Natalia Ortíz
Después de que el señor Gutierrez me dejara en casa tuve que volver a subir por la ventana de mi habitación, he hecho esto solo un par de veces, si mira tía llega a enterarse de esto probablemente me castigaría de por vida. Reviso la hora dándome cuenta que de que voy tarde, me doy una ducha rápida, me coloco el uniforme y salgo de casa lo antes posible, mi tía intentó determine pero le dije que me compraría algo en el camino. Llego a la parada de autobús llego a desesperarme porque no llega, vuelvo a verificar la hora dándome cuenta de que ya va dos paradas arriba de la mía, así que me doy por vencida y empiezo a caminar, tal vez pierda la primera hora.Saco mis audífonos conectándolos al celular, la primera canción que suena es Sweet Creature de Harry Styles, mi animo mejora solo con oír la linda voz de aquel británico de ojos color esmeralda. De un momento a otro siento la presencia de alguien atrás mío, le bajo el volumen a los audífonos para estar un poco más alerta, apresuro el paso pero aquella sensación no se va. Finalmente llego a la preparatoria, como lo supuse, perdí mi primera clase así que me adelanto al salón de la segunda hora.
El timbre suena así que aprovecho para enviarle un mensaje a Jimena avisándole que ya llegue y pidiéndole perdón por no haberla podido acompañar, aunque si lo vemos de otro modo ella me lo debía de la vez pasada. La espero en la puerta del salón pero en ese lapso de tiempo solo aparece a quien menos me apetecía ver, realmente creí que nunca más vería a esta persona, intento alejarme pero logra agarrarme del brazo y ponerme contra los casilleros. Hago lo posible por contener mis lágrimas cuando siento su respiración en mi cuello, no puedo volver a mostrarme débil delante suyo, nunca más me lo permitiré.
—Bonita, mírame, déjame ver esos ojos azules que tanto me hechizaron.—Me dice en un susurro.
—Raúl, aléjate de mi.— Intento sonar firme pero mi voz se quiebra.
—No, mi amor, no llores.—Limpia una lágrima que se derrama por mi mejilla. Solo sentir su tacto me hace sentir horrible, quiero romper en llanto o gritarle que se aleje de una vez por todas pero no me sale la voz así que solo suelto un sozollo.
—Por favor, aléjate, si no puse la orden de restricción fue por tu madre, pero aléjate.—Digo con voz entrecortada.
—Solo si me das un beso.—Sus labios se encuentran rozando los míos.
—Aléjate.—Vuelvo a suplicar llorando.Raúl aprieta más el agarre en mi brazo mientras mueve otra mano detrás de mi nuca, yo no dejo de llorar, solo suplico que se aleje y que no vuelva a si quiera a respirar cerca de mi. Intenta acércame a sus labios pero milagrosamente alguien logra apartarlo a tiempo, no sé quién es, tampoco levanto la mirada, solo me recargo en los casilleros a la vez que me resbalo al piso, termino sentada ahí abrazando mi piernas a la vez que escondo mi cara mientras sigo llorando.
—Te dijo que te alejarás.—Escucho un golpe contra los casilleros de enfrente mío.—Como yo me entere que la volviste a tocar sin su consentimiento, yo mismo me encargo de que pases el tiempo necesario en la cárcel, ¿entendiste?—Levanto un poco la mirada para ver quien habla.
—¿A él ya te lo cogiste? ¿Ahora te gustan mayores?—Dice Raúl mientras sus ojos se encuentran con los míos y me da una mirada burlona.
—Ni siquiera te atrevas a verla.—Se vuelve a escuchar el golpe contra los casilleros.—¿Eres mayor de edad?—Raúl solo da un asentamiento de cabeza.—Que bueno, así no enfrentare cargos por violencia contra menores.—Finalmente el señor Gutierrez le sienta un golpe.—Es la primera y última advertencia.—Lo azota contra los casilleros una última vez para acercarse a mi.Levanto la mirada en cuanto está frente a mi, levanta su mano con delicadeza tratando de hacerme entender que no me hará daño, aún así aparto la cara cuando intenta limpiar una lágrima con su pulgar. Suelta un suspiro, se aleja un poco y decide darme el pañuelo de su traje, lo tomo con cuidado susurrándole un "Gracias".
No pasa mucho tiempo de que él esté en frente mío para que Jimena llegue a abrazarme, me aferro a ella mientras lloro sin ningún filtro, mi amiga intenta darme apoyo con sus "Ya estoy aquí", "Todo está bien", "Respiremos juntas". Me calmo poco a poco, mi amiga me ayuda a levantarme a la vez que unos ojos cafés no dejan de observarme, esto solo hace que Jimena se ponga a la defensiva pero la detengo antes de que haga algo, le pido que entre al salón para que aparte los lugares mientras yo le agradezco al señor Gutierrez.
—Gracias.—No me atrevo a mirarlo a los ojos.—Si usted no hubiera llegado, él...—se me vuelve a quebrar la voz, —También perdón por apartarme, es solo que...
—No tienes que darme explicaciones, peque, tampoco me agradezcas.—Dice con una voz suave.—¿Me podrías mirar a los ojos?—Yo niego pero intento devolverle su pañuelo.—No, quédatelo, tengo más de donde salió ese... y el anterior.—Suelta una risita haciéndome sonreír.—Así me gustas, con esa linda sonrisita en tu rostro.—Su comentario logra hacerme sonrojar.— Ahora, entra a clase, yo iré a hablar con el director sobre lo sucedido. Mi amenaza contra él va en serio, así que si vuelve a tocarte solo tienes que decirme.
—No es necesario, creo que con el susto que le diste tiene.
—Claro que es necesario, no quiero que a nadie se le ocurra ponerte un dedo encima, no saben de lo que soy capaz por aquellas personas que...—no termina le frase,—solo entra a clase, espero verte de nuevo. Ah, y si me quieres devolver los pañuelos quiero lo hagas viéndome a los ojos.—Me da una sonrisa entes de irse y yo entro a mi salón sentándome a un lado de mi amiga.
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Mi Protector [EDITANDO]
FantasyElla era más fuerte de lo que pensaba, él solo necesitaba a alguien que lo hiciera feliz. Se complementaban el uno al otro, había secretos de por medio. Él tenía miedo a hacerle daño, ella se convirtió en su todo. Ella lo hizo feliz, sin saber que...