Andrea, Leonardo, y Luis se encontraron con el comandante en la estación de policías. Presentaron con el toda la evidencia que tenían y llegaron al acuerdo de que tenían que atrapar a Esteban e Isabel en el acto. La grabación que Luis tenía no era suficiente para arrestarlo, pues ese tipo había desaparecido y no podría declarar. El plan era pretender que no sabían nada, y atraparlos en el momento que intentaran secuestrar a Andrea.
Leonardo: Andrea no puede estar en peligro, no podemos arriesgarnos a que le hagan daño.
Comandante: No lo estará. Como su guardaespaldas, usted siempre la acompaña. Y pondré policías encubiertos cercas de ustedes en todo momento. Y en cuanto algo extraño suceda llámenme de inmediato, estaremos en alerta.
Andrea: Cualquier cosa que se tenga que hacer para detenerlos estoy dispuesta. Al lado de Leo me siento segura, se que no dejará que algo me pase (tomando su mano)
Discutieron el plan en más detalle, y después se marcharon. De regreso en la casa, Andrea no podía parar de preocuparse. Caminaba dando vueltas en la sala, Lola siguiéndola con la mirada.
Leonardo: Amor, ven. (agarrándola de su mano, y sentándola sobre sus piernas en el sofá) Todo estará bien. Estamos sobre aviso, y tenemos mucha seguridad. No lograrán su propósito.
Andrea: Lo se, pero eso no me quita los nervios. Hasta nauseas siento en este momento (juntando sus frentes y suspirando)
Leonardo: Vamos a la cocina, te prepararé un té.
Leonardo le preparó ese té para calmarse, y los dos estaban recargados en la barra, lado a lado, en silencio. Andrea tomó un sorbo, y en ese momento sintió como se le revolvió el estómago. Salió corriendo al baño, cerrando la puerta, y vomitó. Leo nervioso esperándola afuera.
Leonardo: Andy, mi amor ¿Que pasa?
Andrea: Ya, estoy bien (dijo al salir, después de enjuagarse la boca)
Leonardo: ¿Te sientes mal? Vamos al médico.
Andrea: No, ya se me pasó..
Andrea se puso a pensar, las cosas tomando sentido en su mente, y una grande ilusión creció en ella. El cansancio últimamente, las nauseas estos días, y ahora vómitos. Sumando a eso que no recordaba cuando tuvo su último periodo, solo podía ser una cosa.
Andrea: Pero si necesito ir por algo a la farmacia, ¿vamos? (Dijo con una gran sonrisa, tomó su bolso, caminando rápido, Leo casi corriendo tras ella)
Leonardo: ¿Que es lo que necesitas de la farmacia? (preguntó en el camino)
Andrea: Ya lo sabrás. Solo tengo que asegurarme primero (sus ojos brillando)
Leonardo: ¿Asegurarte de que? Me estas asustando, amor.
Andrea solo sonrió, pero ya no dijo nada, por más que Leo le preguntara. Llegaron a la farmacia, y Andrea se negó rotundamente a que el entrara con ella. Lo hizo esperar en la puerta, mirando hacia la calle. No quería que se descubriera lo que iba a comprar. Pasó por las hieleras, y de repente sintió inmensas ganas de comer helado de chocolate.
Andrea: ¿Ya empezamos con los antojos? (susurró, acariciando su vientre)
Leonardo: ¿Tanto secreto por helado? Amor, tenemos helado en la casa (dijo al verla salir)
Andrea: Pero no de chocolate.
Leonardo negó confundido, de Andrea nunca sabía que esperar, vivía sorprendiéndolo cada día. De regreso en la casa Andrea le dio el helado a Leo, pidiéndole que les sirviera, y ella corrió a su habitación arriba, encerrándose en el baño, las pruebas en su bolso. Minutos después salió, con lágrimas de felicidad rodando por sus mejillas ¡Era positivo!
Secándose las lágrimas, busco entre las bolsas de compras de ese día por una bandana especial para Lola. Una que había comprado para ese momento que esperaba con tantas ansias, uno que nunca imaginó que ocurriría tan pronto. Lolita, como siempre, la seguía a todas partes, y ya estaba en la recámara con ella, viendo atenta todos sus movimientos.
Andrea: A ver, Murci, ven. Me vas ayudar a darle una sorpresa a Papá.
Cargándola por primera vez, le quitó la bandana roja de flores que traía puesta, poniéndole la nueva que eligió con Miranda. La emoción se apoderó de ella y abrazó a Lola, con lágrimas en sus ojos. Bajo de nuevo a la cocina, sorprendiendo completamente a Leo al verla cargando a la perrita.
Andrea: Leo, mi vida, mi todo..
Leonardo: Amor, ¿que pasa?
Andrea: ¿Notas algo diferente en Lola? (volteándola, mostrando la bandana)
Leo sonrió, acercándose a ellas. Al leer lo que decía, "Hermana Mayor" miró a Andrea agrandando los ojos.
Leonardo: ¿Es lo que estoy pensando?
Andrea: Si, mi vida. Estoy embarazada ¡Vamos a ser papás!
Leonardo gritó de la emoción, abrazando ambas. Andrea llorando y riendo a la vez. Ese sueño tan anhelado se estaba volviendo realidad. El amor de ellos, un amor tan grande que se manifestó de manera más bella, un pedacito de cielo crecía en Andrea, uno que los uniría para siempre, convirtiéndolos en esa hermosa familia que ambos tanto añoraban.
~Últimos Capítulos~
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Inalcanzable
FanfictionUna mujer dura y su guardaespaldas. Aunque traten de evitarlo, un sentimiento crece más cada día en ellos. Uno que poco a poco sanará las heridas de ese corazón que ahora el sería capaz de defender hasta con su propia vida.