12.

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Park estaba de frente a la puerta del apartamento de Yeop; quien ya se encontraba caminando en dirección a esta a causa de los golpes que una persona ejercía en aquella madera, retumbando en todo el lugar. Por su lado, Alice estaba bebiendo el delicioso café preparado por el chico, minutos antes de ser interrumpidos.

Pero, los ojos de Yeop prácticamente querían huir de sus orbes en cuanto vio a dos personas demasiado conocidas para él. Era de esperarse que a lo mejor Jimin viniera a visitarlo a su nuevo hogar o quizás, ayudar en la decoración. A él lo recibiría feliz de la vida con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en su rostro; sin embargo ¿Qué mierda hacia SunHee allí?

Ambos estaban frente a él. Por su parte, Jimin tenía la mirada baja, observando sus zapatos oscuros, los cuales se movían algo inquietos y era de suponer, que estaba nervioso o incomodo ante la presencia de la castaña; quien no eliminaba su sonrisa de aquel frívolo rostro blanquecino como rostro.

¿YoonGi sabría de la visita de ella? Lo dudaba, aunque su hermano a lo mejor siquiera conocía la personalidad real de la joven Min, quien era astuta al momento de ocultarla ante el resto de las personas.

- Hola Jimin- lo saludó a menas, quien sonrió observando fijamente al contrario.

- Hwang ¿Puedo pasar?- el nombrado asintió, abriendo la puerta y dándole el paso a Park, quien gustoso retiro sus zapatos para ingresar- ¡sírvete al en la cocina!

- ¡Ok!- gritó desde el interior del apartamento.

Le importaba lo más mínimo sobre a presencia de su vecina, presintiendo que ella se llevaría de fabula con el recién invitado, ya que debía de reconocer que la chica transmitía cierta alegría y comodidad a cualquier persona que estuviera con ella al momento de querer entablar alguna conversación o simplemente reír de algún percance que ocurriera en un par de minutos, o de los ronroneos de Suga. Frente a esto, era similar a San en su personalidad. La alegría y la buena vibra que entregaban por si mismos era algo muy particular entre los hermanos Choi.

Pero todo ello se esfumó como el humo de un cigarrillo cuando volvió a la realidad y se detuvo en la sola presencia de Min SunHee a los pies de su hogar. Su sonrisa acompañada de aquel labia rojo, recalcaba sus dientes perlados. Y sus ojos, sus ojos filosos y finos como los de un gato. Sostenía una cartera negra, que colgaba desde el antebrazo derecho, junto a un abrigo del mismo tono y unas par de medias oscuras; acompañadas de un par de tacones aguja. 

¿Acaso no sentía frío? ¿Tan friolento era él? Sacudió su mente, para volver a enfrentarse a la realidad. A ella. A SunHee. Expectante, dio un paso al frente, pero Yeop, se anticipó cerrando la puerta.

- ¿Qué haces acá?- tan solo esperaba alguna respuesta por parte de la chica, quien solo se dedicaba a sonreír y mirarlo de pies a cabeza ¿Tendría cara de payaso? Ni él lo sabía.

- Vine a verte, y déjame decirte que pensé que buscarías un peor lugar para vivir Yeop- delineó sus labios con su fibrosa lengua sonrosada, lo cual antes a lo mejor, hubiera sacado un suspiro por parte del pelinegro- ¡Me sorprendiste!

- Deja de hablar tonteras y mejor vete por donde mismo llegaste- tajante y frío. Tan sólo quería cortar todo grado de relación con la chica.

- Te extraño- y esa frase, lo dejó sin aire y con un profundo golpe en su corazón, el cual estaba cristalizándose con tan solo su presencia en cuerpo y alma-... ¿Sabes lo difícil que ha sido no estar con tu presencia en nuestro hogar?- ¿Excuse me? ¿Dijo "nuestro"?

- ¿Nuestro? Jamás fue nuestro, y tampoco es tuyo... Es de la abuela de MinGi- exclamó exaltado- ¿Estas de joda?

- Sólo si tu me jodes amor- y su mente quedó en blanco. Un blanco como el de la pared que tenía ante sus ojos- Extraño cuando follabamos y me hacías tuya.

The Roomer - Hwang In YeopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora