonrisa.

Es cierto… siempre me la paso todo el día con cara de pocos amigos, entiendo que esa sea su reacción ante algo que no se un ceño fruncido y ojos asesinos

El rubio aun sigue llorando entre mis pechos, apuesto que debe estar toda manchada de delineador mi blusa, pero me importa poco. Lo aparto con delicadeza de mí, diciéndole que necesito ir a trabajar. Tengo muchas cosas que atender luego del cierre de trato entre la empresa Ingenium y Endeavor.

Este asiente y me deje libre, me encuentro con mi secretaria en la puerta de la oficina donde hago todos mis pendientes, hago una reverencia. Esta se sorprende y tarda en regresarme el gesto.

—Señorita Setsuna si no es mucho pedir…

—¡Puede pedirme lo que necesite, licenciada Uraraka! Estoy a sus servicios—se apresuró a dejar en claro, su preocupación es genuina y lo aprecio desde lo mas cansado de mi corazón.

—No puedo seguir con esta ropa en un clima tan frio, podrías conseguirme un cambio de ropa, por favor.

Aun quedan algunos de los empleados y se exaltan cuando pido las cosas con educación.

Tengo que comenzar a usar más esos detonantes de cortesía, por cómo actúan me ven como una cruel bruja sin educación…

—Enseguida, licenci-

—Solo dime Uraraka, ya tenemos mucho tiempo de conocernos y aun me dices así—, antes de perderme por el marco de mi oficina, me asomo por este para arreglar algunas cosas en mi vida laboral. —Te lo agradezco mucho.

Por último, agradezco por lo que va a hacer por mí. Aoyama viene detrás, siguiéndome aun tratando de detener el derrame de sus párpados y hilo de moco de su nariz. Retiro mi blusa y la tiendo en el espaldar de la silla donde me siento, quedo en sostén y siento menos frio.

El asistente [GRUDGES] ✔️〽️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora