|| CORDURA ||

10

Yoosung miraba antes de entrar al carro, el cielo, era una tarde hermosa, y no sabía cuando volvería a ver algo así. Cuando estuvo adentro, Saeran cerró su puerta y entró del lado del conductor, para despues comenzar a andar.

Saeran manejaba, y de vez en cuando podía sentir que le miraba de reojo, procurando que no hiciese algo.

--(Como si pudiese hacer algo de todos modos).- Se quejó mentalmente, la puerta estaba con seguro, y no se podía abrir desde adentro, a excepción de que Saeran presionará un botón de aquel carro.

Además de que las ventanas tenían el vidrio polarizado.
Era sin lugar a dudas imposible poder hacer algo allí adentro, suspiró mientras se acomodaba en su asiento.
Al menos Saeran había prendido la radio para una leve canción y que no se aburriera.

Era algo calmado, y Yoosung no pudo evitar pensar en que así era cuando viajaba con Luciel al ir a aquel lugar.
Pero al contrario de Saeran, Luciel siempre bromeaba y le daba frituras, como así mismo, tenía su celular. Sintió cierto sentimiento de nostalgia.

--¿Que piensas?.- Pregunto de la nada Saeran. El auto al parecer estaba estacionado, y sentía la mirada de Saeran sobre él.

--Nada...- Dijo mientras volvía su mirar hacia la ventana, quería ignorar a Saeran.

Pero sintió un jalón en su ropa para después sentir las manos de Saeran en su cuello, apretandolo. Soltó un quejido mientras llevaba sus manos a las muñecas de Saeran, pero la diferencia de fuerza era muy notable.

--¿Estas tratando de enojarme?, creo que e sido muy amable contigo estos últimos días, Yoosung.- Dijo mientras comenzaba a estrangularlo, podía ver como Yoosung comenzaba a desesperarse debido a la falta de aire.

--Lo siento, lo siento....- Trató de disculparse, pero por cada palabra que decía, sentía que perdía más aire, sentía sus párpados más pesados.

Hasta que pudo recobrar aire nuevamente, Saeran se había apartado de él, y nuevamente estaba en su asiento, como si nada hubiese sucedido.

--Bien...,¿me dirás que estabas pensando?.- Pregunto nuevamente, mientras que de su bolsillo sacaba una cajetilla de cigarros y prendida uno, llevándolo a su boca, y abría un poco la ventana del auto.

Recordó la marca que fumaba Zen.

--Sólo...pensaba...- Tragó en seco, para poder decirlo. --En...Luciel..- Susurró el nombre.

--¿En quien?.- Pregunto mientras se acercaba a él, sus ojos verdes sólo lo observaban a él, como si le estuviese acechando.

--....En Luciel....,cuando estábamos en camino aquí...., también vinimos en carro...- Dijo al fin.

--¿Te recuerdo a ese idiota?.-

--No....-

--Hmp.- Salió del carro y tiro el cigarro para aplastarlo con la punta de su zapato, estaban estacionados en un cajellon que era oscuro y abandonado.

Abrió la puerta de el lado de Yoosung.

--Sal, iremos caminando de aquí.- Ordenó mientras que Yoosung salía.

Tomo la mano del nombrado para que no corriese y se mantuviera a su lado.

--Tus manos son frías...- Dijo Yoosung mientras entrelazaba sus dedos con Saeran, era incómodo sentir aquello, pero al menos estaba en su mano y no es su cuello..., como anteriormente había estado.

--Ajá...- Murmuró Saeran mientras que a contrario sentía la mano calida de Yoosung, era algo muy raro, nunca había sentido aquello. Hacia mucho tiempo alguien le tomaba la mano.

Siguieron caminando hasta que llegaron por donde entrarían, la puerta trasera de aquel gran edificio, donde al parecer había alguien esperando.
Allí fue donde Saeran soltó a Yoosung mientras se ponía su antifaz.

Yoosung tuvo que hacer lo mismo.

--Mi señor Saeran...me alegro tanto que este aquí...sólo debo advertirle..., que la seguridad aquí es mucha...debe de tener cuidado usted y...¿su acompañante?.-

--Si, él está conmigo ya que el Salvador también lo eligió para esto, ahora, mas te vale que no hayas hecho algo que arruine nuestro plan.-

--No...señor Saeran, puede pasar.- Dijo mientras se hacía a un lado.

--Vamos.- Exclamó Saeran mientras tomaba está vez la muñeca de Yoosung para que caminase.

Ahora era el momento donde la fiesta comienza.

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