Fernweh

33 7 0
                                    

—Todos están bien, lo que ocurrió fue como la prueba de fuego para nuestra amistad. Algunos se dispersaron y ya no son tan cercanos a nosotros pero lo importante es que seguimos unidos, me alegra seguir contando con ellos. Aunque contar contigo también hubiera sido mucho más maravilloso.

—Lo siento. —Parecía ser lo único capaz de pronunciar.

—Han pasado muchas cosas, tenemos un par de nuevos amigos. Frank conoció a un chico y se quedó prendado de él, terminaron volviéndose buenos amigos y obviamente nos lo presentó y ahora es amigo nuestro también. Su nombre es Drake, te agradará. 

—Debo admitir que extraño a Frank. Y a todos. Aun así no soy capaz de verlos, me sentiría fatal.

—Estoy seguro de que se sentirían felices al verte, deberías intentarlo.

—¿Qué ha pasado con Jane?

Nanon pasó su mano por su cuello repentinamente nervioso.—Tengo que contarte algo... extraño que pasó luego de que te fueras. —Posó su mirada en sus manos sobre su regazo. —Unos meses después de que eso pasara, me confesó que desde muchos años antes de que tú y yo fuéramos pareja yo le gustaba y lo seguía haciendo. Realmente me sentí mal porque me dijo que se había sentido horrible al enterarse de lo nuestro, no lo había sospechado ni un poco. Le dije que aunque ya no estuvieras seguía amándote y era imposible que ocurriera algo entre ella y yo por lo menos en un siglo, pero aun así se comporta muy extraño conmigo, es mucho más atenta y cariñosa. No puedo ser duro con ella y apartarla bruscamente así que solo la evado con cautela pero de todas maneras me es inevitable sentirme incómodo junto a ella.

—Eso definitivamente no lo vi venir. —Sintió como si se quedara sin aire—¿N-No has pensado en darle una oportunidad?

Nanon se sintió ofendido.—Imposible. No podría amar a alguien que no fueras tú.

—No es imposible. —Ni siquiera notó cuando sus ojos se acuaron y comenzó a jugar con sus dedos, signo de que estaba hecho un manojo de nervios.—Jane es muchísimo mejor que yo, es más posible que te fijes en ella que en alguien... co-como yo.

—¿A qué te refieres? ¿Alguien sumamente atractivo, inteligente, talentoso, maravilloso, podría seguir por horas?

—A-Alguien bueno para nada, a eso me refiero.

—Cariño, necesito que entiendas algo.—Entrelazó sus manos y lo miró fijamente.—No me importa lo que ocurrió ni tiene por qué afectar lo que sientan los demás por ti, mucho menos influirá en mis sentimientos por ti. Estoy enamorado de ti, no de tu capacidad de movimiento. Estoy aquí para hacerlo más llevadero. No me importa tener que empujar tu silla a todos lados para poder salir contigo ni ayudarte a hacer ciertas cosas que no puedes hacer solo, porque por eso te prometí estar a tu lado y apoyarte, para ayudarte en todo lo que necesites y hacerte feliz.

—No quiero ser una carga para ti y que los demás te miren raro y piensen cómo alguien tan perfecto como tú soporta a alguien como yo.

—¿Te parece más importante lo que piensen los demás que lo que pensemos nosotros?

—N-No, pero...

—Deja de pensar en una excusa para todo lo que ocurre en tu vida, piensa en lo que te hace bien y te alegra sin importar el lado malo de ello porque es malo mientras tú permites que lo sea.

—N-Non...

—Chimon, ¿tú me amas?

Se quedó en silencio durante unos segundos haciendo que los ojos de Korapat comenzaran a picar, tuvo miedo de obtener una negativa. —S-Sí... Nunca dejé de hacerlo, en realidad.

—¿No es una razón suficiente para dejar de temer y permitirte ser feliz? ¿Acaso no pesa más que cualquier inseguridad?

—Es más fácil decirlo que hacerlo.

—Es difícil si no comienzas a poner de tu parte. Te ruego que lo hagas.

La puerta principal se abrió de repente, dejando ver a First y Ohm observarlos curiosos desde la entrada, temiendo haber entrado inoportunamente. No sabían si era hora de volver o no pero terminaron decidiendo hacerlo. —Chimon, ¿interrumpimos algo?

—No. —Fregó sus ojos con brusquedad, Nanon al verlo reemplazó sus manos por las propias y limpió cualquier rastro de lágrimas con sutileza. First y Ohm intercambiaron miradas al verlos.

Pawat se acercó lentamente hasta quedar junto a Chimon y le habló con cautela. —Mon, yo... ¿puedo abrazarte?

—Ven aquí, tonto. —Extendió sus brazos incitándolo a abrazarlo y en menos de una fracción de segundo tenía a Ohm rodeándolo con sus brazos y diciéndole cuánto lo había echado de menos.

—Ve a casa de Nanon mañana, reuniré a todos y al que no vaya le envío los de la moto, no te preocupes.

—Qué exagerado.—Rio. Nanon se sintió fascinado al verlo sonreír.

—Lleva a tu amigo también, me agrada.

Chimon levantó las cejas mientras los miraba intercaladamente.—Ni lo pienses, Wachirawit Ruangwiwat. —First lo miró fulminante.

—Déjame ser. —Se encogió de hombros.

—Tenemos que irnos pero nos veremos mañana, por favor no faltes.

—Descuida, Ohm. Lo haré.—En realidad estaba pensando en lo tentador que sonaba no hacerlo.

—Nos vemos mañana, mi vida. —Nanon se inclinó para besar la mejilla de Chimon y, luego de despedirse brevemente de First, salió del recinto seguido de Ohm.

La incertidumbre, desconfianza y temor siempre van a estar ahí aunque nos empeñemos en ocultarlo e intentemos hacerlo desaparecer. Definitivamente Chimon no era la excepción. Una vez se encontró solo en su habitación comenzó a llorar desesperadamente y se odió por ser tan débil ante Nanon, se suponía que no volvería a verlo y así el contrario seguiría su vida como si él nunca hubiera existido. No se sentía listo para encarar a sus antiguos amigos, ¿y si no lo aceptaban? ¿en realidad su amistad había sido lo suficientemente sólida como para continuar su amistad como si nada? La duda carcomía su interior. Pensó en el antiguo apartamento que poseía Korapat y se cuestionó si el actual sería igual de cálido, no pudo evitar sentirse nostálgico al pensarlo e iluso al imaginar lo agradable que sería volver a vivir juntos.

❛ perenne ❜ ⚘ namonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora