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Más ebria no podría estar. Sentía que sus piernas temblaban; y con suerte Seonghwa era quien la sostenía entre sus brazos. Al menos, él si se preocupaba de ella en aquel momento, puesto qué, los otros dos individuos solo guardaban silencio. Bueno, exceptuando uno que lloraba a mares e hipaba. No comprendía el porqué de la reacción de JungKook ante su llegada. 

¿Acaso tan patética se veía? ¿Causaba vergüenza ajena? Al menos que agradezcan que fue un día viernes por la noche y no un día de plena semana, como un lunes o un miércoles. Además, el culpable era solamente Park, ya que, fue él quien la invitó a un bar a beber y a conversar.
¿Sí saben cómo me pongo para qué me invitan? Gritaban sus neuronas al compás del licor que recorría su organismo.

De la conversación como tal, no recuerda siquiera la más mínima palabra u oración que haya salido de los belfos rosados de su ex novio pelinegro. Sin embargo, recordaba que el vehículo de Hwa se movía en zigzag por la acera, mientras el mayor conducía a una velocidad moderada. Reconocía que era algo imprudente su actuar, pero era la única manera de llegar a su hogar sana y salva; además de ahorrarse los gritos de su madre y del bruto de YoonGi, quien siempre salía con alguna de sus frases reflexivas versión filosofo de pacotilla. 

- Deja a SunHee sobre el sofá, yo me encargaré de ella- sugirió pausadamente Hwang con ambos brazos cruzados, a lo cual, Park se negó.

- Yo la traje, así que yo me encargo amigo... Es mi responsabilidad- exclamo Hwa, mientras sonreía como bobo, causando cierta molestia en el mayor.

- ¿Responsabilidad? ¿Llegar con Sun ebria es ser alguien responsable?- Jeon habló molesto. No comprendía del todo a Park cuando hablaba, y mucho menos en aquel estado tan infantil o adolescente. Peor que un chico de quince años post fiesta a escondida de sus padres- mejor te iré a dejar a tu casa y Yeop se encarga de ella.

- ¡Qué no! ¿Cómo pueden ser tan sordos o se hacen? ¡Yo seré quien irá acostarla...!- decidido se encaminó a la habitación de la chica, pero fue tomado desde la cintura por parte de Yeop, quien ya estaba más que molesto; y su rostro era quien lo demostraba. Ante la acción del primero, el contrario retrocedió un par de pasos.

- Mi apartamento, mis reglas Seonghwa ¿O acaso quieres que llame a Min YoonGi? Porque ganas no me faltan.

- Más respeto abuelo, yo conozco mucho más a Sun que tú ¿Me oíste?- a modo de retar al mayor, se colocó frente a este. Ambos estaban enojados y se podía oler la tensión en el aire.

- Chicos... ¡Por favor, hagan el amor y no la guerra!- JungKook susurrando medio alto se metió en medio de ambos sujetos. Por otro lado, Sun, estaba en el quinto sueño de su borrachera.

- Jeon no te metas- gruñó Hwa- ¿No me digas qué estas apoyando a este anciano?- el menor negó- ¿Entonces?

- Solo que no quiero un alboroto ¿Me entiendes? Por eso...- hizo una ligera pausa, tomando delicadamente el antebrazo de quien creía ser su amigo- mejor vámonos a casa, mañana venimos a buscar tu automóvil y todos felices ¿Qué dices?

- Hazle caso al niño rata- entre dientes habló Yeop, quien recibió una mirada de odio por parte de JungKook.

Gracias al cielo, Jeon convenció a Park de retirarse de la morada Hwang-Min; y con ello, dejarle la misión a Yeop sobre el cuidado de la castaña, quien estaba arrojada en uno de los sofás del comedor, como si de un saco de papas se tratase. Un leve puchero adornaba aquel blanquecino rostro; junto a sus ojos rasgados acompañados de unas largas pestañas cubiertas de máscara de pestañas. El pelinegro, debía de admitir que la chica era linda...

¡Perdón! Ella era bella. Era única. Era maravillosa.

Acomodándola mejor sobre la felpada superficie del sofá, se encaminó en dirección a la cocina. Mojó sus manos bajo el agua de la llave, pasándolas sobre su rostro. No entendía; o más bien, no comprendía aquel sentimiento de angustia mezclada con frustración. Sentimiento que se alojaba en lo más profundo de su corazón. Quería gritar de rabia y golpear aquel hermoso gabinete, en donde guardaban los platos de porcelana. Regalo de la madre de Sun.

Observó el blanquecino cielo de la cocina. Un blanco como la nieve, ayudó en parte a despejar sus pensamientos. Admitía que en parte le gustaba la chica. Le atraía en demasía su roomie, aunque, al parecer el sentimiento solía ser todo lo contrario por parte de ella.

¿Por qué besó a su ex novio? ¿Por qué salió con él a beber? ¿Quizás por ello no contestó su mensaje de texto? ¡Se volvería loco si pensaba tanto!

Abrió la puerta del refrigerador, y su mano derecha agarró una cerveza. No solía beber mucho soju, ya que, no era de su preferencia en la mayoría de los casos. Suspirando, se sentó al lado de la calefacción, la cual ayudaba a mantener cierto equilibrio con el frío invernal de aquella noche. Cabizbajo, se dedicó a abrir la lata, evitando que se subiera la espuma de esta.  Una deliciosa budweiser acariciaba sus palialas gustativas, y bajaba a lo largo de su esófago. Delineó sus labios con su rosada lengua, y tentado a más, se bebió la lata en un dos por tres.

Y así siguió, bebiendo y observando a la chica, quien aún se mantenía recostada y con los ojos cerrados. Debía de haber bebido mucho, pensaba Yeop, mientras abría otra lata más de aquel suculento líquido amarillento y amargo. Mientras movía sus pies, para evitar que estos de adormecieran por estar en la misma posición, miró el reloj que colgaba. Eran pasadas las una de la mañana, cuando decidió irse a la cama.

Recogió las latas que se encontraban arrumbadas al lado de su trasero, para depositarlas en el basurero. Prefieria eso a los retos de la menor o a sus niñeras. A lo mejor, podrían hasta tropezarse con ellas.
¡Uno nunca sabe!

Se acercó al sofá, extendiendo sus brazos en dirección a Sun. Rodeo su espalda y la zona interna posterior de sus rodillas, para poder tomarla en brazos. ¡Parecían recién casados! Exceptuando, el que ambos estaban algo pasados de copas. Sobretodo ella.
A paso torpe, caminó por el largo pasillo del apartamento, hasta lograr dar con el dormitorio de la chica y posteriormente con la cama de dos plazas. Depositando el cuerpo de la menor sobre el acogedor colchón, cerró rápidamente las cortinas, para evitar que ingresará la luz de los faroles que habían en el exterior. Revisando que las ventanas estuvieran sumamente cerradas, volvió hacia SunHee. Desató los cordones de los zapatos de la chica, además de retirar la molesta chaqueta que llevaba consigo.

Observo detalladamente su rostro, pero sus labios se desviaron hacia los labios de la fémina. Tentado ante aquella hermosa perdición, rodeó estos con la yema de sus dedos, de manera lenta y suave. Se sentían tan esponjocitos y deseados. Volvió a ejecutar la misma acción, aunque esta vez no se percató del par de ojos de Sun abiertos. La castaña siguió con la mirada, de manera atenta y pausada los movimientos que Yeop hacia con sus finos y delgados dedos. Y a pesar de querer negarse, aquello le gustaba y le tentaba de sobremanera. Debía de admitir, que Hwang In Yeop era sumamente atractivo.

Con su mano derecha, acarició parte del rostro del contrario. Específicamente su mejilla derecha, quien ante el tacto de Sun, sintió estremecerse. Un corriente eléctrica recorrió toda su medula espinal, sacándole un leve suspiro. Yeop hizo contacto con los achocolatados ojos. Ninguno pestañeaba; y tampoco, ninguno se inmutaba siquiera de las acciones que estaban ejecutando. Porque, aunque fueran mínimas las caricias, ambos sentían cosas a lo largo de su cuerpo. Como la perdida total de su raciocinio.

Acercando su rostro de lleno hacia la chica Min, rozaba lentamente su nariz con la contraria, generando que ambos cerraran sus ojos lentamente.

Y en un simple, pero hermoso cerrar de ojos para aquel pelinegro llamado In Yeop, sintió la mayor satisfacción y sensación de su vida recorrer todo su cuerpo. Jamás pensó que rozar y luego besar aquellos anhelados labios, serían tan exquisitamente delicioso. Y con esto, dio el impulso de besar lenta y tortuosamente los labios de SunHee.

Quien le siguió el beso.



🪐🪐🪐🪐🪐



Se nos puso cálida la cosa ¡Para qué decirles!😂🤭
Este sábado, nuevo capitulo.

Y gracias por su apoyo.

Daniela❤

The Roomer - Hwang In YeopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora