Capítulo 4

256 27 0
                                    

Lena entraba apresuradamente a su habitación, seguida de Nastya y dos escoltas que por orden de Nastya permanecieron afuera de la habitación cada uno a un lado de la puerta.

Detrás de una cortinilla de fina y delgada madera, Lena comenzaba a desvestirse tratando de ignorar lo que su amiga le decía, mientras ésta tomaba asiento y se dirigía hacia ella en tono de curiosidad.

N- Lena, ¿qué fue esa actitud que tomaste durante la ceremonia de coronación? Nunca antes te había visto comportarte de esa manera.

L- ¿De qué hablas Nastya? A mi me pareció todo normal…

N- Sí, hasta que apareció de la nada esa chica desconocida y te pusiste nerviosa, inquieta y no dejabas de mirarla.

L- No sé a qué te refieres, solo me intriga un poco saber de quien se pueda tratar. ¿No te diste cuenta acaso? Parece ser importante…

N- De lo que me dí cuenta fue de tu inusual comportamiento, conmigo no tienes que fingir Lena te conozco muy bien.

L- ¡Por favor! No fue nada Nastya, más bien ayúdame a ponerme el vestido azul para la celebración, luego tú también ve a cambiarte hay que ir a socializar…

Mientras tanto Yulia se encontraba ya en su habitación poniéndose un vestido color beige que le atenuaba bien a su cuerpo, zapatos del mismo color que el vestido, su cabello negro en un peinado que quedaba semi recogido, unos pocos accesorios y maquillaje natural.

Pasaron las horas y pronto se hicieron las 6 de la tarde.
En el gran salón del palacio estaba todo listo para la celebración y poco a poco los invitados fueron llegando.
Katya e Iván no se hicieron esperar mucho, habían llegado temprano y conversaban muy amenamente con el comisionado de la ciudad…

Por su parte, doña Inessa se encontraba al fondo del salón con Andrey y el general de la guardia real quien estaba junto a su esposa mientras conversaban.

La música amenizaba el lugar, se escuchaban los murmullos de los presentes por todo el salón, pronto Lena hizo acto de presencia sonriendo y saludando a todos a su paso.
Lucía realmente hermosa, su vestido azul celeste le quedaba muy bien, su cabello rojo lo había dejado suelto y ondulado, su maquillaje resaltaba el color de sus ojos verde grisáceos y como siempre Nastya a su lado con un vestido hasta los tobillos en color turquesa, se veía muy bien.

Yulia había llegado, se dirigió hasta donde se encontraba Katya no sin antes llamar un poco la atención y saludar a aquellos que se detenían para saber de ella puesto que habían muchos de los nobles que conocieron a sus padres.

Discretamente desde el momento de su llegada sus ojos empezaron a recorrer el lugar en busqueda de Lena. 
Pudo entablar una conversación corta con Katya y entonces se abrió paso entre la multitud hasta llegar donde se ubicaba doña Inessa.

Hizo una leve reverencia y con una sonrisa en su rostro procedió a saludar a la emperatriz.

Y- A sido un honor para mí haber regresado a la ciudad de mis padres y coincidir justo con la fecha de su coronación como nueva emperatriz…

I- Debo confesar que fue una grata sorpresa señorita Volkova, luego de años de no saber sobre usted.

Y- Primero que nada, expresarle que lamento mucho la pérdida del anterior emperador y felicitarla a su vez por ocupar de nueva cuenta este cargo.

I- Te lo agradezco… Espero que tu estadía en la ciudad no sea pasajera.
Oh mira, empezaron a tocar música de juegos de ronda.
No quiero ser grosera, pero me parece que todos los jóvenes se preparan para bailar, ¿por que no te les unes? Después de todo es divertido verlos a ustedes jóvenes hacer esos juegos.

La Emperatriz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora