15

854 95 21
                                    

Corría entre aquel lugar, no sabía en que dirección ir, o si había alguien que lo pudiese ayudar.

Aunque sabía que, en la situación que estaba, nada iba a salir bien.

--¡Yoosung!.-

Aquel grito erizo su piel, y siguió corriendo sin querer mirar atrás, teniendo miedo de que es lo que sucedería si Saeran le alcanzaba.

Había adrenalina corriendo por su ser, no importaba cuantas veces su cara era rasguñada por las ramas de los árboles, poco a poco la noche daba su reluce y sus parpados comenzaban a cansar, pero se negaba rotundamente a simplemente dejarse llevar por Saeran. Anhelaba el hecho de despertar, y que todo fuese una mala pesadilla, ir con su madre y que esta le acariciase el cabello mientras le explicaba que no era mas que un sueño.

Extrañaba su niñez, la cálida protección de los brazos de su madre rodeándole, tal vez porque un rayo le asusto, o porque termino raspándose la rodilla.
Simplemente su cuerpo colapso en el frío lodo, su respiración fue agitada, y ya no podía seguir, sus piernas no le respondían.

La mala alimentación y sueño le estaban pasando una factura muy cara en esos momentos, y no podía hacer nada para contrarrestarlo. Quería llorar, pero sus ojos estaban tan cansados que no podía, se arrastro lo suficiente para recargarse en la madera gruesa de el tronco de un árbol, probablemente esperando lo inminente.

Y por más que corrió para alejarse de Saeran, pudo escuchar los pasos de las hojas crujiendo.
No había hecho nada, más que atrasar lo que debía de pasar, no quiso mirar a Saeran a los ojos, probablemente se veía patético. 
La calidez de la mano de Saeran toco su rostro, obligándolo a verlo.

 La calidez de la mano de Saeran toco su rostro, obligándolo a verlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


--Chico tonto, ¿Qué te hizo pensar que lo lograrías?.- Preguntó Saeran, viendo el como Yoosung no tenía algo para responder, así que solo se limito a sonreír. --Tranquilo, Yoosung, aunque me enoje el hecho de hayas tratado de escapar de mi, se que no cuentas con nadie más .- La sonrisa de Saeran se desvaneció y se agacho para estar a la altura del contrario. --No te mentí sobre el hecho de que te amo.- Ahora las manos de Saeran acariciaban con sumo cuidado las manos de Yoosung, bajo la luz de la luna, Saeran quería confesar una vez mas su amor.

--Yoosung, quiero que seas mío, y que te entregues a mi por completo, así mismo, déjame cuidar de ti, solo necesitamos del uno al otro, ¿comprendes?.- Exclamo Saeran con suavidad, para después abrazarlo.

Cálido, al final las lagrimas de Yoosung salieron.

Lo único que había anhelado durante tanto tiempo era un abrazo cálido.

--Si, claro Saeran.- Respondió Yoosung, y no porque no tuviese otra salida, si no porque comprendió, que el corazón de Saeran estaba tan lastimado como el suyo. 

En aquella noche de oscuridad, bajo el manto de la luna, pudo entender que Saeran lo único que buscaba era un abrazo cálido. Ambos lo necesitaban.

--Te amo Yoosung Kim.-

Nunca iba a ver otra persona que lo amará con él lo ama.

Pero estaba satisfecho al pensar que se mantendrían juntos.

Porque ambos estaban rotos.

|| C o r d u r a ||


|| CORDURA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora