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--¡Oh querido Zen!, me encuentro asustada, ¿que debería hacer?.- Hablaba Saeran tratando de imitar la voz de la chica, mientras leía los mensajes.

--Basta...- Yoosung se encontraba hincado, sus manos atadas por las cadenas, mientras temblaba, no quería seguir escuchando, porque, Saeran lo había inventado todo, ¿verdad?.

--¡No te preocupes Mc!, ¿Porque no vienes a mi casa?, debes estar asustada por todo esto, probecilla, deberías de tener a alguien que te cuide....- Ahora imitaba la voz de el actor, mirando con descaro a Yoosung, viendo las reacciones que este tenía. --¿Quien podría cuidar de mi, Zen?.-

--Detente....por favor.- No queria seguir escuchando, le estaba suplicando.

--Sabes muy bien que debes hacer si quieres que me detenga.- Sonrió egocéntrico, mientras quitaba las capturas y ponía su celular en cámara, para grabar la humillación que el rubio se haría.

--....- Silencio, Saeran fruncio el ceño, mientras se acercaba a él.

--¿Me estas ignorando maldito?.- Pregunto molesto, al no obtener respuesta, perdió su paciencia, llendo por un juguete para torturar a su fiel e inútil chico, porque Yoosung le pertenecía.

Yoosung no dijo nada, hasta que escuchó los pasos de Saeran regresar, levanto la mirada, y recibió una patada en su rostro.

Fue lo suficientemente fuerte, como para que perdiera el equilibrio y cayera al frío suelo de aquel lugar. Saeran nunca era blando con él. Evitó quejarse y volverlo a mirar. Pero el ardor de su mejilla era tan fuerte que quería llorar.

Era un cobarde poco hombre, los hombres no lloran. Se repetía mentalmente para no llorar y soportar por mas tiempo.

--¿Ah?, ¿no me vas a decir que pare? Bien entonces sigamos.- Dijo enojado, mientras volvía a las capturas de la RFA. --Mc, lamento si suena repentino y grosero, pero yo puedo cuidarte.- Prosiguió leyendo, mientras su pie pisaba el brazo del contrario, esperando ansioso escuchar sus súplicas. --¿Puedes cuidarme Zen?, ¿como un Príncipe azul?.- Le daba asco la conversación tan melosa. Dejó de pisar a Yoosung para, volver a hincarlo. --Mira Yoosung, mira como tu "linda pareja" te abandona por "tu amigo".- Dijo mientras levantaba el rostro de Yoosung obligándole a leer, la misma conversación que le había leído.

Saeran no estaba siendo cruel, sólo mostraba la verdad, y la verdad era cruel.

--.....- Nuevamente más silencio, no cedería Yoosung ante lo que Saeran quería, y aunque su corazón estaba destrozado por la conversación que estaba leyendo trato de pensar positivo. --Al menos está volviendo a ser feliz...-Susurró, pero en aquel lugar silencioso se escuchó claramente para los oídos de Saeran.

--....¿Me....estas jodiendo?.- Rabia.

Rabia era lo que sentía.
No, no era justo.

¿Lo estaba provocando?.

--¡Bien maldita sea!, ¡pudrete pensando que ella está siendo feliz mientras tu estas aquí!.- Lo empujó al piso con tanta fuerza que Yoosung se quejó. --Jodete Yoosung, verás que te arrepentirás de tomarme a la ligera.- Dijo mientras se largaba de el lugar molesto.

Yoosung sólo pudo verlo irse, por sus pisadas notaba que estaba severamente molesto, y el azotar la puerta no paso por alto por el joven.

A pesar de tener las manos encadenadas, no evitó que las llevará a su rostro lastimado, su mejilla estaba hinchada, eso dejaría un terrible moreton, y su labio partido tampoco estaba bien.

Quería morir, en serio, deseaba morir.

. . .

|| CORDURA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora