Capítulo 2

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Natalia Ortiz
Llevamos como media hora en el auditorio,hace unos minutos el director vino a decir que el conferencista tardará un poco más de lo esperado. Con eso me quedó claro que no se trata de algún hombre de edad avanzada como las veces anteriores, este tipo de retardos solo les pasa a los nuevos empresarios. Jimena se la pasa bromeando conmigo hasta que las luces del auditorio se vuelven más tenues, esto lo hacen siempre que alguna conferencia va a empezar, limpio mis lentes una última vez para acomodarme y sacar mi sudadera de la mochila.

Un hombre de unos 24 años sale,trae un traje negro hecho a la medida, su cabello peinado perfectamente hacia atrás le da un toque, y su barba de unos días lo hace ver un poco más grande, puedo decir que hasta se llega a ver un poco intimidante, porque también hay que mencionar que es alto,medirá al rededor de uno ochenta o más. Nauzet Gutiérrez, ese es su nombre y me resulta extrañamente familiar, le doy vueltas dejando de prestar atención a lo que dice. Cuando sus ojos se posan en mi me pongo nerviosa, a larga distancia no había notado que sus ojos son color café, un café muy hermoso que me está mirando en la etos momentos. Estoy segura que le sonrojo porque en cuanto su mirada se separa de la mía Jimena empieza a reír, le doy un codazo mientras ella sigue hablando.
—Pareces un tomate y solo te miró por cinco segundos.— Ríe.—Yo no estoy diciendo que le gustaste,pero...
—Ya cállate.—Susurro.—Primero, no me gusta,y segundo, crees que uno de los empresarios más importantes del país se fijaría en una chica de último año de preparatoria.

La conferencia continua hasta la hora del almuerzo, el director da sus agradecimientos y todos nos dirigimos a el comedor. Jimena y yo somos de las últimas en salir, en la puerta está el director hablando con el señor Gutiérrez, nuestras miradas se vuelven a cruzar e intento esconderme. Una vez llegamos a la cafetería,le pido a mi amiga que se adelante lo que yo voy a comprar algo de comer. Me acerco para pedir un sándwich sencillo, un jugo de manzana y de postre un pequeño vaso de pudín,me entrego la charola y me dirijo a la mesa,sin embargo alguien me mete el pie haciéndome caer con todo y mi comida. Levanto la mirada para enfrénteme a quien causó el "accidente", Romina está con su estupida sonrisa burlona en los labios.
—Más cuidado,inútil.—Ríe.—¡Upsss! Te quedaste sin comida. Por eso hay que tener cuidado y ver dónde pisas.
—Cierra la puta boca de una vez, Romina.— Dice Jimena. Nunca me ha gustado que ella me defienda pero las palabras nunca salen de mi boca.— ¿Por qué no te vas y te coges a uno de nuevo ingreso? Digo es lo único que sabes hacer, según dijeron ya es como una tradición.
—El asunto no es contigo, Hernández.— Intenta defenderse.
—Jimena, mejor déjalo así, sabes que lo vale la pena.— Intento calmarla.
—La que única que no vale la pena eres tú, pero creo que eso te lo dejó en claro Raúl, ¿no?— Dice Romina, de esta forma logrando que algo en mi se remueva y me cause unas enormes ganas de llorar y vomitar.

Decidimos que es mejor ignorarla, Jimena me acompaña a volver a comprar algo de comer y finalmente nos vamos a nuestra mesa. Este tipo de cosas ya es común, Romina y sus seguidoras mononeurales molestándome, los trabajos, las clases y todo eso son mi rutina. Sin embargo la conferencia de hoy le dio un toque diferente a lo que restó del día, no por lo que haya dicho o el tema del que se hablo, si no por el hecho de que nuestro contacto visual logró ponerme nerviosa más de una vez.
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NOTA: ¡Holaaa! Bueno espero que hayan pasado una feliz navidad y un feliz inicio de año. De nuevo,lamento mucho la tardanza de actualizaciones pero hay muchas cosas que mejorar y espero que les guste. Que quede claro que la historia no cambiará completamente, solo le estoy agregando detalles.

Mi Protector [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora