Luke.
Estallé en risas una vez que salí del salón de química.
- ¿De verdad lo hiciste? - le pregunté a mi poco cuerdo amigo.
¡Adam se había orinado en el escritorio del profesor de química!
- Oye, ¡ese profesor me debe un nueve del bimestre pasado! - se quejó.
Reí nuevamente.
Adam iba a decirme algo pero el timbre de su celular lo interrumpió.
- ¿Si? - vaciló al decirlo - ¿Qué quieres? - se puso firme - ¿Qué estás intentando decirme?
Y luego silencio.
Habían colgado y Adam estaba rígido por completo.
- ¿Qué pasó? - pregunté asustado.
- Era Farrah - dijo inexpresivo.
- ¿Y qué te dijo? - cuestioné.
- Pidio ayuda, dijo que le hizo algo malo a Iris y que Kylie iba a partirle la cara.
**
Kylie.
- ¡Eres una bruja! - le grité mientras tiraba de sus extensiones de cabello rubio oxigenado.
- ¡Suéltame, Reeves! - gritó con dolor.
Proseguí jalándole del cabello y arañándole la cara.
- ¡No te metas con ella! - exclamé furiosa - ¡Ella es mi mejor amiga, bruja!
Farrah sólo jadeó cansada.
Maldita.
- ¡Detente! - gritó y se recargó contra la pared intentando tirarme.
Pero fue imposible.
Mis piernas estaban bien atadas a su cintura y era imposible que me sacara de encima.
- ¡Quiero que te arrepientas, maldita bruja! - la seguí zarandeando.
- ¡Agh! - se quejó a gritos - ¡Adam! ¡Adam! - gritó - ¡Luke! ¡QUÍTAMELA DE ENCIMA!
Hice caso omiso a sus súplicas y proseguí en lo mío hasta que alguien me tomó de la cintura y me alejó de ella.
- ¡Suéltame! - ordené - ¡Esa bruja debe pagar!
- ¡Mantén la calma! - decretó aquella voz que no esperaba oír.
Mi cuerpo tembló y un escalofrío me recorrió la espalda.
Dejé de luchar y los nervios me inundaron.
- Guarda la calma - me susurró tocando ligeramente mi oído con sus labios.
Jadeé.
Respiré hondo y mantuve la calma.
- Bájame, Luke - ordené más que suplicar.
Él hizo caso omiso.
- ¡Bájame! - decreté.
- No hasta que te relajes - respondió.
- ¡Estoy relajada! - grité más que responder.
Luke soltó una risa encendiendo todos mis sentidos.
- Si estuvieras relajada, no gritarías, chispita - susurró.
Dios mío.
Dios mío.
¡¡Dios mío!!
¿Me había llamado cómo?
Contuve la respiración. Mis mejillas se encendieron.
- Eh - murmuré. No pude decir nada.
Sus labios rozaban mi mejilla y, quiero decir, ¿qué diablos podría decir?
- ¡Oye! - escuché un grito - ¡Quita tus manos de mi mejor amiga!
Me congelé.
Maldición, tenía que ser Dylan.
¿No pudo haberme dejado con él más tiempo?
Espera...
¿Qué fue lo que dije?
- Eh... - Luke titubeó - yo... lo siento.
Mis mejillas comenzaron a arder con ganas.
Diablos.
- ¿Lo sientes? - preguntó mi amigo.
- Sí - respondió Luke.
- ¡Entonces suéltala! - exclamó exaltándome.
Luke también dio un respingo.
¿Por qué diablos estaba Dylan tan molesto?
Luke me dejó ir, a regañadientes, para mi parecer.
- Gr-gra-gra-gracias - titubeé nerviosa. Carraspeé - ¿Dónde está Iris?
Dylan abrió la boca, pero no dijo nada. No tenía ni idea.
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El novio de mi hermana.
Novela JuvenilLuke Owens, es la pesadilla disfrazada de ensueño que atormenta mi vida, desde que nos conocimos en el instituto. Es insoportable, les aseguro que es la peor persona con la que alguna vez trataran. Es molesto, fastidioso, una persona horrible. Lo q...