El búho ululaba insistentemente fuera de la clínica de Karmaland provocando que Willy pasará la noche despierto por el constante ruido, eso al peli blanco no le parecía malo, así al menos tendría una excusa para pasar frente a la camilla de Fargan.
Desde hacía más de una semana que Fargan no despertaba, durante el transcurso de ese tiempo los búhos no dejaban de llorar por las noches, era como si sintieran lo que estaba pasando con el héroe de Karmaland y temían por su vida, Willy también temía.
— ¡Willy! — Sintió una palmada en su hombro izquierdo lo que le hizo pegar un brinco del susto y del dolor. Auron le había recetado unos días antes un soporte para su hombro pues con los escombros de aquel día se había desviado un poco — Hum, lo siento mucho — Se disculpó Pluvo al ver el daño que había causado — Me preguntaba... Nos preguntábamos si quisieras salir con nosotros a comer un rato, Ari vendrá.
— ¿Ari no está en reposo absoluto? — Cuestiono Willy recordando aquellos chismes de pasillo, después de todo la clínica era pequeña y Auron no era conocido por hablar precisamente bajo.
— El doctor no se tiene que enterar — Pluvo se encogió de hombros restándole importancia — ¿Vienes?
Willy pudo notar los ojos brillantes que le dirigió, como insitandolo a aceptar la propuesta, pero el peli blanco fijo si vista en cierta camilla solicitaría y en el un paciente que no despertaba; Fargan. No podía dejarlo solo.
— No me siento muy bien — Mintió Willy — Otro día.
— ¿Quieres que llame a Novita?
— No hace falta — Se apresuró a decir — Solo no he dormido bien, descansaré esta noche aprovechando que los búhos pararon de cantar.
Pluvo asintió y se apresuró para ayudar a Ari, Natalan y Rodezel a escapar por la ventana. Willy los miraba alejarse mientras el sol caía y los búhos volvían a llorar, presentía que esa noche tampoco iba a dormir
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La voz le temblaba al igual que las piernas, todo su cuerpo parecía gelatina derritiendose bajo el sol del verano sudaba debido a los nervios y su espalda se apegaba cada vez más a la pared de concreto mientras trataba de cruzar hacia el otro lado de los barrotes que separaban al cocodrilo y los túneles de la cloaca.
— Lindo Kraken — Murmuraba Roier evitando hacer movimientos bruscos.
— Es inofensivo, ya lo he dicho — Rubius rodo los ojos del otro lado de los barrotes.
— A mi me parece que tiene todos sus dientes afilados — Espetaba Roier.
Luego de una eternidad, o al menos así lo sintió Rubius, lograron caminar entre los túneles de las alcantarillas, atravesando pasillos, cruces y otros barrotes, tratando de haya la salida. Finalmente Rubius le señaló a su amigo un círculo en el techo, Roier le ayudo a empujarlo hacia arriba y en cuestión de segundos estaban respirando la brisa nocturna.
— Hace días que no estaba en el exterior — Suspiro Roier deleitandose de la vista, aspirando aire hasta sentir que sus pulmones se llenaban. Y es que después de casi una semana de estar encerrados el simple hecho de mirar las estrellas le parecía un lujo.
— Nos esconderemos en el bosque — Explicaba Rubius mientras colocaba la tapa de la alcantarilla en su lugar, cuando terminó se acerco a Roier — Primero visitaremos a mis amigos, deben estar preocupados por mi.
El castaño asintió y ambos emprendieron el viaje hacia la clínica, como el toque de queda ya había pasado hacia más de una hora las calles estaban vacías a excepción de algunos guardias que les resultó fácil burlar escondiéndose entre las casas.

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El Asesino De La Lotería | Karmaland
Fanfiction•Karmaland 4 AU Un peligroso asesino tiñe de rojo las calles del tranquilo pueblo de Karmaland ¿Su sello? Las cartas de la lotería y, por desgracia, Vegetta era su siguiente objetivo. ''-¿Puedes asegurar que no serás el siguiente?''