• El Paraguas

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Todas las miradas se giraron a la puerta, unos por chismosos, otros sólo por costumbre, pero al final todas resultaban en lo mismo; Asombro

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Todas las miradas se giraron a la puerta, unos por chismosos, otros sólo por costumbre, pero al final todas resultaban en lo mismo; Asombro.

Los murmuros no se hicieron esperar a medida que Fargan entraba a la comisaría con una sonrisa radiante y su uniforme de policía prolijamente acomodado.

— ¡Jefe! — Ese grito (que parecía más un chillido) hizo que los demás salieran de su ensimismamiento para poder concentrarse en sus actividades, un chico joven de ojos amielados y cabello azul oscuro se dirigía corriendo hacia donde estaba el chico con disfraz de búho para saludarle con una sonrisa.

— Mitch — Contestó Fargan a su gesto con un asentimiento de cabeza, hace mucho que no había visto a ese pequeño que acababa de salir de la academia de policía y que lo habían designando como su asistente, era bueno volver — ¿Novedades? — Preguntaba mientras seguía caminando, el otro chico lo seguía con pasos agigantados para alcanzarlo.

— Si, muchas y todas son malas — Hablaba nervioso, Fargan alzó una ceja mirándolo de reojo — La primera es que su café de todas las mañanas no está aquí porque... ya sabe nadie sabía que volvería hoy — El búho respiro aguantando una risa, su asistente siempre se preocupaba por nada — Y la segunda es que desde su partida se reportaron más cadáveres, pero hoy en la madrugada se encontró otro — Mitch se apresuró para abrirle la puerta de la oficina de Alexby a su jefe — El policía Alexby lo está esperando, quiere que lo vea con sus propios ojos.

— Gracias Mitch — Suspiro Fargan cansado, acababa de llegar y ahora debía comenzar a investigar ¿Quién podía ser el malnacido que hacía todas esas cosas?

Cuando cruzó por la puerta Mitch la cerró tras de sí y pronto se vio de nuevo en la oficina de su amigo, las cosas no habían cambiado nada, la oficina estaba completamente impecable y en el escritorio se podía notar a Alexby apurado con algún trabajo. Ahora que lo pensaba no lo había visto tranquilo desde que... desde que lo había rechazado.

— Alex — Le llamó alejándose esos pensamientos, no quería sentirse culpable.

— ¡Fargan! — El pequeño policía dio un salto del susto, como un gato al verse sorprendido por un perro, abrió rápidamente un cajón y comenzó a meter los papeles que había en el escritorio con apuro, el mencionado se acerco para poder ver que estaba haciendo — Lo siento, es solo que... tengo un desastre.

— No importa — Le decía Fargan posicionándose a su lado — Ahora estoy aquí, no tienes que hacer esto solo.

La sonrisa que le dedico hizo que el corazón de Alexby brincara de alegría, hace apenas unos días creía que Fargan estaba por morir y ahora estaba ahí frente a él, definitivamente después de experimentar una sensación cercana a perderlo estaba seguro de que no lo dejaría ir.

— ¿Y bien? Mitch me comentó que encontraron otro cuerpo — Habló el búho al notar que a su compañero le había comido la lengua el ratón.

El Asesino De La Lotería | KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora