Natalia Ortíz
El día llega a su fin, mi amiga me acompaña hasta la parada de autobús, vivimos a sólo dos paradas de distancia así que no es problema para ninguna. Yo bajo primero, me despido de Jimena diciéndole que cualquier dificultad que tenga con la tarea me marque, aunque para ser sincera, ella y yo sabemos que al final terminaré pasándole la actividad como las veces pasadas.Cuando entro a casa percibo el delicioso olor a comida de mi tía. Vivo con ella desde que tenía al rededor de ocho años, mis padres fallecieron en un accidente de avión cuando regresaban de un viaje de negocios. Recuerdo que papá me traía siempre algún recuerdo de cada lugar al que iba, a día de hoy todavía guardo un pequeño anillo que me trajo de Rusia, dijo que tuvo una pelea con mamá por el precio de este pero aún así me lo compro. Superar su partida fue difícil a decir verdad, pero con el pasar de los años, conforme fui creciendo y la ayuda de mi tía, todo fue más llevadero.
—Naty, sube a cambiarte y lávate las manos, ya casi está lista la comida.—Dice cuando me ve en la sala.
—Oh, claro, ahora vuelvo.
—También hay cosas de las que tenemos que hablar, pero bueno, después de comer.—Dice seria.Le doy un asentimiento para subir las escaleras hasta mi cuarto, dejo la mochila junto al escritorio, me quito el uniforme, lo doblo para luego meterlo a la lavadora. Me pongo lo más cómodo que encuentro en mi armario, cuando ya estoy "lista" bajo a acomodar la mesa, mi tía nos sirve a ambas, comemos en silencio pero una vez recogemos la mesa mi tía pone su cara de pocos amigos.
—Creo que sabes sobre lo que quiero hablar.—Dice mirándome directamente a los ojos, yo niego y me encojo de hombros.—Quiero que hablemos sobre tu universidad, ¿ya sabes qué es lo que quieres estudiar? ¿A qué universidad quieres ir? ¿O a cuales vas a presentar algún examen?—Su voz es preocupada, le doy una dulce sonrisa intentando que se calme.
—Tía, ya hablamos sobre esto, ¿lo recuerdas? Desde que entré a bachiller dijimos que me iría a estudiar a Inglaterra, en unos meses más son los exámenes, por eso no tienes que preocuparte. Sobre la carrera que voy a elegir, sabes que los números son lo mío, así que estudiare administración de empresas o ingeniería.—Agarro su mano.—Tranquila, ¿si? Todo va a estar bien, te lo prometo.
—Tus padres estarían muy orgullosos de ti, si tan solo pudieran ver la hermosa mujer en la que te has convertido.—Me abraza.—Yo estoy muy orgullosa de ti.
—Gracias a ti soy así.Cuando nos separamos veo como se limpia unas lágrimas que se le han escapado son querer, me da una sonrisa seguida de un ligero apretón en la mano. Me voy a mi cuarto para empezar con las tareas, no son muchas pero son algo extensas, mi tía entra alrededor de una hora después solo para avisarme que ya va a trabajar, es chef en un restaurante así que sus turnos llegan a variar de vez en cuando; le aseguro que todo estará bien, que no tiene que preocuparse por mi y finalmente se va.
Llega un momento en el que decido que es demasiado por ahora con las tareas, las dejo a un lado para agarrar mi celular, no es el mejor del mundo, pero es un smartphone así que por mi está bien. Le escribo a Jimena preguntándole si ya hizo o mínimo adelantó alguna tarea, no me responde por lo que supongo que estará ocupada así que decido no insistir, le mando algunas fotografías de mis problemas ya resueltos y vuelvo a mis tareas. Son más o menos las siete treinta de la tarde cuando termino todo, hago una rutina simple de ejercicio, tomo una ducha, leo un poco y para la hora que mi tía regresa de trabajar, yo ya estoy dormida.
A la mañana siguiente hago mi rutina, antes de salir de casa reviso el celular; tengo dos mensajes de Jimena, en el primero me agradece por la tarea, y en el segundo me avisa que no irá a la escuela porque se siente mal. Desde ese momento supe que iba a ser un día pesado, sin mi amiga estoy completamente sola, así que es mejor que intente pasar desapercibida.
Pasan las primeras horas de clase hasta que llega la hora del almuerzo, no pienso ir a la cafetería pero tampoco pude prepararme algo de comer, mi plan es sencillo: entro, compro algo de comer y salgo de ahí lo más rápido posible. Bueno todo eso se va a la mierda cuando llego a la fila de la barra, Romina y su equipo de taradas se forma atrás de mi, decido ignorarlas, tal vez no se hayan dado cuenta que yo soy la que se encuentra adelante. Mi plan funciona, salgo de la cafetería para salir a las canchas, sin Jimena me siento asfixiada dentro de la escuela así que un poco de aire libre es lo mejor. Dejo mi mochila a un lado, como con tranquilidad, me gusta el silencio qué hay en esta área, pero cuando estoy lista para volver a entrar no encuentro mi mochila por ningún lado; sé quién la tiene y también dónde está, sabía que sin Jimena esto iba a pasar tarde o temprano.
Entro a uno de los baños, ahí está Romina con mi mochila vacía, y mis cosas en el piso, todas estas manchadas de algún líquido extraño que debió robar del laboratorio. Tiene una sonrisa burlona en su cara cuando a mí se me empiezan a formar lágrimas en la comisura de los ojos.
—Creo que se te perdió algo.—Levanta mi mochila vacía.—Que pena que todo sea basura, igual que tu.
—¡Ya déjame en paz!—Casi grito, esto le sorprende y se acerca a mi.
—Escucha bien, inútil.—Agarra mi cabello con fuerza.—Tú no me vuelves a levantar la voz así, soy muchísimo más que tú, aquí no vales nada.—Aferra más su agarre.—Lo recuerdas, ¿no? Como Raúl te hacía sentir, como terminó su relación, lo bien que se sintió destruirte poco a poco haciéndote pensar que te amaba, ¿tienes idea lo bien que se sentía burlarnos de ti y acabar cogiendo? La verdad llegue a pensar que caerías completamente ante él, me lleve una sorpresa al descubrir que sigues siendo virgen.—Me avienta contra el piso.—No tienes valor, jamás vas a ser suficiente para alguien, que eso te quede claro.Finalmente sale del baño, yo rompo en llanto recargándole contra una pared, también abrazo mis piernas. La odio, odio a Raúl, odio a cualquier idiota que intenta acercarse a mi, odio sentirme así porque tiene razón. Yo no tengo valor, soy poca cosa para cualquier persona, lo única que hago "bien" es estudiar, pero hasta eso se fue a la mierda.
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NOTA: Bueno aquí el capítulo, espero les guste un poquito más que la original, solo le estoy agregando detalles y cosas así, la historia no tendrá muchos cambios pero probablemente sea más corta que la primera vez porque los capítulos son más extensos y pues eso. Espero que les guste la actualización y edición, lxs quiero. <3
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Mi Protector [EDITANDO]
FantasyElla era más fuerte de lo que pensaba, él solo necesitaba a alguien que lo hiciera feliz. Se complementaban el uno al otro, había secretos de por medio. Él tenía miedo a hacerle daño, ella se convirtió en su todo. Ella lo hizo feliz, sin saber que...